You're so 𝗚𝗢𝗟𝗗𝗘𝗡. Harry Styles.

𝟲𝟭

𝑨𝒍𝒍 𝑰 𝒌𝒏𝒐𝒘 𝒂𝒕 𝒕𝒉𝒆 𝒆𝒏𝒅 𝒐𝒇 𝒕𝒉𝒆 𝒅𝒂𝒚
𝑰𝒔 𝒚𝒐𝒖 𝒍𝒐𝒗𝒆 𝒘𝒉𝒐 𝒚𝒐𝒖 𝒍𝒐𝒗𝒆, 𝒕𝒉𝒆𝒓𝒆 𝒂𝒊𝒏'𝒕 𝒏𝒐 𝒐𝒕𝒉𝒆𝒓 𝒘𝒂𝒚
𝑰𝒇 𝒕𝒉𝒆𝒓𝒆'𝒔 𝒔𝒐𝒎𝒆𝒕𝒉𝒊𝒏𝒈 𝑰 𝒍𝒆𝒂𝒓𝒏𝒆𝒅 𝒇𝒓𝒐𝒎 𝒂 𝒎𝒊𝒍𝒍𝒊𝒐𝒏 𝒎𝒊𝒔𝒕𝒂𝒌𝒆𝒔
𝒀𝒐𝒖'𝒓𝒆 𝒕𝒉𝒆 𝒐𝒏𝒆 𝒕𝒉𝒂𝒕 𝑰 𝒘𝒂𝒏𝒕 𝒂𝒕 𝒕𝒉𝒆 𝒆𝒏𝒅 𝒐𝒇 𝒕𝒉𝒆 𝒅𝒂𝒚

«ᴇɴᴅ ᴏғ ᴛʜᴇ ᴅᴀʏ»
ᴏɴᴇ ᴅɪʀᴇᴄᴛɪᴏɴ
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𝐑esoplo fastidiada con la probable sexta vez que mi teléfono suena en una llamada entrante y muevo mi mano sobre el edredón de la cama en busca de él. Me incorporo en un movimiento bastante rápido que mi cabeza no agradece, duele terriblemente, pesa el triple también y juro que voy a matar a Christian por decidir llamarme tan temprano, aún sabiendo todo lo que he pasado anoche y lo único que quiero ahora es continuar durmiendo.

—Si no te estás muriendo en este momento. —suspiro—. Voy a matarte por estar llamándome tan temprano.

—¿Te sientes bien?

—Estoy bien, Chris. —me quejo masajeando mi frente.

—Estuvimos muy preocupados por ti, después. Bruce y yo nos fuimos enseguida.

—No tenían que hacer eso. —ladeo mi cabeza.

—No importa, casi eran las cinco de todas maneras. —resta importancia—. ¿Si estás bien?

—Mi cabeza duele terriblemente. —suspiro y miro a mi alrededor—. Huele asquerosamente a alcohol aquí.

—Abre las ventanas, deja que el aire circule. —se ríe.

—Espera.

Me pongo de pie poniendo los ojos en blanco por el inesperado desequilibrio, sin embargo me estabilizo y dejo el teléfono sobre la cama mientras hago caso a mi mi mejor amigo sobre abrir las ventanas de la habitación. Empujo las cortinas quejándome puesto que prácticamente quedo cegada con la luz del día afuera, el dolor de cabeza se intensifica y me quedo frente a la ventana por unos segundos en cuanto la abro, aspirando aire fresco. Bajo la mirada a la ropa sobre mi cuerpo, llevo puesto una camiseta enorme de Harry junto a shorts holgados de pijama, quiero saber si Tiffanny accedió a dormir aquí puesto que no puedo recordar nada desde que caí dormida en el auto de camino a casa y camino de vuelta a la cama en busca de mi teléfono.

—¿Has hablado con Tiffanny? —pongo el teléfono en mi oreja.

—Uhm... no. —contesta dudoso—. Creí que ustedes estaban juntas.

—Si... Bueno, no sé. —relamo mis labios—. Me trajo a casa de Harry y recuerdo haberle pedido que se quedara, pero no sé si está aquí.

—¿Harry está ahí? —quiere saber.

—Está en Nueva York. —recuerdo y suspiro—. Chris... Es demasiado temprano.

—¡Estaba preocupado por ti! —se queja y alejo el teléfono.

—Estoy bien. —repito—. Es solo resaca y quiero que sepas que no pienso volver a hacer esto por ti.