Majesty [EN CORRECCIÓN]

Capitulo 31

Amelia

Estaba en el baño llorando cuando Chris entró.

— ¿Qué haces aquí?
Dijo frívolo.
— Deberías irte de aquí, Amelia.
Trague con dificultad, pero me levanté como pude, pase a su lado agarré una bolsa grande y empecé a meter mi ropa, si lo que quería es que me fuera lo haré, no podía soportar que él sea así conmigo, sin decir nada más abrí la puerta y me topé con Daniel.
— ¿te vas a ir?
— me acaba de correr.
— Vamos a mi casa.
— No creo que...
— Amelia si llegas a casa de Drew con una maleta te pueden ver y empezarán hablar.
Tenía razón, si Chris ya pensaba que andaba con él que más da.

Sabía que tenía los ojos hinchados y no quería salir de la habitación, así que cuando vino Daniel a las 9 am a tocar, no le contesté. Quería estar sola en mi miseria, lo bueno que no tenía eventos planeados esta semana y no sé si aún las tenga, de seguro Chris querrá divorciarse ¿Estaba dispuesta a abandonarlo? No lo sé, lo amaba demasiado a pesar de que ayer se portó muy feo conmigo, a las 10 am Daniel volvió a tocar la puerta.

— Pasa.
— ¿quieres desayunar?
— No tengo hambre.
— Debes desayunar.
— es que si me meto algo vomitaré.
— ¿Qué vas a hacer?
— No lo sé, creó que nos vamos a divorciar.
— ¿Estás segura?
— No.
— Te apoyaré, no importa si tengo que ir contra mi familia.
— Daniel no, tú debes ser fiel a tu familia, al fin y acabo es lo único que tenemos.
— Tu igual eres mi familia Amelia y no hicimos nada malo, aparte de eso, nos arrepentimos.
— Tu hermano no lo cree así.
— Charly está enojado ahora, solo hay que darle tiempo para que aclare su mente, él te ama.
— ¿tú crees?
— Sí.

Daniel había convivido toda su vida con él y lo conocía mejor, eso me daba esperanzas.

Vino a visitarme Drew en la noche, le conté lo que había pasado llorando, pensé que me quedaría sin lágrimas en algún momento, pero no pasó, se quedó a dormir conmigo. No tenía ganas de nada. Él me animaba a salir de la habitación, pero no quería ni caminar, no había sabido nada de Chris y ya paso una semana, hasta que al mediodía del viernes recibí una llamada de Sandra.

— Majestad.
Me aclaré mi garganta antes de hablar.
— Sandra.
— Le hablaba para recordarle que mañana tiene la sesión de fotos — Se me había olvidado por completo — El rey dijo que está tomando un pequeño descanso así que seré breve— entonces Chris no había decido nada aún — tengo los papeles de la fundación, pero como mañana regresa lo puede checar o prefiere que se lo envía en dónde está.
— No, está bien. Mañana lo checo que llegue, Gracias.
— ¿Se le ofrece algo más?
— No, estoy bien.
— Claro majestad, si necesita algo puede llamarme.
— Gracias, adiós Sandra
Le colgué antes que diga algo más, tenía mis ojos hinchados de tanto llorar tenía que hacer algo para bajarlos, bueno sabía la solución, no llorar y después de escuchar que Chris no había dicho nada, tenía razón Daniel necesitaba tiempo, salí de la habitación a la cocina.

— Hola morenita, — estaba comiendo helado con una cuchara — me alegra ver qué te has levantado.
— necesito desinflamar mis ojos, mañana tengo la sesión de fotos con Chris.
— ¿En serio?
— Si — dije un poco emocionada — ¿Si sabes lo que quiere decir eso?
— Claro.
— Vamos a rogar que todo se aclare. Así que ya me siento mejor.
— busquemos en internet que ayuda, si no lo mando a traer.

El tecleo en su teléfono, agarré su cuchara y empecé a comer helado con él mientras buscábamos en internet.

— ayuda el hielo, ponte helado.
— Daniel con cubos de hielo está bien.
— Es verdad.
Él se levantó para al refrigerador en busca de los hielos, los envolvió en un paño y me los ofreció, me los puse en los ojos.
— Tengo una idea mejor.
Fui al refrigerador y saqué todo de lo que me acordaba de como se hacía una mascarilla casera.