Majesty [EN CORRECCIÓN]

Capitulo 70

Amelia

- Necesito que busques personas que quieran trabajar para mi.
- ¿majestad?
- Seguridad.
- Majestad la seguridad la da la corona.
- No los quiero.
- Pero...
- No te he preguntado Sandra, quiero nuevo equipo trabajando para mi.
- Claro, majestad.

Estuve pensando en las palabras de Leonardo en Ibiza, no me sentía segura y cuando se trata de protección, siempre protegen más a Christopher.

- ¿el color?
- No me gusta.
- ¿El blanco?
- El marfil me gustó más.
- ¿tu crees?
- Si.
- ¿por qué te fuiste a toda velocidad hoy en la mañana?
- Estaba molesta.
- ¿con quién?
- Leonardo.
Mi teléfono sonó y colgué, hablando del rey de Roma.
- ¿es él?
- Si.
- ¿por qué no le contestas?
- Estoy molesta.
- ¿por qué?
- A cazado un animal indefenso.
- Morenita, sabias que eso iba a pasar, sino habría sido él, hubiera sido otro, lo sabes.
- Si lo sé, pero algunos no lo hicieron.
- Como sea, se hizo. Supéralo.
El teléfono vibro de nuevo.
- Contestare.

Fui a la pequeña cocina de Drew.

- Hola.
- ¿por qué no has contestado mis mensajes y llamadas?
- Me dormí y estoy con Drew.
- ¿estás molesta?
- Un poco.
- ¿por qué estás molesta?
- Mataste un ciervo.
- ¡Era una cacería Regina!
- Lo sé.
- ¿podemos vernos?
Mire a Drew que se veía en el espejo.
- Estoy en el departamento de Drew, se está probando sus trajes.
- ¿podemos vernos?
- Te envío la dirección.
- Perfecto.

Una parte de mí le gustaba que sea autoritario y sin rodeos.

- Le he dicho que venga - le dije a Drew sentándome otra vez en el sillón.
- ¿Puedo ser sincero contigo?
- Si.
- Siento que estás jugando con fuego y te puedes quemar.
Puse los ojos en blanco.
- No me mal entiendas, Leonardo está todo un cuero, es más si fuera gay, yo igual me lo tiraría justo en el sillón donde estás sentada.
- ¡Drew!
- ¡Déjame terminar! Has pasado por mucho con respecta a tu relación con Christopher, pero...
- No estás de acuerdo.
- No lo sé, tengo sentimientos encontrados.
- Chris ya sabe que es Leonardo.
- ¿por qué no me había dicho nada?
- Fue esta mañana, me ha puesto una trampa con lo de la cacería, se dio cuenta cuando le arreglé el cabello a Leo.
- Me dará un infarto con todo este asunto, no sé si podré llegar a mi boda, morenita.
- Tranquiló, me ha dicho que me dejara, lo cual me dejó atónita.
- ¡No lo puedo creer!
- ¿qué vas hacer?
- Me gusta Leonardo, para ser honesta el sexo con el es salvaje.
- No me digas más me lo imagino, pero ¿es solo atracción o te gusta?
Suspire.
- estoy confundida.
- Estás jodida.
- Si lo estoy.

Después de 40 minutos el timbre sonó, cuando Drew abrió la puerta Leonardo apareció por la puerta, casi me le abalanzó para besarlo.

- Traje Champán - dijo, agarré el champán y lo puse en la mesa.
- Yo iré a devolver estos - dijo Drew agarrando sus trajes - Adiós guapo.
Pasó a lado de Leonardo guiñándole el ojo y cerró la puerta tras el.
- ¿ya no estás molesta?
Lo volví a besar negando con la cabeza, le empecé a quitar el saco y la camisa después seguí con su pantalón dejándolo en bóxers, él hizo los mismos conmigo, lo lleve a mi anterior cuarto.
-¿Qué te paso?
Preguntó por mis moretones de mis brazos.
- nada - volví a besarlo pero el me detuvo.
- Dime.
Me miró a los ojos.
- no fue nada ¿Podemos continuar?
- ¿Fue él?
- Leonardo, por favor fue sin querer ok.
- no voy a permitir que...
- Chris nunca me ha hecho daño de ese modo, él no es así fue cuando le dije lo de nosotros.
- eso no justifica.
- Si lo sé, pero fue sin querer.
- confiaré en tu juicio.
- No deberías - volví a besarlo - ahora coje y calla - le mordí su labio.

- ¿Me perdonas por matar el ciervo?
- Si.
- ¿Me vas a decir qué pasó?
- Christopher sabe que eres tú.
- Lo imagine.
- ¿por qué no me dijiste nada?
- No estaba tan seguro aparte no podía acercarme así como así.
- ¿Cuándo regresas?
- No lo sé, aún es mitad del mes no creó poder inventar algo para regresar a Londres.
- Tal vez podemos vernos como dijiste en Ibiza.
- ¿mañana?
- Si.
- Perfecto, tendré que ir a Italia a firmar unas cosas y te veo en Ibiza.
Me besó.
- Odio que fumes.
- Lo siento.
- Me quedaré estos - le dije quitándole sus lentes de sol.
- Son mis favoritos.
- puedes comprarte otros.
- Regina tengo que irme, se deben estar preguntando donde estoy.
- Si, yo también, tengo que hacer entrevistas.
- ¿entrevistas?
- Pensé en lo que me dijiste, que debería rodearme de gente es que fiel a mi y lo haré.
- Me sentiré más seguro así.
- Yo también.
- Cuídate.
- Tu igual.

Me ayudo a ponerme mi saco.

- Definitivo se te ven mejor a ti que a mi - me levantó los lentes y me besó.
- Nos vemos mia regina.
- Adiós, señor presidente.

Él salió por la parte de atrás del edificio y yo por la parte de adelante donde me había estacionado, cuando llegue al palacio, fui directo donde sabía que Sandra entrevistaría a los nuevos prospectos, pero en camino me encontré a Daniel con Christopher.

- Hola morenita ¿dónde vas? - me saludó Daniel.
- Vengó más bien.
- ¿dónde fuiste?
- Con Drew.
Vi como Christopher puso los ojos en blanco.
- ¿esos lentes son nuevos? - dijo señalando los lentes que tenía en la cabeza.
- Si.
- ¿dónde los compraste? - me los quito y se los puso - También se los he visto a Leonardo de hecho le iba a preguntar.
- Son Christian ¿no ves? - Se los quite - Son míos, ¿desde cuando estas de preguntón Daniel?
- ¿A ti desde cuando te enoja que te pregunté?
- No me molesta, tengo cosas que hacer, adiós.
Christopher no hablo para nada, me despedí de la mano, me alejé un poco de ellos.
- anda rara - escuche que dijo Daniel a Chris antes de alejarme más.

- Majestad - hicieron reverencia cuando pase a su lado.
- Buenas tardes - salude.

Entre a la habitación donde Sandra estaba entrevistando, me senté a su lado.

- No es necesario que esté aquí majestad - dijo Sandra.
- Lo sé, Sandra - dije algo irritada - pero quiero hacerlo yo misma.
- Claro.
- Pasa a todos aquí, será rápido.
- Por supuesto.
Sandra se levantó y pasó a todos.
- Muy bien chicos - me volví a levantar - necesito que se pongan en fila para los vea.
Ellos obedecieron el cuarto se veía chico con estos hombres fornidos en ella.
- Les voy a ser muy clara y solo les haré una pregunta la cual quiero que me contesten con honestidad, si mienten lo sabré, Sandra sabe que soy una detector de mentiras andante ¿verdad? - miré a Sandra y ella asintió rápido.
- Si hubiera un tiroteo o cualquier peligro estando yo y el rey Charles ¿a quien salvarían primero?
- A usted - dijeron 4 chicos rápidamente los otros se miraron entre ellos.
- Bien, ustedes cuatro están contratados me gustó que no tardaran en contestar, los demás se pueden ir, gracias por haber venido.
Sin decir nada más los demás chicos salieron.
- Muy bien, muchas gracias por no dudar en su respuesta, tengo reglas para que trabajen conmigo y si no las acatan se van. Número uno: todo lo que vean que haga o diga tiene prohibido que salga de ustedes, firmarán un contrato de confidencialidad y si lo rompen les saldrá más caros a ustedes que a mi, segundo a la única que le tienen que seguir es a mi y solo a mi, no me importa si el rey está a lado mío, recuerden que les doy mi confianza para cuidarme, tercero no le rinden cuantas a nadie más que a mi, yo soy su jefa, cuarto todo lo que les mande hacer lo harán sin peros o reproches - miré a Sandra, ella bajo la mirada - Son reglas simples, si no las respetan, se van.
- Si majestad.
- bien chicos, pueden salir y dejarme con Sandra, en un momento se les hará firmar sus contratos y empiezan mañana mismo.
- Gracias majestad.

Hicieron reverencia antes de salir, mire a Sandra.

- Sandra todos esas reglas igual van para ti, no se te olvide, estás aquí por qué eres eficiente, pero si me llegó a enterar de tu traición, te vas y no me importa lo que digan los demás ¿entendido?
Ella asintió nerviosa.
- Recuerda que puedo ser muy buena, pero también muy mala cuando me lo propongo, me gusta que mi gente sea leal a mi a pesar de todo, así que si no lo tienes claro es momento de que hables y te transfiero a otro lado y que te vayas definitivamente.
- Majestad, soy fiel a usted.
La miré a los ojos.
- Eso espero Sandra - Antes de salir le dije - No pongas nada este fin de semana que viajaré.
- Si majestad.