Cap 09

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Graycee se encontraba en la puerta de Gran Salón, en donde aún no estaba dispuesta a entrar sin Luna. Ya que luego de volver de la ciudad, ambas se fueron a sus respectivas habitaciones a cambiarse, colocándose el uniforme. Y la castaña dijo que la esperaría en la entrada del Gran Comedor.

A los pocos minutos una chica bajita, con el cabello rubio casi blanco, caminaba dando saltitos. Dirigiéndose a su amiga, al verla.

–¡Luna, ven! Puedes sentarte conmigo y mis amigos si quieres, claro.–Dijo Graycee al tener a la rubia frente a ella.

Luna sonrió de oreja a oreja, contenta con aquella propuesta, que era prácticamente nueva para ella. Jamás la habían invitado a compartir cena, almuerzo o desayuno.

Así que el hecho de pensar en sentarse con Graycee, la emocionaba mucho.

–¡Está bien!–Contesto contenta.

Graycee volvió a sonreírle, para luego tomarle la mano, dirigiéndose al Salón. Buscando al instante entrar a los gemelos Weasley, dirigiendo su mirada a donde normalmente ellos se sentaban juntos.

–¡Allí están!–Hablo Graycee elevando la voz, por el bullicio que emitían los estudiantes al hablar entre sí.

La chica tiro de la mano de la rubia, guiándola a donde se encontraban sus amigos. Y a medida que se iba acercando, la sonrisa de Fred crecía sin poder evitarlo o ocultarlo.

Graycee empujó a Fred con su cadera de manera burlona y peleadora, haciendo que este pusiera sus ojos en blancos soltando una risita. Pero entendió el mensaje, corriéndose para darle lugar a Graycee y Luna.

–¡Hola, chicos!–Saludo Graycee, y Luna a su lado sonrió tímidamente.–Ella es Luna, pero supongo que ya la conocen.–Volvió a hablar, mirando con cierto hambre a Fred, quien estaba por llevar una reventada de pan a su boca.

El pelirrojo lo noto, y antes de morderlo, se lo dio. A lo que Graycee sonrió contenta, dando un leve brinquito en el banco, tomandolo, y empezar a darle pequeños bocados.

–¿Donde estuviste, Nena?–Pregunto George luego de saludar a Luna con una sonrisa. A lo que ella correspondió amablemente.

–Fuimos a la ciudad para comprar los disfraces para el baile.–Contó Graycee terminando de tragar su pan.–Y luego a tomar un chocolate caliente.

Luna asintió escuchándola.

–Fue una tarde bonita.–Hablo tranquilamente.

–Me alegro que la hayan pasado bien.–Dijo esta vez Fred. A lo que Graycee apoyó su cabeza en su hombro, en gesto cariñoso.

Fred sonrió de lado, disfrutaba cuando su amiga era cariñosa con él. Sus mimos siempre lo tomaban por sorpresa.

Antes de que alguien pudiera decir algo más, alguien abrazo con fuerza a Graycee por detrás.
Ella se sorprendió ante aquella muestra repentina de afecto, y sus mariposas se contrajeron en su estómago al pensar en que podría ser el castaño.

Pero descartaba bastante esa opción, ya que Cedric era bastante tímido. Y sobretodo respetuoso, haciendo de todo para que ella no estuviera incómoda en ningún momento.

Graycee miró hacia atrás aún siendo abrazada, y sonrió de oreja a oreja al ver quien era. Corrió aquel pequeño cuerpo para dejarlo a un costado de ella, y también poder abrazarla.

–¡Ginny!–Chillo contenta Graycee, al ver a su pelirroja chiquita favorita.

Ginny la abrazaba con mucho amor, para ella era su hermana mayor que no tenía. La hermana pequeña de los gemelos atesoraba enormemente a Graycee Rosier, le gustaba que ella fuera a su casa y estuvieran juntas, jugarán, o pudiera contarle sus cosas.

No me voy a enamorarOù les histoires vivent. Découvrez maintenant