ROLLER COASTER - HANKNOW

31

Su madre, Félix y Changbin llegaron a los pocos minutos de que los llamó. Supuso que debía informar a sus padres, pero no tenía sus números, ni el teléfono de Minho, y no pensaba moverse de allí para ir a buscarlo.

—¡¿Cariño que ocurrió?! —preguntó la alfa alarmada mientras se agachaba a envolverlo en un abrazo y secar su rostro.

—Yo... no lo sé, estábamos discutiendo y él... ¿mamá que voy a hacer si algo le pasa? —sollozó desconsolado en los brazos de su madre, mientras ésta acariciaba sus rubios cabellos en un inútil intento de calmarlo.

—Tranquilo hijo, ¿los médicos que dijeron?

—¡Aún no me dicen nada! ¡Nadie en este maldito hospital me dice nada!

—Está bien, quédate aquí con los chicos, yo iré a averiguar —aseguró la alfa levantándose para dirigirse al mostrador.

Esta vez fueron los delgados brazos del omega los que lo rodearon, y sintió la pesada palma de su primo posarse en su hombro para consolarlo.

—Ji estará bien, seguro no es nada grave —musitó Félix sentándose a su lado.

—¡No lo viste Lix! ¡No viste como estaba!

—Sung trata de calmarte, verás que estará bien —trató de convencerlo su primo —Minho es fuerte, ya ha pasado por cosas como estas.

Luego de un rato hablando con la enfermera de la recepción, su madre se acercó con una sonrisa maternal con la que Jisung sabía que intentaba ocultar su preocupación.

—¡¿Qué dijo?!

—Cariño escúchame, no quiero que te alteres...

—¡MAMÁ!

—Le están haciendo una cirugía...

—¡¿QUÉ?! —exclamaron los tres menores al unísono, sin dejar que la alfa terminara de explicar.

—Cálmense lo tres, es su apéndice y no debería pasar nada malo, pero no lo sabremos hasta que terminen. Ahora necesito que se tranquilicen y me digan dónde contactar a sus padres.

—Y-yo tengo el número de su madre —balbuceó Changbin serenándose un poco.

—Bien, hablaremos con ella, Sung tú y Lixie quédense aquí y avísenme si el cirujano aparece.

Ambos asintieron y los vieron dirigirse hacia la entrada del hospital para poder alejarse del bullicio.

Un silencio incomodo reinó entre los dos distanciados amigos, que fue interrumpido cuando Félix sacó su teléfono urgido, cómo si recién hubiese recordado algo.

—¡Debería llamar a mamá!

—¿Qué? ¿tú mamá por qué? —preguntó el alfa confundido.

—Oh eso... bueno, Minho es algo así como su paciente.

—¡¿Qué? ¿por qué? ¿le pasa algo? ¿está enfermo?!

—No Sung, tranquilo. Hasta hoy Minho estuvo bien, más que bien de hecho.

—¿De qué hablas? ¿y desde cuándo tú y él son tan amigos?

—Ay Jisung no empieces a ponerte a la defensiva, si no te dije nada es porque quería que lo vieras por ti mismo.

—¡¿Qué cosa Lix?!

—Minho, él... él realmente está intentando cambiar. No ha tomado un supresor en semanas y está haciendo de todo por solucionar este asunto de ser un omega.

—¿D-de verdad?

—Sí, y por mucho que quisiera que lo haga por él, sé que lo hace por ti Sung.