El Donante | hs

XVIII. Lara

XVIII. Lara

            Haber sido presentada con la familia de Harry fue toda experiencia, empezando por el hecho de que nunca había conocido a la madre de un hombre en algo más que plan de amigos, y si bien Harry y yo lo éramos, o al menos eso quería creer, entre nosotros existía una hija de por medio, y nuestras vidas se verían unidas por siempre. Sentía escalofríos recorrer mi cuerpo ante ese pensamiento, joder, aún era un poco raro pensarlo de esa manera, tan intensa.

           Ahora me sentía muchísimo más tranquila, porque sinceramente había estado muy nerviosa y ansiosa por conocerla, por saber cómo era y por cómo me trataría tomando en cuenta las condiciones en las que la haría abuela. Pero Anne se había comportado muy bien conmigo, era una persona muy amable, y hasta podría decir que era dulce, tenía un encanto natural que era obvio que Harry había heredado de ella.

          También había conocido a su hermana y a su cuñado, a los cuales recordaba por mi intrusión en su fiesta de compromiso, todos ellos habían sido muy amables conmigo, y eso me tranquilizaba, puesto que por mi bebé tendríamos que estar conviviendo, y aunque sabía que no era necesario agradarles a esas personas, quería hacerlo, quería que todo saliera lo mejor posible para ofrecerle una vida tranquila y llena de amor a mi hija, claro, dentro de lo que estaba bajo mi poder.

           Ahora mismo estaba sentada en el jardín con Harry a mi lado, no faltaba mucho tiempo para regresar a casa, estaba por oscurecer y debíamos partir lo más pronto posible para no llegar tan noche, personalmente me sentía agotada.

           —Abby...— La voz de Harry me sacó de mis pensamientos. Lo miré esperando que continuara. — ¿Puedo hablarle? —Su pregunta me tomó completamente por sorpresa, de primer momento no sabía a qué se refería, pero se refería a la bebé. Lo miré detenidamente y aún un poco atontada, asentí.

           Me sonrió y mordió su labio, inclinándose levemente y acercándose más a la bebé que se encontraba dentro de mí, puso sus dos manos sobre mi vientre tomándome por sorpresa y empezó a hablarle. Su cercanía me dejo quieta en mi lugar, mis manos a mis costados y mi espalda derecha, pegada a la madera de la banca en la que estábamos.

            —Hola nena, no sé si lo sepas, pero yo soy tu papá. — Mis labios se entreabrieron, y aun sintiéndome de piedra, una sonrisa escapo de mi, sentí mis ojos picar ante lo que estaba presenciando. — Todavía falta tiempo hasta que pueda conocerte, pero quiero que sepas que te espero con mucho amor.

            Presioné mis labios y miré hacia arriba en un intento de retener las lágrimas ¡Por dios! ¿Por qué tenía que estar tan emocional?

           Harry susurró un par de cosas más, finalizando con un "te amo" y posteriormente dejó un suave beso en mi barriga. No lo evité más y llevé mi mano a interrumpir el viaje de una lagrima que había conseguido avanzar por mi rostro. Absorbí con la nariz y esto hizo que Harry me mirara preocupado.

           —¿Qué sucede?

           —Nada. Lo siento. — reí. — Es solo que, me pareció muy tierno que hayas hecho eso... no me hagas caso, son las hormonas. Lloro por todo.

           —¿Estás segura? Si te sentiste incomoda estas en todo el derecho de decírmelo, y no lo volveré a hacer.

           —¡No! Para nada, adelante. Es tu bebé también.

           Una enorme sonrisa se instaló en el rostro de Harry, se mordió el labio inferior y ladeó su cabeza hacia un lado.

          —Es la primera vez que dices eso.