Capitulo 4

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Chris

Estaba retrasado, casi corrí por los pasillos del palacio, no me gustaba llegar tarde a ver a Amelia porque eran horas perdidas que no estaba con ella, los demás me miraban, pero no decían nada.

—Mil disculpas —les dije apenas entre, Tiffany la wedding planner hizo reverencia, Amelia me sonrió, pero podía ver qué estaba molesta — por la demora — sin importarme su enfado le di un besó.
—Le decía a la señorita Amelia.
—Amelia —replicó ella.
Tiffany puso cara de disculpa.
—que así se vería el salón.
—Está perfecto —dije sonriendo.
Amelia me miró achicando los ojos para después poner los ojos en blanco, algo le pasaba.
—La pista de baile estará en medio —me dijo Tiffany.
Mire a Amelia que sabía que no estaba prestando atención a Tiffany
—Disculpa que te interrumpa —Tiffany me miró expectante — será que me puedas dar unos minutos con Amelia.
—Si, sí, claro.
Tiffany salió rápido de la habitación.
—¿Qué sucede?
Miré a Amelia que me miró molesta.
—Pasa que parece que no es mi boda.
—¿Qué quieres decir?
Me miró como si fuera obvio.
—no entiendo.
Suspiró enojada.
—Lo que te está mostrando no es nada de lo que yo le dije.
—¿No lo es?
—No, claramente no has prestado atención a las cosas antes Chris porque para ti todo está perfecto, le he pedido muchas cosas para la boda, pero me ha dicho que no se puede porque no es algo de la realeza, pero es nuestra boda ya tuve suficiente con que no realizará mi sueño de casarme en la playa.
Me sentía mal.
—No me voy a casar sola, esto es de los dos, Charles — ahora cuando se enoja se le da por llamarme Charles.
—Lo lamento es que tengo muchas cosas en la cabeza y responsabilidades.
—Lo sé, pero te quiero conmigo en esto, es nuestra boda, yo también tengo cosas en la cabeza ¿crees que no me preocupa la coronación?
Tenía razón debo ponerle más empeño a esto y no darlo por hecho.
—Lamento haberlo dado por hecho, cariño. Se hará todo lo que digas.
—No se puede.
—Se puede, soy el Rey y es mi boda.
Ella me sonrió de oreja a oreja, vaya que rápido cambia de humor.
—Ahora ¿Podemos seguir?
—Si.
Le dije a Tiffany que volviera a pasar, ella volvió a tomar asiento.
—Ahora Tiffany, Amelia tiene unas cosas que decirle.
Mire Amelia y le sonreí.
—No quiero ese diseño, pedí mesas largas de las cuales van a hacer blanco con dorado, quiero follaje, colgantes y candelabros...
—Pero...
Antes de que Tiffany protestara.
—Lo ordenó
—claro, majestad. Es solo que tendremos que reorganizar todo ya mismo por el poco tiempo que tenemos, solo faltan 15 días.
—Sé que podrás Tiffany.
—la pista de baile ¿Está bien ahí?
—Si, perfecto en medio, no quiero esos grandes centros de mesa la gente necesita verse mientras plática.
Tiffany anotaba las cosas que Amelia le decía.
—Otra cosa, quiero entrar a la iglesia con la canción de Turning page.
Sonreí con esa canción le propuse matrimonio.
—Veré si la iglesia lo permite.
—Hablaré personalmente con el obispo — le dije a Tiffany imagino que me lo agradecía.
—Gracias cariño.
—¿Aún quiere al coro?
—Claro.
—mañana tiene su última prueba de vestido.
—Si, lo tengo presente.
—¿Su familia llegará siempre 3 días antes?
—Si para la cena de ensayo.
—Si tiene algún cambio más, por favor ¿podría hacérmelo saber?
—Por supuesto.
—eso sería todo.

Ella se levantó despidiéndose de mano con Amelia y dándome una reverencia, la acompañé a la puerta los guardias se encontraban resguardando, salí con ella de la habitación.

— ¿Tiffany te encargaste de lo que te pedí?
—si Majestad, ya está confirmado.
—Gracias.
—a sus órdenes.
Hizo una última reverencia y se fue, volví entrar a la habitación.

— ¿Estás contenta? — Amelia estaba con su celular
Ella me sonrió
—Un poco.
— ¿Un poco?
—si.

Saqué mi celular y puse lo que sabía que le gustaba.

—Ven aquí cariño.

La atraje hacia mi dándole un beso, one and only sonaba mientras bailamos, amo bailar con Amelia y espero bailar con ella el resto de mi vida, puso su cabeza sobre mi hombro había mejorado en el baile y es que sabía que había estado tomando clases, aún recuerdo cuando bailamos esa primera vez.

—Tienes algo que me pertenece.
—es mío ahora
Le fui levantando el vestido.
—¿Tienes hambre?
—depende si nos referimos a la misma cosa.
—¿Traes un bóxer?
Ella se puso roja.
—Es de Daniel ¿no creías que iría al evento sin bragas? Qué tal si se me levantaba el vestido.
—¿Y por qué le pediste a Daniel el bóxer?
—Porque lo iba a ver.
—Pudiste pedírmelo a mí.
—No, porque tú me quitaste mis bragas.
—¿No te dio vergüenza?
—Claro que sí, pero prefiero esa vergüenza a otra de mostrar todo.
La fui llevando hasta la mesa para que pudiera sentarse.
—Abre las piernas.
Ella obedeció, metí mi mano en el bóxer para tocar su feminidad, ella gimió cuando empecé acariciarlo, le introduje un dedo, la bese mientras la masturbaba.

— Charles... — Todo fue tan rápido que no escuchamos la puerta abrirse, no nos imaginamos que mi madre entraría sin tocar — ¡Cielos!

Majesty [EN CORRECCIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora