ROLLER COASTER - HANKNOW

23

Jisung marcaba con manos temblorosas el número del omega. Ya había perdido la cuenta de cuantos mensajes y llamadas había dejado sin que éste contestara siquiera una vez. Estaba perdiendo la cabeza, necesitaba hablar con él.

Aunque Changbin le había dijera que todo estaba en orden y que Minho sólo quería descansar, precisaba escucharlo de su boca, necesitaba oírlo decir que todo estaba bien entre ellos dos.

Aun no anochecía cuando Jisung tocó insistentemente el timbre de la gran casa varias veces, sin contar con que Minho podría no estar solo.

Una mujer alta, de cabello y ojos negros y recta nariz abrió la gigantesca puerta y lo contempló con ojos intrigados. Jisung se paralizó ante la imponente alfa de rostro inexpresivo cuyos rasgos le recordaron al chico que había ido a buscar.

—¿Sí?

—H-hola... yo... ¿estaría Minho?

—¿Quién lo busca?

—Soy su... un amigo.

—¡¿JISUNG?!

Minho bajaba las escaleras corriendo, con una expresión de pánico en su cara.

—¿Quién es él Minho?

—Nadie Mamá, yo me encargo ¿sí? — dijo alarmado mientras lo empujaba al exterior de la vivienda —¿QUÉ DEMONIOS JISUNG? ¿QUÉ HACES AQUÍ? —vociferó una vez afuera.

—No contestabas mis llamadas, ¿qué querías que hicie...— pero en su interior el lobo de Jisung gruñó excitado por las feromonas que se desprendían de la sudada piel del omega, sin permitirle continuar lo que estaba diciendo —¿Minho e-estás... estás en celo?

—Eso no importa, necesito que te vayas ahora mismo.

—Espera, ¡hablemos por favor!

—No hay nada que hablar, vete a tu casa Jisung.

—Sólo escúchame ¿sí? Lo de hoy...

—Lo de hoy no fue nada ¿okay? Así que olvídalo.

—Min no puedes decir eso... tú también lo querías, lo dijiste. ¿Es porque están tus padres? ¿por eso te comportas así?

—No Jisung, ellos no tienen nada que ver... lo de hoy fue un beso, sólo eso. No confundas las cosas, entre tú y yo no hay nada.

—¡Minho sabes que no es así!

—¡Basta Jisung! ¡¿Qué parte no entiendes?!

—¡A ti, no te entiendo a ti! Minho no puede decir que no hay nada, no después de hoy... no después de todo este tiempo.

—No sé de qué hablas Jisung.

Jisung jadeó exasperado y sintió un nudo formarse en su garganta, no podía creer lo que estaba escuchando.

—Minho por favor no hagas esto —suspiró derrotado —tú... tú me gustas.

Su voz se quebró al pronunciar esas palabras, pero ya no le importaba. Sólo quería que Minho dejara de actuar de esa forma.

—Ve a casa Jisung, no sigas con esto —musitó éste sin siquiera mirarlo.

—¿Sólo eso tiene para decir? —preguntó con el hilo de voz que le quedaba — Minho mírame... mírame y di que no sientes algo por mí.

Minho permaneció en silencio, esquivando la mirada intensa y demandante del alfa. Jisung sintió como las manos de éste dejaban de hacer presión contra su pecho para detenerlo, y sin dudarlo un segundo, tomó su cintura para traerlo hacia él.

Tomó con su mano los pequeños puños cerrados del omega y los bajó para desarmar la barrera que los separaba, quedando tan cerca que podía sentir su agitada respiración sobre él.

Sin poder contenerse ante la cercanía, Jisung enterró su rostro en el cuello de Minho, suspirando sobre él, rendido por completo.

Un leve jadeo escapó de la boca del omega y antes de que éste pudiera recuperar el aliento, aprisionó sus labios, en un beso lento, angustiado e inseguro.

Jisung gruñó por lo bajo, rogando fundirse en el calor de su boca y sintiendo su piel incendiarse ante el contacto de las manos de Minho sobre su nuca. Pero justo cuando creyó que éste se aferraría a él, lo empujó.

En ese momento se escuchó el ruido de la puerta abrirse detrás de ellos, y la silueta de la alfa se asomó, con los brazos cruzados y moviendo su pie con impaciencia.

Jisung se aferró desesperado a la muñeca de Minho cuando éste empezó a caminar en dirección a la casa.

—Min...por favor.

Éste se detuvo unos segundos, pero luego levantó la cabeza y sus vacíos ojos recorrieron el desgarrado rostro del alfa sin inmutarse.

Antes de marcharse Minho le dedicó una última mirada glacial, y acercándose a su oído, fríamente susurró.

—No siento nada, no me gustas, no quiero nada de ti ¿satisfecho? Ahora vete Jisung, no quiero volver a verte.