Cap 10

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Bailaban a ritmo de la música movida, estando rodeados de adolescentes eufóricos que disfrutaban contentos el baile.

Graycee, como era de esperarse bailaba increíblemente sexy. Sus movimientos eran inconscientes, dejándose llevar por la música y disfrutar al mover su cuerpo de manera natural.

Fred, sin poder contenerse, sus manos se apoyaron en la cintura de ella en cuanto Graycee giró en su lugar. Sonrió al sentir como el pelirrojo la acercaba a él, haciendo que su espalda pegara contra su pecho.

Movían sus caderas a la par, bailando a ritmo. Graycee sonreía sintiendo la diversión invadir su cuerpo, al igual que su mejor amigo. Pero el Gryffindor estaba más ocupado en mantenerla pegada contra su cuerpo, que en la diversión que sentía.

Fred comenzó a sonreír en cuanto Graycee subió su mano, acariciando los cabellos de él. Mientras sus cuerpos seguían frotándose al bailar pegados.

Sintió como sus manos apretaron con más fuerza sus caderas, haciendo que Graycee de manera inconsciente mordiera su labio inferior.

Luego de unos largos minutos, la música comenzó a ser más tranquila. Haciendo que las parejas salieran a bailar emocionadas de disfrutar y compartir el lento.

Graycee se dio la vuelta poniendo sus manos en los hombros de su pareja. A lo que él sonrió levemente, apoyando las suyas en sus caderas.

Ella sonrió, y apoyó su cabeza casi llegando al hombro del chico. Haciendo que sus cuerpo se acerque aún más, mientras cerraba sus ojos y dejaba que Fred guiara sus pasos.

–No sabía que podías bailar tan bien, Zanahoria...–Susurro Graycee cerca de su oído, manteniendo apoyada su cabeza en él.

Fred soltó una risita ronca, mientras sus brazos comenzaban a rodearla al rededor de su cintura. Y su cabeza se apoyó sobre la de ella, disfrutando así aún más el momento.

–¿Que puedo decir? Soy el mejor.–Contestó egocéntrico haciendo que ambos rieran.

Siguió dejándose llevar por su pareja de baile, sintiéndose segura en sus brazos. Quería quedarse allí para siempre, sin preocuparse de nada, sin pensar en nada, sin hacer nada. Más que solo estar abrazada a Fred Weasley.

–Estás preciosa, Graycee.–Hablo de repente susurrándole al oído. Haciendo que ella sonriera al escucharlo.

–Oh, eso lo sé.–Contesto en el mismo tono que había usado él, haciendo carcajear al pelirrojo.

Graycee salió de su escondite viéndolo a los ojos con una sonrisa. Le gustaba verlo bien, sobretodo cuando ella era la culpable de aquel bienestar.

Fred levantó una de sus manos, quitando uno de los mechones rebeldes de ella, dejándolo detrás de su oreja. Y sin poder resistirse su manos luego acaricio su mejilla, con cierto rubor en ella. No sabía si aquello podía ser solo maquillaje, si la había hecho ruborizar, o ambas cosas.

Graycee inconscientemente se meció como si fuera un gatito contra la mano del chico. Disfrutando de los cariños que daba su pulgar en ella.

Se fijo en Fred, quien estaba serio sin dejar de verla, sobretodo a sus ojos. Pero de repente su mirada bajo a sus labios, haciendo que su corazón controlará su mano y llevara su pulgar a ellos.

Deslizó su dedo por su labios inferior, dejando manchada su huella con un bálsamo de brillos que ella tenía aplicado. Pudo hacer que sus labios se separaran en un suave movimiento, haciendo que sus ojos se pusieran más oscuros. Deseando fuertemente besarla.

No me voy a enamorarWhere stories live. Discover now