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—Toma, usa estos... puedes ducharte si quieres, yo usaré el de abajo —dijo el alfa mientras le entregaba un par de pijamas y una camiseta.

Parecía enojado, y tenía todo el derecho. Él prácticamente se había invitado a cenar y ahora a pasar la noche. Aun no era demasiado tarde para disculparse y marcharse de allí, pensó para sus adentros, observado el ceño fruncido de Jisung que dejaba la habitación con una toalla colgada en su hombro.

¿En que estaba pensando en la tienda? No lo hacía, no había pegado un ojo en toda la noche y sólo se había arrastrado hacia allí cuando su estomagó rugió hambriento y no había hallado nada que comer.

Fue por eso qué cuando la cálida voz de la alfa lo invitó a compartir una cálida comida casera, las palabras sólo escaparon de su boca. Contaba con que Changbin lo ayudara a salir de ese aprieto, ¡¿pero dónde estaba ese chico cuando lo necesitaba?!

Como si todas las cosas que se dijo a si mismo esa mañana no fuesen suficientes, al parecer todos sus estúpidos intentos de disimular lo que era resultaban inútiles. Cinco minutos en el auto con la madre de Jisung bastaron para dejarle en claro que hiciera lo que hiciera siempre sería un omega y luciría como tal.

Aunque sabía que no lo había dicho con intención de lastimarlo, eso no quitaba el hecho de que su autoestima estuviera por el suelo para cuando llegaron a la pequeña residencia.

Ésta era sencilla pero muy acogedora. El desorden que había le recordó que así se veía un hogar cuando una familia habitaba en él. La fría y colosal construcción en la que vivía siempre estaba inmaculada, aunque claro, nadie más estaba en ella salvo él.

"...para Ji y para mí..."

Algo en la forma en que la alfa mencionó esas palabras llamó su atención, y al ver como la expresión de Jisung se oscurecía supo que no debía intentar averiguar más. Sin embargo, no pudo evitar notar la fotografía rasgada que colgaba en la pared de su habitación.

Un Jisung de unos cuatro o cinco años, con las mejillas más regordetas, si es que eso era posible, sonreía mostrando el espacio vacío en donde debería estar el colmillo de leche que sostenía entre sus pequeños dedos. Su madre lo abrazaba por detrás, y la diminuta mano del niño tomaba el pulgar de alguien que ya no podía verse en la imagen.

Todo en ese cuarto gritaba Jisung y sobre todo olía como él. Una sensación de calma se apoderó de él cuando inhalo las notas almendradas del alfa que se desprendían de su almohada y tuvo que contener el impulso de hundir su nariz en ella.

Jisung se movía de aquí para allá sin detenerse a mirarlo ni siquiera un segundo. Minho quiso alivianar la tensión e hizo un esfuerzo por conversar con él, pero sólo recibió un par de respuestas cortantes.

Gracias a dios su madre era un ángel. ¿Con que eso era una madre? En su vida había sido tratado con tanto cariño como aquella noche, y por una dama que apenas lo conocía.

Tenía la misma sonrisa amigable que Jisung y el mismo color canela de su piel. Ella también era ruidosa y atolondrada y ambos reían de esa forma en que todo su cuerpo se sacudía cuando lo hacían.

Se alegró de ver que, a medida que la cena transcurría, el chico ya no lucía irritado e incluso bromeaba con él.

Minho no quería que esa noche terminara, no quería volver a la soledad de su casa. No recordaba la última vez que su estómago se había sentido así de lleno y que había experimentado la calidez de una familia, aun cuando no fuera la suya.

Se aferró desesperado a esos minutos y fue así qué cuando llegó el momento de retirarse no encontró en si mismo voluntad alguna para rechazar la propuesta de la alfa, aun percibiendo como la mandíbula del chico a su lado se tensaba y sus puños se apretaban sobre sus rodillas, y en sus labios se dibujaba una mueca que no podía ser  otra cosa que molestia.

💜

Holu, ¿les dije que odio los lunes? Pero bueno, vamos a actualizar para levantarlo un poco. Esta vez es un capítulo cortito, pero se viene uno re tiernish. Bueno si les gustan denle like y suscri... ah no, acá no es jajaja, pero sí si quieren comentar o votar yo feliz de la vida. Beso gigante y buena semana,

Nana.

ROLLER COASTER - HANKNOWWhere stories live. Discover now