ROLLER COASTER - HANKNOW

3

La cafetería era un mar de feromonas y no fue hasta que llegó el director que los estudiantes comenzaron a dispersarse. El pelinegro fue llevado afuera a la fuerza, y en ningún momento dejo de observar con ojos feroces al alfa que continuaba gruñendo por lo bajo y no lograba regular su respiración. Félix trataba de levantar al chico que seguía desplomado en el piso mientras Seungmin explicaba como podía lo que acababa de ocurrir.

Sólo cuando sacaron al chico del lugar Jisung empezó a calmarse. Su cabeza se partía de dolor y no podía pensar con claridad, el cuerpo no le funcionaba y sentía que iba a morir sofocado por el calor. Intentó caminar, pero las piernas no le respondieron y aunque oía que llamaban su nombre todo se mezclaba con el zumbido de su sangre latir en sus oídos. Comenzó a ver borroso y sentirse mareado, y de un momento a otro, cayó inconsciente sobre el suelo.

Despertó envuelto en mantas y en sudor, y por un momento pensó que todo había sido un mal sueño. Pero rápidamente advirtió que no se trataban de las paredes de su habitación sino de una enfermería. Tenía un suero en el brazo y un paño frío en la cabeza.

—Oh ya despertaste, ten cuidado, intenta moverte despacio —le advirtió una linda omega con el uniforme de enfermera escolar. Changbin se encontraba sentado en una silla, batiendo nerviosamente su pierna y mordiendo su labio, y al escucharla se incorporó enseguida para echar un vistazo al menor con ojos preocupados.

—¡Mierda Jisung casi me matas del susto!

—¿Qué pasó? —preguntó tratando de incorporarse.

—Perdiste la cabeza y luego te desmallaste —contestó agarrándose el puente de la nariz —descuida tu madre ya está viniendo para aquí —agregó un poco más calmado.

—L-lo siento Bin, no sé qué me pasó —su primo se limitó a negar con su cabeza y acariciarle los mechones rubios. Poco a poco cayó nuevamente dormido y despertó con los sollozos de su madre.

—Le hemos dado una inyección para suprimir leventemente su celo, así que el dolor y la temperatura deberían disminuir en las próximas horas. Estaba deshidratado así que también le hemos pasado un suero. Ha sido un primer celo muy malo, creo que lo mejor es que no asista por unos días y haga reposo —le explicaba calmadamente la enfermera tranquilizando a la alfa que se lamentaba a su lado.

—Mamá estoy bien, no llores —murmuró con voz débil.

—Hijo lo lamento tanto, no debí traerte en ese estado, debí dejar que tomaras el supresor —gimoteó besando su frente y acunando sus mejillas.

Jisung llegó a su casa sintiéndose fatal, había sido la mañana más agotadora de su vida y sólo le quedaban fuerzas para ducharse y acostarse a dormir. Una vez en su cama y sintiendo la brisa que entraba por su ventana intentó reflexionar sobre todo lo que había pasado.

Quería encontrarle una razón al por qué se había puesto así en la cafetería, por qué su lobo había reaccionado con aquel alfa de esa forma, por qué ya no le preocupaba ni un poco el omega que su olor había incitado todo y que había terminado tumbado en el piso y por qué sólo venía a su mente la imagen de aquellos grandes ojos negros que lo contemplaron enfurecidos.