Capitulo 58

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Amelia

No iba a darle satisfacción a ninguna de verme llorar, salí de ahí casi corriendo, Chris me gritaba y sabía que me alcanzaría, cuando llegue al pasillo al dar la vuelta él me agarró.

- Lo siento, lo siento mucho, por favor perdóname.

Lo empuje y le di una cachetada que sonó en el vacío pasillo, o al menos pensé que lo estaba.

- ¡mierda! - la voz de Drew hizo que los dos volteémoos.
Drew estaba con Daniel que estaban sorprendidos por lo que había pasado, empecé a llorar.
- ¿qué pasa? - preguntó Daniel, se acercó a mi no dude y lo abracé.
- Quiero irme de aquí - lloré.
Necesitaba que me sacara del palacio.
- Morenita ¿qué pasa? - se acercó Drew.
- Ya se enteró - confesó Chris.
- ¡cielos! - dijo Daniel
Como balde de agua fría que me había caído, reaccione, me alejé de él y de Drew que intento acercarse.
- ¿lo sabían? - acuse.
- Morenita debes de...- empezó a decir Drew, Daniel ni me miró.
- ¡Todos ustedes son unos malditos mentirosos! - les grité - ¡No los quiero ver!
Las lagrimas salían como río de mis ojos.
- Por favor, cariño... - suplicó Chris.
- ¡No soy tu cariño! ¡ya no más!

Los tres quisieron acercarse a mi, pero los detuve, di media vuelta yéndome de ahí,

Llegue a la habitación poniéndole seguro, no quería ver a nadie, me sentía traicionada, mi celular empezó a sonar en la pantalla apareció el nombre de mi mamá.

Aclare mi garganta para que no escuche que he llorado.

- Hola hija, solo para avisarte que estamos en Miami.
- ¡Qué bueno mamá!
- ¿te pasa algo?
- No.
- Te escuchó rara.
- Creó que me voy a enfermar.
- Fue mala idea irnos, me siento mal en dejarte.
Mordí mi labio para no llorar.
- Mami estoy bien, estaré bien, en serio.
Más bien me lo decía para mi.
- Bueno hija, sabes que te amamos mucho, no estás sola tienes mucha gente que te quiere - Me tape la boca para no hacer ruido con mi llanto - En especial Chris.
¡Si claro!
- Cuídate y salúdanos a todos.
- Igual ustedes, los amo.

Colgué el teléfono porque empecé a llorar más fuerte, mande un mensaje, agarré una de mis bolsas grandes metiendo ropa al azar, al menos dos prendas porque no entraba más, tome las llaves que necesitaba, ya sabía como salir sin ser vista así que me cambie por algo súper sencillo poniéndome una gorra, tenis y gafas de sol.

Camine por los pasillos menos concurridos del palacio hasta llegar a la salida de empleados, era la hora que terminaban los turnos y todos estaban saliendo cansados, por lo tanto pude salir sin ser vista o reconocida, camine lo más lejos que pude del palacio, a tiempo me llegó el mensaje que necesitaba, no estaba segura si caminar o tomar un taxi, lo malo que tenía es que si caminaba era que podía ser reconocida, pasó un taxi que detuve, le di la dirección, cuando llegue él ya me estaba esperando.

- Hola, Lia.
- ¿Podrías?
- Claro.

Él pago en taxi, subimos a su departamento.

- Discúlpame Alex por venir así.
- No te preocupes Lia ¿qué pasó?
- Yo no quiero hablar de eso.
Las lagrimas volvieron a salir, él me abrazó.
- ¿Quieres acostarte?
- En realidad no, solo esperare a que sea la hora.
- ¿Quieres algo?
- ¿Tienes agua?
- Si.

Me dejo en la sala para ir a buscar el vaso de agua.

- Me he enterado de tu compromiso, ¡Felicidades!
- Gracias Lia.
Me entregó el vaso de agua, el cual tome hasta acabarlo.
- No quiero causar problemas por eso solo esperare hasta que sea la hora del vuelo.
- Stacy no está fue a ver a sus padres fuera de la ciudad.
- ¿por qué no fuiste?
- Tenia trabajo.

Empecé a preguntarle muchas cosas para no pensar en lo que me pasaba, no vi en qué momento me quede dormida, sentí una pequeña sacudida.

- Lia, es hora.
- Claro.

El agarró mi bolsa y bajamos a donde estaba su auto.

- ¿Lo has cambiado?
- Me han subido el sueldo.
- ¡Felicidades!
- ¡Gracias!

En el camino al aeropuerto solo escuchamos música.

- Siempre me rehusé a escuchar tu música de rock y nunca admití que me gustaba.
- Pero lo sabía, a veces las cantabas.
- Bueno, Daniel es como tu, con sus raros gustos musicales.
- Los tuyos son raros con los Gays de los Jonas brothers.
- Cuidado con lo que dices.
Él empezó a reír.
- Se como enojarte rápido.

Cuando llegamos al aeropuerto casi no había gente ya que era muy de noche a pesar de que era verano.

- Iré por tu boleto.

Había agarrado una sudadera grande de Alex, así que me veía ridícula.

- aqui está, ya van abordar.
- Gracias por todo Alex, siempre saliendo a mi rescate.
- Siempre contarás conmigo.
- tu conmigo.

Lo abracé y le di un beso en la mejilla.

- Cuídate Lia.
- Tu igual.

Camine a la salida donde abordaría, rogué con que nadie me reconociera y nada mejor que estar en clase turista.

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Majesty [EN CORRECCIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora