Capitulo 9

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Amelia

— ¿Cómo?
— Chicas vayan a ayudar a los demás.
Ellas salieron corriendo del baño.
— Estás bien.
Asentí con la cabeza, miré alrededor y solo estábamos los dos en el baño.
— ¿Cómo es que están aquí?
No me importaba, pero me alegraba verlo, lo volví abrazar.
— Tranquila, se está solucionando el problema.
— ¿Qué han hecho?
— Estamos comprando los teléfonos de todos.
— ¿Cómo?
— Vamos.
— ¿Los demás?
— Ya nos alcanzarán.

Me guío hasta la salida trasera de la discoteca.

— Por aquí.

Estaba oscuro, así que me tomo de la mano para no caer, subimos al auto y manejo.

— ¿Chris?
— Nos espera.
— ¿Estaban igual aquí?
— sí, mañana nos veríamos, era sorpresa.
— No puedo creerlo.
— Yo no puedo creer que con ese vestido pudiste pelear.
Me entrego una pequeña botella de vodka que me la tomé de un trago.
— Tranquila.

La casa donde ellos se alojaban no estaba muy alejada de la de nosotros, la casa era un poco del estilo de la nosotros, solo que estaba hecha un desastre, Chris me vio y se me acercó apresurado.

— ¿Estás bien?
— Si, tranquilo— estaba un poco mareada.

Estaba alterado y no podía culparlo.

— ¿Qué paso?
— Un tipo me agarró indebidamente.
— ¡hijo de perra! — dijo Daniel.
— Lo sé — los demás empezaron a entrar riéndose — ¡Ay Drew!
Me acerque a él que tenía sangre en su labio.
— Lo siento — le dije.
— Estoy bien morenita ¿Tú?
— Estoy bien.
Los dos empezamos a reír, después de todo aún teníamos alcohol en nuestro cuerpo y en el mío estaba haciendo efecto el que me tomé minutos antes.
— ¿Cómo llegaste tú a pelear? — Chris preguntó con cara de pocos amigos.
—empecé a pegarle porque él le pegó a Drew, la novia se metió me dijo que dejara a su novio.
— y aquí la morenita le dice Eres una perra no sabes con quién te metiste, Zaz que la agarra del cabello y empiezan a pelear.
— ¿Amelia?
— Ella empezó — dije excusando mi comportamiento.
— La muy perra, me llamo puta.
— ¿Puta? — pregunto Daniel.
— Si, el puto es su novio asqueroso.
— El vocabulario Amelia — me reprendió Chris.
— Solo digo la verdad, cariño.
Él empezó a negar con la cabeza.
— Creó que deberíamos subir a qué te duermas.
— estoy bien.
— No lo creó.
— Vamos, cariño.
— lo que quiero y es que me quites este vestido.

Todos rieron por mi comentario.

— Vamos.

Me llevo casi arrastras de ahí, la habitación estaba ordenada, lo primero que hice fue tirar mis zapatillas a los lados y me le aventé a besarlo, olía extraño y se veía chistoso con esa camisa de flores.

— te voy a quitar esa camisa y tú quítame mi vestido.

Baje la camisa por sus brazos y él me quito mi vestido, empecé a besarlo, pero pare en seco cuando vi un beso en su cuello.

— ¿Qué es esto?
— ¿Qué?
— Esto — apunté a su cuello y fue al baño a verse.
— No es nada — empezó a quitarse el labial, pero era indeleble.
— ¿estuviste con una mujer?
— ¡No!
— ¡Claro que sí!

Salí del baño furiosa en busca de mi vestido, cuando lo recogí en el suelo estaban unas bragas, las agarre y se las tiré.

— ¿Y esto qué?
— No es lo que piensas — dijo tratando de calmarme.
— ¡Eres un maldito mentiroso, Charles!

Me puse mi vestido cómo pude y salí de la habitación sin dejar que hablara, él me siguió, abajo se encontraba Daniel.

— Daniel llévame a la casa, por favor.
— ¿Qué pasa?
— Si no me llevas, me voy caminando.
— No le hagas caso, Daniel.
— ¿Ahora qué? — preguntó él.

Antes que Chris explicará, camine a la salida.

— Amelia, espera — me grito Chris — Piensa que me acosté con alguien.
Me imagino que Daniel le preguntó.
— Amelia no te vayas — Daniel grito me detuve, él se acercó a mí trotando — no es lo que piensas, o sea no pasó nada solo contratamos nudistas por diversión no pasó nada. Lo juro, Charly no quería, pero técnicamente lo obligamos.
Mire a Daniel y luego a Chris que estaba atrás de él esperando el milagro.
— ¿Debería cortarme o algo así?
Sabía a lo que se refería.
— No, nada de eso.
Sonreímos los dos.
— Vamos ve su cara.
Nos acercamos a Chris.
— Lo siento, soy una tonta.
Lo abrace y él a mí.
— No lo eres, lo siento yo no debí dejar que me obligarán.
— Tranquilo, no es una despedida sin strippers.

Chris me besó y me abrazo, vi como Daniel subía las escaleras, nuestras miradas chocaron y le di las gracias con los labios, él me guiño el ojo.

— ¿Quieres? Es un bloody Mary.
— Odio el jugo de tomate.
— ¿En serio?
— Si.
— mejor quiero café.
—¿No odias ser los únicos despiertos a esta hora?
— A veces.
— Mira — Daniel puso una caja sobre la barra, mire dentro de la caja y había un montón de celulares.
— No puedo creerlo ¿En serio la gente dejó que les compraran sus teléfonos?
— ahora quiero dinero es lo único que quiero.
Lo mire sin comprender.
— Canción de los Beatles ¿No?
— Lo siento, solo me gustan dos canciones a lo mucho.
— Deberíamos quitarte la nacionalidad.
— ¡tonto! Voy a pagarles.
— En realidad, Charly dio todo.
— Le voy a pagar.
— No exageres, ya le pagaste ayer en la noche.
— ¡Oye! — le di un golpe.
— Bromeó, vamos a ver tu pelea.
— está bien.

Agarró uno de los teléfonos y lo encendió, la dueña tenía varias fotos.

— Me siento mal de revisar.
— No lo sientas, cuando se dieran cuenta de quién eras, lo iban a subir a las redes por algo de atención.
— Tal vez tengas razón.
— Siempre.
— eres un soberbio.
— aquí está.
Daniel reprodujo el vídeo, aparecía cuando empecé a pegarle al tipo, luego se ve dónde la vieja me empuja no se escucha muy bien por el ruido de la música.
— ahí le digo lo de Perra.
Los dos empezamos a reír, se ve dónde la agarro del cabello y ella a mí.
— Eso debió de doler.
— Un poco.
— No quisiera meterme en problemas contigo.
— No te conviene.
— Si tengo algún problema, te hablaré.
— Cuando quieras.
Los dos empezamos a reír.

Majesty [EN CORRECCIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora