Capitulo 78

575 51 8
                                    

Amelia

- Es que yo no se si te amo como tú me amas - terminé la frase que me había interrumpido - Cuando me dijiste que me amabas fue como una revelación para mi, me pregunté todo este tiempo si yo sentía lo mismo por ti, pero no te quiero engañar Leo y no puedo seguir engañándome tampoco, por más que lo deteste en este momento, aún amo a Chris, nunca deje de amarlo realmente y todo esto es un error creó que solo lo estaba castigando por lo que hizo, te quiero y eres alguien importante para mi, pero no me quieres a medias. Créeme que pensé todas las cosas que podríamos vivir juntos, sé que no dejaría muchas cosas si estoy contigo sin embargo realmente él nunca me obligó a dejar nada, yo accedí por que quise, porque lo amo, he estado actuando con orgullo y solo estoy llevando a mi matrimonio más a la ruina.
- Regina no, por favor.
- Lo siento, pero tiene que ser así, desde el principio lo sabíamos que esto no llegaría lejos, no quiero herirte.
- Es demasiado tarde.
- Lo sé, me duele porque te quiero.
- Lo ves me quieres Regina - agarró mis manos.
- Si te quiero.
Él me beso.
- Vámonos lejos, dejare todo por ti.
- Leonardo no puedo, creo que es tiempo que me vaya.
- No puedes irte así nada más.
- Se acabó, en verdad lo siento mucho, pero...
- No te dejare ir tan fácilmente - Me miro a los ojos - él no te merece.
- yo tampoco te merezco, cariño.
- Claro que si.

Él me abrazó fuerte y yo también.

- Pediré que vengan por mi.
- Piénsalo Amelia.
- Leonardo no hagas esto más difícil.

Me aleje de él, tomé mi teléfono para mandar un mensaje a uno de los de mi seguridad para que pasará a buscarme.

- esperare afuera.
- Actúas como si no te importara.

Me dolió que dijera que no tenía sentimientos al menos así lo tomé.

- No es justo que todo caiga en mi, desde un principio sabíamos que esto no llegaría lejos, es mejor que me vaya.

Agarré mi pequeño bolso y camine a la puerta el me detuvo.

- No creas que esto terminó.

No le conteste, solo salí por la puerta derramando lágrimas cuando cerré la puerta, tal vez tenía razón solo me gustaba utilizar a las personas.

Escuche los pasos de Daniel en la madrugada, me levanté rápido para alcanzarlos.

- Dani.
- Morenita.
- ¿podrías dormir conmigo?
Él me sonrió.
- Claro.

Entró a mi habitación, puso el saco en la silla que ya traía en una de sus manos, se quitó los zapatos y se unió a la cama conmigo.

- ¿Cuándo fue la última vez que hicimos esto?
- Creó que no solo aleje a Chris de mi - dije algo apenada.
- ¿Qué sucede?
- De todo, mi vida es un desastre.
- Todo tiene solución menos la muerte.
- te has escuchado como mi mamá.
Los dos empezamos a reír.
- es verdad, creó que es la depresión de saber que vas a cumplir 30 años.
- No lo menciones, 30 años. Me estoy haciendo vieja.
- ¿No has escuchado que los 30 son los nuevos 20?
- ¿De donde sacas tantas cosas Daniel?
- No lo sé, creó que de las mujeres con las que salgo.
- Hablando de eso ¿qué tal la princesa?
- En realidad muy bien.
- Porque no te escucho muy entusiasmado.
- Siempre pensé que encontraría a alguien como tú.
- ¿cómo yo?
- Si, que no perteneciera a nada.
- Ordinaria.
- Tú no eres ordinaria morenita, pero no quería a nadie porque no quiero seguir haciendo esto, no es para mi.
- También pensé que no era para mi y creó no me va mal.
- Lo haces muy bien.
- Gracias.
- ¿te gusta?
- Si me gusta, pero no me apresuraré.

Nos quedamos hablando un rato más hasta que nos ganó el sueño.

- ¿sabes que es un juego?
- Lo sé, pero me gusta ganar.
- Majestad, su real alteza ¿Pueden abrocharse el cinturón para aterrizar? - dijo la azafata.
- Claro - le respondí con una sonrisa, ella se fue.

Majesty [EN CORRECCIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora