XXVII. Verde

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XXVII. Verde

           La villa era hermosa, y enorme; sus paredes eran de un tono beige y tenia la apariencia de un castillo, no es que hubiera visto muchos fuera de Disney, pero era increíble.  Estaba rodeada de arboles grandísimos y un jardín precioso, flores de todos los colores, aunque predominaban las blancas y azules, me encantaba. Hacía un clima precioso, el cielo estaba despejado y el sol calentaba justo lo necesario y eso hacía que todo el paisaje se viera mucho mejor. Sonreí al imaginarme las fotos que podría tomar aquí. 

           Había un par de camionetas delante de nosotros esperando a que los valet se acercaran a estacionar sus camionetas. Yo no podía dejar de tamborilear mis dedos sobre mi panza, aún seguía nerviosa, ya no tanto por el qué dirá la gente aquí si no por conocer al papá de Harry, no podía evitar pensar en por qué Harry nunca lo había mencionado hasta ahora, hasta que nos vimos en la necesidad de toparnos con él. ¿Será que no estaban en buenos términos? Lo miré y se veía tranquilo, no había ninguna señal de que estuviera preocupado o ansioso. Resoplé. Tampoco debía estarlo. 

          —¿Lista? — me preguntó mientras se desabrochaba el cinturón de seguridad. Asentí. 

          —Claro. 

          Bajó por su lado al momento que un valet se acercó a abrir mi puerta, me quité el cinturón rápidamente y le sonreí. Tomé mi bolsa para guardar mi celular y tomé la mano que me ofrecía para bajar. Murmuré un gracias y me reuní con Harry en la parte trasera de la camioneta, estaba bajando ambas maletas y se las pasaba a una segunda persona que la subía sobre un carrito que estaba segura sería transportado al interior. 

          Al finalizar le ofreció propina a ambos chicos que sonrieron agradecidos alejándose al interior. Harry se acercó a mi para entrar. Me sonrió y me ofreció su brazo para que lo tomara, cosa que gustosa acepté. Subimos unos cuantos escalones y wow... por dentro era aún más bonita. Todo estaba decorado en tonos blancos y beiges, se veía muy elegante pero sin topar en lo aburrido. Estaba segura que a Lara le encantaría ver este lugar, probablemente tomaría un par de fotos para enviárselas. 

          —Buenas tardes, Sr. Styles...— saludó Janel, la secretaría de Harry. Le sonreí cuando ella lo hizo.— Buenas tardes Srta. Rovira.

         —Hola, Janel. 

         —Les entrego las llaves de su habitación. Esta en la tercera planta, espero que no haya inconveniente con usted Srta. Rovira por su embarazo.

         Harry me miró y le sonreí negando.

         —Oh, no, no te preocupes, esta pequeña y yo aún aguantamos subir un par de escalones. No hay problema por mí. 

         —¿Segura Abby? Podría pedir que nos preparen una habitación en la primera o segunda planta. — me dijo Harry suavemente tocándome el brazo.

         —No es necesario. Te prometo que si llego a necesitarlo, te lo diré. — le aseguré.

         Él asintió y yo tomé las llaves de las manos de Janel. 

         —Gracias, Janel. ¿Joel ha podido venir?

         Su sonrisa se extendió al asentir. 

         —Sí, ahora mismo esta con Georgie mientras termino de entregar las llaves. Pero ha preguntado por usted, esta ansioso por la revancha en el futbol. 

         Bromeó y yo levanté las cejas. ¿Harry jugando futbol? Eso tenía que verlo. Vagamente recordé sus participaciones en el orfanato y me emocioné. Sería divertido de ver.

El Donante | hsWhere stories live. Discover now