━━CHAPTER FIFTEEN

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ᴅᴀꜰᴀɴ ᴍᴏᴜɴᴛᴀɪɴ ɪ ❞

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Jiang Cheng salió disparado de la plaza de la ciudad como si su madre furiosa viniera detrás de él con Zidian listo para golpearlo en cualquier instante, sus manos sudaban por los nervios mientras sostenía al niño firmemente en sus brazos, su corazón latía con fuerza por la conmoción que habían tenido. causado.

"¿Wei Wuxian?" Miró al chico que se retorcía en sus manos, solo para ser literalmente abofeteado en la cara.

Sus manos eran pequeñas y definitivamente no había mucha fuerza que un niño pudiera reunir. Pero el gesto por sí solo fue suficiente para enojar a Jiang Cheng, gritando: "¡No te atrevas a pensar que no me atreveré a devolverte el golpe aunque parezcas un niño!" Cuando levantó el brazo para devolver el golpe, los ojos de Wen Yuan se abrieron más cuando dejó escapar un grito que fue tan penetrante como un cuerno de guerra.

"Que eres--? ¡Deja de gritar! " Jiang Cheng lo soltó en el suelo, pero el niño solo se frotó los ojos, la mejilla enrojecida y las lágrimas rodando por ellos. '¡¿No me digas que su memoria también se vio afectada?!' Gimió ante el problema porque era, sin duda, extremadamente malo con los niños. Se volvió hacia su hermana en busca de ayuda, antes de darse cuenta de que todo lo que buscaba era nada más que aire.

...¿A dónde había ido?

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"¡¿S-Shijie?!" Wei Ying abrió mucho los ojos ante la dama atrapada en el agarre de Lan Zhan.

"¿Shi...jie?" Repitiendo sus palabras, Jiang Yanli entrecerró los ojos y trató de acercarse, pero el brazo de Lan Zhan la detuvo fácilmente.

"¿Eres tú, A-Xian?"

Ni siquiera se había dado cuenta de que soltó las palabras; su mente estaba tan ocupada que no podía registrar nada más, como excusas para ocultar su identidad o mentiras para encubrir lo que necesitaba ocultar. Shijie, la misma Shijie que murió justo frente a él hace décadas, ahora estaba frente a él, luciendo exactamente como la recordaba.

Como si hubiera vuelto a la niña que había llorado por atención, Wei Ying ya había saltado hacia adelante para abrazarla, Lan Zhan soltó su agarre cuando todas las paredes de Wei Ying se derrumbaron instantáneamente. "¡¡Shijie...shijie!!" Solo podía llamarla una y otra vez mientras sus lágrimas empapaban la parte delantera de su vestido.

Jiang Yanli se quedó allí, estupefacto ante el hombre que lloraba abrazándola. Todos sus planes de regañarlo y regañarlo por irse sin una palabra fueron olvidados de inmediato, su mirada se suavizó hacia su Shidi, que ahora parecía no ser más que un niño perdido llorando por ayuda.

"A-Xian, ¿Qué te pasó?" Levantando su rostro suavemente, Yanli se limpió las manchas dejadas por las lágrimas en su rostro con la manga sin pensarlo dos veces, "¿Te duele en alguna parte?"

Su voz. ¿Cuántas décadas atrás había pasado desde la última vez que los escuchó? En su abrazo, era como si el mundo se hubiera detenido en su eje, su mente finalmente en paz. ¿Cómo pudo haber dado por sentada la amabilidad que le dio su Shijie?

"N-No, simplemente te extrañé", sollozó mientras ella le acariciaba el pelo. "Te extrañé mucho, Shijie..." Se estaba ahogando en la sensación de las suaves telas de seda y los aromas familiares de loto y champú que siempre habían rodeado a su hermana.

"Tonto A-Xian, si me extrañaste, ¿Por qué no volviste?" Yanli le dio un rápido golpe en la cabeza, frunciendo el ceño, “¿Sabes cuánto esfuerzo puso Padre para encontrarte? ¿Y qué tan furiosa está mamá?

𝕿𝖍𝖎𝖗𝖉 𝖙𝖎𝖒𝖊'𝖘 𝖙𝖍𝖊 𝖈𝖍𝖆𝖗𝖒 | TRADUCCIÓNWhere stories live. Discover now