Capitulo 6

952 73 1
                                    

Chris

Estaba estresado por Amelia y mi madre.

Amelia decía que el prenupcial era algo injusto y anticuado del siglo pasado.

Y mi madre...

— No le veo ningún problema con que no firme el prenupcial Charles.
— Madre, por favor. Comprende cómo te sentirías que te hubieran hecho firmar eso.
— Lo hicieron y lo firme sin protestar.
La mire sorprendido.
— Así es Charles, firme un contrato el mismo que el de Amelia, lo hice porque estaba, estoy enamorada de tu padre y no me importaba otra cosa más que él, estaba segura de que nunca me divorciaría si quieres a alguien lo demás pasa a segundo término.
— Amo Amelia, madre.
— Lo sé hijo, pero ¿ella te ama realmente?
— Lo hace, ha renunciado demasiado por mí y renunciara a más cuando se convierta en mi reina.
— Entonces eso no es impedimento.
— Bien, tienes razón.
— Hoy le mandaremos los papeles para que firme le diré a Nadia que lo haga.
—Déjalo yo le diré a Melody, ya has ayudado bastante.
—Otra cosa.
—¿Qué paso?
—Me he enterado de las cosas que han cambiado y sabes que eso no está permitido.
—Madre estamos en otro siglo, podemos hacer algunas excepciones, sabes que Amelia...
— Si, si, ya ha cedido bastante, debe aprender a comportarse Charles lo sabes,
— Si, madre.
— Tiene que respetar las costumbres y tradiciones de la corona.
— Solo por esta vez.
— está bien Charles, sé que eres el rey, no quiero agobiarte más.
— Gracias.
— Te quiero hijo y quiero lo mejor para ti.

Me tomó de mano sobre la mesa y le dio un palmeo está acostumbrado a que mi madre no sea demostrativa de afecto.

— Iré a la otra casa a ver a Daniel y después a la de campo, tal vez me quedé ahí unos días ¿Estarás bien?
— Si, tranquila.

Mi madre se fue cerrando la puerta tras ella, tenía mucho trabajo que hacer, primero le pedí a Melody que hablara con el abogado para quitar esas cláusulas del prenupcial.

— Su majestad el abogado tendrá en una hora listo el papel.
— Gracias Melody.
— ¿Se lo envío a Sandra?
— Si, por favor.

Amelia estaba enfadada conmigo por no decir más ayer sobre el contrato, pero me gusta actuar en lugar de decir que no soluciona nada, le mandé un mensaje diciéndome que solo tenía que firmar el contrato que ya había hecho cambiar el prenupcial, ya que no contesto mi llamado.

— Ha llegado el primer ministro, majestad.
— Claro, ya voy.

Cuando salí de reunirme con el primer ministro Amelia me contestó con un gracias, así a secas aún seguía molesta, aunque espero que no mucho.

— Melody, voy a entrenar.
— Majestad, tiene una reunión.
— Pásalo para mañana.
— Le diré a Fabrice que lo vea en el gimnasio.
— Gracias.


— Tiene que concentrarse majestad.
— Revancha.
— atento.

Libere mi mente un rato y le gane, eso sí me ayudó a relajarme, tenía razón mi padre cuando decía que ser rey no eran fácil, muchas responsabilidades y yo lo único que quiero es estar acostado con Amelia mientras la miró ver sus películas de romance o comedia.
Le mandé un mensaje a Melody recibí su respuesta inmediata, me bañé y cambie, subí a mi auto que tenía bastante que no conducía y fui directo al departamento de Amelia, toque unas dos veces antes que Drew saliera.

— Pero quien tenemos aquí, su majestad.

Drew me caía bien, era un buen amigo de Amelia y la apoyaba, me gustaba llevarme bien con él porque era su mejor amigo, me ayudó mucho con el español.

— Mi alumno ejemplar, no me dijo que vendrías.
Abrió por completo la puerta para que pudiera pasar.
— En realidad, no lo sabe.
— se acaba de ir la estirada.
— ¿Estirada?
— Sandra, se llevó el papel.
Él me miró des aprobatoriamente.
— Tranquilo, le quite eso.
— de otra manera no la hubiera dejado firmar.
— ¿Lo leíste?
— No, ni ella solo Sandra se lo dio rápido y firmó, pero obvio ya sabía del cambio.
— Entonces ¿Qué tan enojada está?
— mmm... Se le bajó al ver su vestido.
— Cierto, tenía prueba hoy.
— Así que solo te dará un poco de batalla.
— Subiré a verla ¿Saldrás hoy?
— ¿Por qué quieren estar solos?
Me sonrió cómplice.
— no, la llevaré a palacio, quiero mostrarle algo.
— Bien, no saldré Trev viene, bueno... eso creó.
Hizo una mueca, algo pasaba entre Trevor y Drew antes que pudiera decir algo — sube antes que la morenita se duerma, sabes cómo es.
— Si, claro.

Subí las escaleras a su habitación, la puerta estaba entre abierta, tenía música y cantaba, pero no podía ver qué hacía, toqué dos veces.

— ¿Qué paso? — grito y siguió cantando.
Asome la cabeza y ella me miró boca abierta.
— ¿Qué haces aquí? — Vaya no esperaba ese recibimiento — Quiero decir ¿Cómo estás aquí? — se acercó a mí, dándome un pequeño beso, tenía sus diminutos shorts y una blusa que podía ver qué no tenía brasier abajo de ella.
— En carro,
— ¡Qué gracioso!
Se sentó al borde de la cama.
— Quiero mostrarte algo, solo que tendrías que acompañarme al palacio.
— yo pensé que era otra cosa.
Me sonrió, sabía a lo que se refería, me gustaba saber que a pesar de estar un poco enfadada, me deseaba.
— Si quieres al final de la noche igual puedo mostrarte lo otro.
— Mmm... No lo sé, si tenga ganas después.
— ¿En serio?
— Estoy bromeando siempre tengo ganas de ti, tendré que cambiarme.
— Te espero.

Entro al armario luego asomó la cabeza.

— ¿Tengo que ir en vestido?
— No, puedes usar lo que quieres.
— Gracias.
Volvió a meterse en el armario pocos minutos después salió con un pantalón y una blusa que decía, yo nunca creceré.
— tengo que aprovechar a usar estás ropas porque no lo haré de nuevo.
— Yo no he dicho nada ¿Vamos?

Ella asintió con la cabeza, bajamos juntos las escaleras, Drew se encontraban en la cocina.

— Al rato regresó — le dijo.
— Diviértanse.
— Dile a Trev que ni se le ocurra acabarse mis chocolates — ella le sonrió.
— No va a venir.
Su sonrisa desapareció.
— Si no regreso tarde, veremos la peli.
— No te preocupes, anda ve.
— ¿Seguro?
— Si.
Ella se le acercó a él y le dijo algo al oído este asintió, se dieron un besó rápido.
— Nos vemos.
— Adiós Drew.
— Majestad — hizo una gran reverencia y empezó a reírse.

Salimos del departamento, las escoltas rápidamente se pusieron en posición, le abrí la puerta del carro para que pudiera subirse, maneje directo a palacio.

— ¿algo sucede entre Trevor y Drew?
— solo no están en el mejor momento, pero lo solucionarán.

No indague más porque no quería que Amelia traicione la confianza de Drew, cuando llegamos al palacio fuimos directo a dónde quería llevarla.

— ¿me vas a matar?
— Jamás
— Siento que estamos haciendo algo prohibido.
— No lo es, tranquila.

Bajamos las escaleras del palacio, antes de llegar al fondo se encontraban los guardias en la puerta, ellos hicieron reverencia y volvieron a su posición de guardia.

— ¿Qué es? — dijo ansiosa.
— Ya verás.
Digité los números y puse mi dedo, las puertas se abrieron, la habitación se iluminó cuando entramos, ella me miró sorprendía.

— ¿Es real?
Asentí.
— Sé que aún no decides la corona que quieres llevar en la boda, así que mejor quise traerte para que las veas personalmente.

Majesty [EN CORRECCIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora