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⚠️ Trigger Warning: ansiedad, depresión, baja autoestima, pensamientos suicidas, maltrato verbal. Si estás pasando por alguna de estas cosas, espero que lo superes y te mantengas fuerte. Sé lo que es, y aunque nada reemplaza la ayuda de un profesional, mi buzón siempre estará disponible para quien necesite aunque sea desahogarse un poco.

                                                              Un año atrás...

Minho despertó con sus manos y pies entumecidos, y su cuerpo tiritando por el frío. No lograba distinguir si era él, o si la casa realmente estaba helada, pues ya hacía un tiempo que se había acostumbrado a ese efecto de los supresores en su cuerpo.

Bajó las escaleras envuelto en una manta y se dejó caer al lado de la inmensa chimenea, rascando su cabeza intentando descifrar como demonios se prendía esa cosa. Movió la pequeña perilla al costado de esta de un lado al otro, y de arriba hacia abajo, pero nada.

No recordaba si alguna vez la había visto encendida, y comenzó a dudar si era de verdad o sólo decoración. Su estomagó rugió con fuerza en medio de la silenciosa y abandonada sala. ¿Había comido algo hoy? Ya ni siquiera de eso estaba seguro.

Se dijo a si mismo que una vez que tuviera algo caliente en su interior lograría hacer funcionar su cerebro, por lo que arrastró sus pies hasta la cocina, y buscó algo que pudiera preparar rápido para luego volver con eso.

Sacó un paquete de ramen de la alacena, pero antes de poder prender el fuego su teléfono sonó.

—¿M-mamá? —balbuceó inseguro, pues esta rara vez lo llamaba.

Mi asistente te llevará la ropa para esta noche —habló la mujer sin detenerse a saludarlo —deja que ella te arregle, no hay mucho que pueda hacer contigo, pero al menos debes verte presentable.

—Mamá sobre eso... —musitó Minho con la voz temblorosa. Tenía la esperanza de que sus padres lo hubiesen olvidado o desistido de la idea, pero era claro que no, y que ya no tenía más tiempo.

Ya hablamos de esto Minho. Irás, fin de la historia—sentenció su madre interrumpiéndolo—Se útil al menos una vez en tu vida.

Y dicho eso la mujer cortó la llamada, dejando a Minho con las palabras atascadas en su garganta.

Su vista se nubló por las lágrimas que cubrían sus ojos, y tuvo que apoyarse sobre el mármol del mostrador pues sus piernas se sentían débiles.

Perdió noción de cuánto tiempo estuvo así, con la cabeza gacha y la mirada perdida, mientras intentaba encontrar una forma de salir de esa situación, cuando otra vez su teléfono vibró.

"Te quiero allí a tiempo, ni pienses en faltar."

Su cuerpo se heló aún más si es que eso era posible. Sintió que la sangre dejaba de llegar a su cabeza, y su corazón latía con tal violencia que parecía que se saldría de su pecho.

De un momento a otro ya no podía respirar. Sus manos temblaban aún sosteniendo el móvil, e intentaba releer las cortantes palabras de su padre, pero todo a su alrededor no dejaba de dar vueltas.

Caminó tambaleándose hasta el sofá y se desplomó en él sosteniendo su frente con una mano y su corazón con la otra, tratando de dejar de hiperventilar.

¡¿Qué iba a hacer?¡ ¡¿qué más podía hacer?!

Podía arriesgarse a no ir, pero en cuanto su padre lo supiera era hombre muerto. Podía huir a lo de sus amigos, ¿y después qué? otra vez sería una carga para alguien, y se negaba a arruinar la vida de ellos también. Podía irse de casa, tomar lo que tenía y escapar, pero a quien engañaba, era un inútil y un bueno para nada y no duraría ni dos segundos solo.

ROLLER COASTER - HANKNOWWhere stories live. Discover now