You're so 𝗚𝗢𝗟𝗗𝗘𝗡. Harry Styles.

𝟯𝟬

𝒀𝒐𝒖'𝒓𝒆 𝒂𝒍𝒍 𝑰 𝒕𝒉𝒊𝒏𝒌 𝒂𝒃𝒐𝒖𝒕, 𝒃𝒂𝒃𝒚
𝑰 𝒘𝒂𝒔 𝒔𝒐 𝒔𝒕𝒖𝒑𝒊𝒅 𝒇𝒐𝒓 𝒍𝒆𝒕𝒕𝒊𝒏𝒈 𝒚𝒐𝒖 𝒈𝒐
𝑩𝒖𝒕 𝑰 𝒌𝒏𝒐𝒘 𝒚𝒐𝒖'𝒓𝒆 𝒔𝒕𝒊𝒍𝒍 𝒕𝒉𝒆 𝒐𝒏𝒆

«sᴛɪʟʟ ᴛʜᴇ ᴏɴᴇ»
ᴏɴᴇ ᴅɪʀᴇᴄᴛɪᴏɴ
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Los planes para las fiestas de fin de años eran los mismos desde que Charles tuvo que mudarse a Nueva York, pijamas graciosas junto a enormes tazas de chocolate caliente y por supuesto películas navideñas durante todo el día en el apartamento. El clima en invierno tampoco era que nos permitía hacer algo más, sinceramente eran mis planes, aunque Connor y Charles siempre intentaban quejarse por lo aburrido que eran, no pienso que lo sean, Richard lo adoraba y estoy completamente segura que era un excelente momento para disfrutar juntos de los cuatro.

—¿Grace va a venir? —cuestiono tomando asiento en el sofa en medio de mis hermanos.

—No. —Charles contesta—. Va a pasarlo con su familia hoy y podemos estar nosotros juntos.

—Qué afortunados. —Connor bromea.

—¿Verdad que si? —me río.

—Ya. —Charles entrecierra sus ojos—. ¿Christian si va a venir para año nuevo?

—Por supuesto. —me quejo—. Está obligado a ser mi novio puesto que al parecer soy la única soltera en esta familia.

—Porque quieres. —Connor dice muy bajito, pero puedo escucharlo y golpeo su brazo.

—Pero si. —miro a Charles—. Bruce no va a poder venir, así que va a viajar con Tiff.

Principalmente Chris iba a viajar conmigo para pasar navidad junto a nosotros, pero Bruce tiene que atender algunas ocupaciones por el fin de año y no tuve problema para que mi mejor amigo se quedará con su novio en Los Ángeles, sin embargo prometió venir aquí para año nuevo y pasarlo conmigo con la intención de no plantarme. Tiffanny tenía planeado desde el primer momento venir solo para una fecha, ha conseguido plaza en algunos congresos y talleres para ampliar su ámbito profesional, ahora está muy ocupada con eso y estoy muy contenta con lo mucho que está interesada en conocer otras oportunidades.

—¿Cansado? —me río al momento que Connor bosteza.

—Algo. —mueve su cabeza—. Creo que el cambio de horario me va a afectar esta vez.

—Terrible. —arrugo mi nariz—. ¿Qué planes tenemos para esta larga noche? —enciendo el televisor.

—¿Preguntas por cortesía no? —Connor frunce el ceño—. Porque hacemos los mismos planes desde hace años.

—Es pura cortesía. —Charles se ríe de acuerdo.

—Pues no me molesta hacerlo un año más. —bebo un sorbo de mi chocolate caliente—. Pensé que a ustedes tampoco. —coloco la taza sobre la mesa de centro.

—No vamos a dejar de hacerlos. —Charles ladea una sonrisa.

—Estaremos aquí frente al televisor. —Connor guiña un ojo.