Bienvenida?

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Hace 2 meses que llevo preparando mi viaje a Alemania, quiero hacer mis estudios allí. Mis padres están de acuerdo aunque les da lástima separarse de su única hija.
En Alemania hay una residencia para estudiantes, los cuales son españoles o del Reino Unido, suerte la mía por saber 3 idiomas.

Me presento, soy una muchacha, de 18 años recién cumplidos, de pelo castaño oscuro, morena de piel, con un carácter bastante fuerte, nadie me achanta y sobretodo un aspecto físico bastante bueno para esta sociedad, aunque a mi principalmente no me agrade mucho...

Me encontraba en el aeropuerto, mis padres me acompañaron, junto con los padres de mi mejor amiga, ya que ella también se va conmigo. Entre lágrimas, risas, abrazos, besos, conversaciones incómodas como "no te enamores eh" "usa protección" "no te quedes embarazada" "ya eres mayor de edad, no mates a nadie". Y un sin fin de cosas más... cogimos nuestro vuelo, 5 horitas que me las pasare durmiendo, mientras que mi mejor amiga seguramente ligue con el piloto o se emborrache bebiendo Champagne...
Siento a mi mejor amiga (Ceci) y a una azafata discutir, como no..., abro un ojo y veo mucha claridad, me refroto los ojos, me estiro y me giro hacia la discusión.
-Es que no me puedes obligar a eso! -le decía Ceci a la azafata.
-Señorita, cálmese, solo le pido que no entre en la cabina de el piloto, esta totalmente prohibido.
-Ya... y tú si puedes?
-Cecilia, que está pasando, por dios deja ya de armar jaleo. -le digo intentando calmarla y que deje de hacer el estupido.
-Tú no estabas dormida? -me dice sonriente mientras se vuelve a sentar.
-Disculpe las molestias... -le digo a la azafata.
-Es que tú te lo puedes creer? Ósea yo no puedo, pero ella si, a saber que harán... -me dice ofendida.
-Hombre pues digo yo que es normal que no puedas entrar no?... -le digo haciendo una pregunta lógica.
-ñiñiñiñi -me dice como una niña pequeña mientras se cruza de brazos.
Suelto una sonrisa de boca cerrada al darme ternura como es a veces, queda alrededor de 20 minutos para finalizar el vuelo.

