Majesty [EN CORRECCIÓN]

Capitulo 35

Amelia

Lloré en la regadera para no hacer ruido, cuando salí del baño la estilista ya me esperaba en la puerta, hoy si le había dejado difícil su trabajo.

— Es que vi una película de perritos.
Le dije excusando mi apariencia.
— No sé preocupe, no hay nada que no tenga solución.

"No hay nada que no tenga solución."

Tiene razón.

Tenía ganas de llorar otra vez, a mi cabeza viene la imagen de Ella saliendo de la habitación de Chris.

¡Ella!

¿Por qué ella? De todas las malditas mujeres en el mundo, tenía que ser Ella Morton, su ex prometida.

Estaba tentada a cancelar, pero no dejaré que me vea derrotada, me hicieron pequeñas ondas en mi cabello.

— ¿Qué le ha dicho el rey de su nuevo cabello?
— Le ha gustado.
Mentí porque no había hablado con Chris más de lo necesario y ayer cuando me vio... No quiero pensar en eso porque se me llenan mis ojos de lágrimas.
— ¡Qué bueno!
— Si, Gracias Helena.
— Para servirle majestad, le dejo para que se vista.

Helena salió, me puse un vestido de cuadritos azul rey y blanco.

— Majestad, es hora — dijo Sandra al otro lado.
— Estoy lista.

Agarré el libro y salí.

— Amelia — volteé a ver a Daniel que venía corriendo a nosotros, Sandra se adelantó y nosotros caminamos atrás de ella — ¿Cómo estás?
— ¿Podemos hablar de esto después? Estoy maquillada y voy a leerle a los niños, no quiero llorar.
Él me miró preocupado.
— ¿Almorzamos juntos?
— Está bien.

Me despedí de él con la mano y me alejé a paso apresurado.

Me aplaudieron cuando termine de leer el principio, sé que era algo cliché, pero es uno de mis favoritos aparte no puedo leer a los niños cosas de grandes, me tomé fotos con cada uno de ellos, me dio mucha tristeza ver a los niños enfermos y una lágrima se me derramó, me la limpié rápido antes que la gente se diera cuenta, el olor fuerte de los antisépticos me provocaron y tal vez tenía que ver qué no había desayunado.

— Sandra, no me siento bien.
— Si quiere podemos irnos.
— Por favor.

Le di las gracias a todos, pero no aguantaba las ganas de vomitarlo, así que fui al baño más cercano y lo hice.

¡Qué asco!

— Le estoy hablando al doctor.
— No, estoy bien, tranquila.
— ¿Segura?
— Sí, vámonos.

Cuando llegue al palacio me cambié por mi nueva camisa de los Jonas, ya que había comprado uno de cada cosa que vendían en el concierto, me puse a escuchar la música más triste que tenía en mi playlist, volví a llorar, no sé en qué momento me quedé dormida por qué el golpe en la puerta me despertó, apague la música y abrí.

— Son las 5 pm, faltaste a nuestro almuerzo.
— Lo siento Dani.
— No te preocupes, vine a ver cómo estabas, nos han dicho que te sentías mal.
— Solo he vomitado.
— ¡asqueroso!
— Lo sé.
— ¿No has comido verdad?
— no tengo hambre.
— ¿me vas a decir por qué llegaste a mi cuarto llorando en la madrugada?
Empecé a llorar y él me abrazo, me daba vergüenza decir lo que había pasado.
— Chris y Ella
Fue lo único que dije y él adivinó.
— Llora Amelia, es justo sacarlo.
Y lo hice, llore hasta creer que me quedé seca.
— Ya no sé a dónde nos deja toda esta situación.
— Es un maldito idiota egocéntrico.
— No le digas así.
— ¿todavía lo defiendes por lo que te hizo?
— Yo...
Volví a llorar.
— ¿Quieres ir a cabalgar?
— No quiero que me vean así.
— ¿Quieres estar sola?
— No lo sé.
— tengo una reunión, pero regreso en la noche.
— No te preocupes por mí.
— tal vez podemos ver una película de lo más sangrienta.
— No es mala idea.
— Nos vemos al rato, cualquier cosa me avisas.