Cap 04

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Es por la mañana. El sol entraba por las grandes ventanas de su habitación en el castillo. Abrió sus párpados con pesadez y rastros de sueño en ellos, odiaba madrugar. Pero una vez que abría los ojos, ya no podía volver a dormirse.

Se levantó de su cama, estirándose lo más que podía, para luego dirigirse al baño y comenzar su rutina mañanera diaria.

Se lavo los dientes, se baño, se peino, y finalmente se puso su uniforme. Atando su largo cabello en una media cola, despejando así su cara de aquellos mechones rulientos rebeldes.

Salió de su cuarto con hambre, y camino decidida hacia el Gran Comedor. En donde probablemente algunos alumnos ya se encontrarían desayunando. Y pudo confirmar aquel pensamiento cuando se adentró por las grandes puertas, viendo a los estudiantes hablando entre sí. O algunos simplemente desayunando.

Como de costumbre, se dirigió donde normalmente ella se sentaba con sus amigos. Encontrándolos ya allí, con sus respectivas tazas de café. Y por una extraña razón Fred se encontraba lanzando pequeños cereales de colores, a su gemelo. Quien estaba sentado frente a él.

–Fred deja ya a George.–Dijo ella en vez de saludarlos como todos los días. Mientras se sentaba al lado del nombrado.

Fred puso sus ojos en blanco, y en cambio George sonrió a Graycee.

–Gracias, Gray.–Agradeció George, con una pequeña sonrisa. Y luego volvió a llevar la taza de café a sus labios.

Graycee soltó una pequeña risita ante la situación, mientras empezaba a untar su tostada con mermelada de fresas. En cambio su mejor amigo a su lado quien había terminado ya de desayunar, apoyó su cabeza en el hombro de ella.

–No me gusta que me regañes. Me haces acordar a mi madre...–Susurro el sin quitar su cabeza de su hombro. Mientras sus ojos veían hacia arriba para poder verla.

Graycee sonrió al escucharlo y dejó un pequeño besito en su cabeza. Para después morder su apetitosa tostada.

–No dejaste que te acompañáramos a tu cuarto.–Hablo el pelirrojo de enfrente. Haciendo que la chica pusiera su atención en él.

–¡Tampoco nos dijiste que te irías tan temprano!–Agrego esta vez Fred, enderezándose nuevamente para poder mirar a su amiga.

Graycee no tenía ganas de hablar de lo sucedido con Cho Chang. Así que evitó los detalles y decidió mentir, no solo por ella. Sino también para no preocupar a los gemelos.

–Estaba cansada. Y además había recordado que tenía una tarea pendiente de pociones.

Fred la veía inseguro, sabía que Graycee no estaba diciendo la verdad. La conocía lo suficiente como para saber cundo estaba mintiendo o no. Sin embargo George solo asintió conforme ante la explicación de la chica.

Antes de que alguien pudiera decir algo más, Angelina encantadora como siempre llegó hasta ellos. Sentándose junto a George, demasiado cerca para ser solamente amigos.

El pecoso sonrió al verla, y ella le devolvió la sonrisa. Por el lado de Fred y Graycee se limitaron a ver con atención y entusiasmo la escena frente a ellos.

–¡Buenos días, chicos!–Saludo amable la recién llegada.

El pelirrojo continuaba sonriéndole, embobado viéndola. Su corazón comenzaba a acelerarse cada vez que ella lo miraba a los ojos, algo que antes no le sucedía.

Fred y Graycee le sonrieron en forma de saludo, no querían interrumpir, ni que Angelina se distrajera hablando con ellos. Ya que ambos querían que su novela de romance empezara.
Y en este caso los personajes principales eran Angelina y George.

No me voy a enamorarWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu