You're so 𝗚𝗢𝗟𝗗𝗘𝗡. Harry Styles.

𝟰𝟵

𝒀𝒆𝒂𝒉, 𝑰 𝒇𝒆𝒍𝒍 𝒇𝒐𝒓 𝒚𝒐𝒖
𝑩𝒂𝒃𝒚, 𝒍𝒐𝒐𝒌 𝒘𝒉𝒂𝒕 𝒚𝒐𝒖'𝒗𝒆 𝒅𝒐𝒏𝒆 𝒕𝒐 𝒎𝒆
𝑩𝒂𝒃𝒚, 𝒚𝒐𝒖'𝒗𝒆 𝒈𝒐𝒕 𝒎𝒆 𝒕𝒊𝒆𝒅 𝒅𝒐𝒘𝒏
𝑩𝒂𝒃𝒚,  𝑰'𝒍𝒍 𝒏𝒆𝒗𝒆𝒓 𝒍𝒆𝒂𝒗𝒆
𝑰𝒇 𝒚𝒐𝒖 𝒌𝒆𝒆𝒑 𝒉𝒐𝒍𝒅𝒊𝒏𝒈 𝒎𝒆 𝒕𝒉𝒊𝒔 𝒘𝒂𝒚

«sᴛᴏᴄᴋʜᴏʟᴍ sʏɴᴅʀᴏᴍᴇ»
ᴏɴᴇ ᴅɪʀᴇᴄᴛɪᴏɴ
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El reloj sobre la mesa a un costado de mi cama, marca las once y treinta de la mañana, hice mi mejor intento por conciliar el sueño desde las cuatro de la mañana desde que estoy despierta, pero me ha sido imposible, quizá es hora de que me levante para tomar una ducha y pensar en hacer algo productivo este domingo. Tener que ajustarme al horario de regreso a California ha sido un completo desastre, como hoy, me es difícil mantenerme dormida en el momento que debería al igual que estar despierta durante el día me parece casi imposible, aún así con todo esto, agradezco que el cambio de horarios no me haya afectado en lo absoluto durante todo el tiempo que estuvimos en Italia y haber podido disfrutar completamente.

Después de una larga ducha relajante, salgo de mi habitación revisando mi teléfono con un par de mensajes, le he enviado uno más temprano a Charles por su cumpleaños y, aunque sabe que de todas maneras voy a llamarlo, decido ir a la cocina para prepararme un rápido desayuno. El silencio que inunda todo el apartamento me hace caer en la realidad de que Ronnie no está viviendo más aquí, a pesar que mantenemos el contacto constante y antes ha prometido que vendrá aquí tal cual lo hacía antes de tomar mi decisión de vivir en Los Ángeles, admito que en todos estos días he extrañado tenerla aquí.

Tengo un par de días más de mis vacaciones para descansar, es aburrido sin nadie aquí, con todos trabajando y, aunque admito que fuera menos aburrido si estuviese trabajando y en la compañía, pienso que es mejor idea seguir aquí ajustándome al horario de vuelta. Tomo asiento frente a la isla de la cocina junto a una taza de café, un emparedado y un bowl cargado de frutas para mi desayuno, reviso mi teléfono con la respuesta de mi hermano y decido que es buena hora para llamarlo por lo que marco su numero en una videollamada.

—Hola... —sonrío una vez aparece en la pantalla de mi teléfono.

—¿Cómo estás, Gabs? —se ríe.

—Bien. —imito su risa—. Cansada, pero todo bien.

—Me alegra escuchar eso.

—¿y tú, cumpleañero? —arrugo mi nariz.

—Descansando. —suspira—. He decidido tomarme el día libre.

—No puede ser. —pongo una mano en mi pecho sorprendida—. ¿En serio?

—Así es. —extiende su teléfono para que pueda ver que está en su apartamento.

—Esto es increíble. —admito llevando un trozo de fruta a mi boca—. Pero lo mereces completamente.

—Gracias. —guiña un ojo—. Por cierto ¿Qué hacías despierta a las cuatro de la mañana, Gabs?

—Me esta afectando el cambio de horas. —frunzo mis labios—. Al menos tengo un par de días más de vacaciones.

—Descansa, por favor. —pide.

—Lo haré. —ladeo mi cabeza y suspiro—. Feliz cumpleaños, Charles.

—Gracias, Gabs. —sonríe.