El Donante | hs

VIII. Bosque Encantado II

VIII. Bosque Encantado II

Abigail.

Estaba teniendo problemas para aceptar lo que estaba viendo frente a mis ojos. ¿Era de verdad real lo que estaba sucediendo? ¿Era real la persona que tenía frente a mí? Ya no estaba segura de sí tanta azúcar estaba haciéndome algún tipo de efecto y empezaba a obligarme a ver cosas que no estaban ahí, pero Harry Styles estaba frente a mí. Maldición.

Miré a todas partes, asegurándome de que nadie estuviera prestándonos atención. Nadie debía verme con él, y menos la familia quisquillosa de papá. Lo miré. Él estaba ahí, mirándome con esos enormes ojos verdes, expectantes. Estaba a punto de repetir mi pregunta cuando empecé a ver luces negras por todas partes y a sentir que todo a mi alrededor se movía, alargué mi mano tratando de alcanzar la mesa de postres y asegurar mi equilibrio, sin embargo, cuando debí tocarla con mi mano no lo hice y estuve a punto de caer.

—¡Woa, woa, woa! — el cuerpo de Harry Styles se acercó a mí, envolviéndome con sus brazos para darme soporte y me guió hacia uno de los columpios del bosque encantado. Me dejé guiar por él, sintiéndome un poco fuera de mí y tomé asiento inclinándome un poco hacia delante. — ¿Estas bien?

Sujeté mi cabeza con mi mano derecha y la otra la puse en mi vientre.

—Creo que se me subió el azúcar, he comido más pastelitos de los que mi cuerpo puede soportar. — Empecé a intentar regular mi respiración, inhalando y exhalando el aire lentamente, tratando de controlarme. — Se me pasará pronto. Gracias por ayudarme.

—¿Segura? No te ves nada bien. — Lo miré. Él presionó sus labios cuando se dio cuenta la otra manera en la que se podían interpretar sus palabras. — ¡No! Disculpa, no es lo que quise decir.

Negué lentamente.

—No te preocupes, no me lo tomé a mal. — Le sonreí conforme empezaba a sentirme mejor y me enderecé. — No respondiste mi pregunta, ¿Qué estás haciendo aquí?

Miré hacia al frente y mis ojos cayeron en mi prima. Cassim. Joder. Todo tenía sentido ahora, ¿Cómo no lo pensé? Harry es de los mejores amigos de Cass, incondicional de Chelie. Mierda. Mierda. Mierda. Tragué duro y me recordé que no debía estar cerca de él, no debíamos volver a vernos después de que me entregara su esperma.

—Lo mismo me he estado preguntando desde que entre y te vi aquí. ¿Quieres explicarme por qué Cassim dice que eres su prima? — Su cara estaba llena de confusión, demandaba por una respuesta. Se puso en cuclillas frente a mí, me enderecé más tratando de permanecer lo más alejada posible de su cuerpo y que esto no diera a malinterpretaciones. No deseaba a mi familia cotilleando de esto.

Presioné mis labios en una línea.

—Quizá porque, en efecto, ella y yo somos primas. — le di una respuesta vaga, lo sabía. No estaba respondiendo lo que él quería saber. Giró sus ojos y medio una expresión de no jodas.

—Necesito una mejor respuesta Abigail. — me mordí mi labio y miré nuevamente a nuestro alrededor.

—Señor Styles, Harry... de verdad, no quiero sonar grosera, y mucho menos sonar malagradecida, pero tenemos un acuerdo, cumpliste con tu parte, ahora déjame cumplir con la mía. — pedí en un grito susurrado. Empecé a ponerme de pie y él hizo lo mismo. — Escucha, parte del contrato dice que no investigaría nada de tu vida, ni tú de la mía, ¿cierto?

Él asintió dándome la razón.

—Lo sé, créeme que tengo eso muy claro, estoy consciente de lo que dice el contrato, pero debes entender que eso fue antes de que yo... de saber que tu conocías a Cassim. — guardo silenció unos momentos, organizando su mente, quizá. — Tengo muchas preguntas, ¿ella fue quien te metió a la fiesta de mi hermana? ¿Ella sabía todo esto?