Saliendo del avión, nos dirigimos a un coche blanco donde nos espera Mary, una chica, de la residencia.
-Bienvenidas! -nos saluda amablemente con una sonrisa de oreja a oreja.
-Hola, muchas gracias -le intento contestar lo más feliz que puedo, pero obviamente esto es una aventura para mi que no sería capaz de explicar... mis padres, amigos, novio, mascotas... todo se a quedado en España.
La residencia está lejos de la ciudad, a tres cuartos de hora más o menos. Al llegar encontramos a unas 10 personas más, pensé que habría más, sinceramente. Una chica rubia creo que se llama Melany, de ojos verdes nos mira a ambas de arriba a abajo, otra, morena de ojos azules llamada Seyli nos sonríe y nos saluda con la mano, un chico, Serch, lleno de tatuajes, nos mira y solo le sonríe a mi mejor amiga, ella se pone tan roja que se podría hacer un semáforo en su cara, otro chico más, otro más, Marc, nos sonríe muy dulce y tiernamente, le devuelvo el saludo, ya que me ha caído bastante bien sin apenas conocerle, una chica, Africana, Nasha, nos mira con una sonrisa de boca cerrada y vuelve a hacer lo que estaba haciendo, creo que estaba arreglando un jarrón, una chica de piel morena, pelo rojo y ojos verdes, esta bailando? Si, esta bailando, viene hacia nosotras y nos abraza.
-Herzlich willkommen! (Bienvenidas!).
-Vielen dank -le sonrio y ella se queda pasmada al saber que también chapurreó el Alemán.
-No me esperaba eso... -se ríe. -encantada, soy Mia.
-Igualmente. -decimos al unísono Ceci y yo. Nos reímos las tres juntas y seguimos subiendo a la segunda planta, bueno, yo sola, porque Ceci a visto a un tío buenorro y se a metido a su habitación... Sigo subiendo, y encuentro dos pasillos, uno oscuro, como si viniera cualquiera en cualquier momento para matarme, y otro con luz que parece que estoy llegando al cielo, me giro al pasillo oscuro, saco mi móvil y enciendo la linterna, levanto la cabeza y en esa oscuridad hay un chico, casi muero del susto.
-Ahhhh! ESTAS LOCO!? JODER QUE SUSTO.
-La loca eres tú, acaso te da curiosidad meterte en un pasillo oscuro que no pone tu nombre? Niñata. -me dice el chico este con unos brazos de escándalo... digo... con una soberbia sobrenatural.
-Como me has llamado?
-Niñata.
-Eres un imbecil, soberbio, egocéntrico, que a penas conozco de unos minutos y desearía no volver a cruzarme con escoria como tu.
-Para llevar 10 minutos aquí... ya has tenido la suficiente confianza para decirme todo esto.
-No me hace falta tener confianza para decir lo que pienso, imbecil. -me doy la vuelta y sigo el pasillo con luz, he llegado a unas cuantas puertas, con números, y con nombres, siento que alguien viene detrás de mi, pero no quiero mirar, quizás me de más miedo encontrarme a ese chico otra vez, seguramente ande furioso por todo lo que le acabo de decir. Después de unos pasos más veo una puerta con mi nombre, y el número 7, intento abrirla pero va con una tarjeta, en ese momento me doy la vuelta para volver a la planta baja y coger esa tarjeta, no me acordaba de que alguien me estaba siguiendo, así que me asusté más.
-JODER!
-Podrías dejar de gritar ya? Mis tímpanos te lo suplican.
-PERO A TI QUE TE PASA TÍO! ME SIGUES Y ENCIMA QUIERES QUE NO ME ASUSTE!?
-La próxima vez que grites te cogeré como un saco de patatas y te iras derecha a la piscina, hace frío, recuerdas? -Alemania... -me dice susurrando.
-Vale vale, perdon.
-Espera. -veo como saca algo de su pantalón, no se muy bien lo que es, hasta que distingo que es una tarjeta.
-Esa es mi tarjeta? -el asiente con la cabeza y me aparta a un lado para poner introducir esa tarjeta. Ya la ha abierto.
-Gracias. -le digo en un tono seco empujándole hacia atrás para que me deje pasar, mientras lo veo que se aleja de la puerta corro hacia él y me avalando a su espalda musculosa, llena de tatuajes... dios deja de pensar eso.
-Si querías una cita solo hacia falta decirlo, niñata.
-Ya... perdona pero es que... -en ese momento meto mi mano en el pantalón derecho de alante de su pantalón para sacar la tarjeta, sin darme cuenta, toco algo que no debí haber tocado.
-Ese es un punto fuerte niñita.
-Ha sido sin querer, no te emociones. -le digo mientras le doy una palmadita en el pecho.
-Ha sido un placer, niñata.
-Lastima no decir lo mismo, garrulo.
Siento como una risilla sale de él, y otra de mi parte, pero estaba dada la vuelta, y no me vio. Hablando de un poco de todo, donde narices se ha metido Ceci?

Sin pensar más en todo lo que acaba de pasar con este tío, en donde estará Ceci, en porque no he sentido la necesidad de llamar a Jorge, mi novio... me puse a desempacar la maleta, la verdad es que esta habitación es toda una maravilla, baño propio, cama de matrimonio, armario empotrado...

 me puse a desempacar la maleta, la verdad es que esta habitación es toda una maravilla, baño propio, cama de matrimonio, armario empotrado

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Sinceramente, creo que no podría haber una habitación mejor...

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