Aguanta...

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-Embarazada... -le dije con la cabeza baja.

-Y porque cojones me lo dices! Porque a mi! -decía lleno de lágrimas.

-Creo que no lo has entendido...

-Dejaime en paz, bastante daño me has hecho -dijo saliendo de la habitación.

-No! Espera!

-Por favor Michelle, déjame, ser felices... -dijo, con las lágrimas recorriendo por las mejillas, le veía irse, estaba en la puerta, tocando la manilla.

-Es tuyo joder! -dije llorando, me estaba ahogando, muriendo... se giró, su cara cambió, completamente, fue de ilusión, de un "estaré para ti" corrió a mi, sentí sus brazos rodearme, sus labios besarme, y ahí, ahí fue donde encontré la felicidad, en sus brazos, en sus labios.

Albert
-Espera... -me dijo con la cabeza baja.

-Todo bien? -le pregunte ya preocupado

-No... estoy... embarazada. -Lloraba, mi alma, mi corazón, yo, mi ser, lloraba, la mujer de mi vida, estaba embarazada de otro hombre, quería morirme, no quería mirarle a los ojos al amor de mi vida, porque era de un hombre que no era yo, salí de la habitación, ahogándome en lágrimas, necesitaba alcohol, para ahogar mis sentimientos... hasta que la escuché.

-Es tuyo joder! -decia llorando, mi corazón latía de nuevo, iba a tener un hijo, con la mujer que amo, no me lo podía creer, solo corrí a abrazarla, sus cálidos brazos rodeándome, que bien se sentía estar con ella, con la mujer que desear casarte y compartir todos y cada uno de tus días. Pero en ese momento se me vino a la cabeza, ¿que pasaría con Georgiy? ¿Seguirían juntos?, sentí sus labios pegados a los míos, y se me quitaron los miedos de perderla, no aguantaría volver a perderla, sería capaz de suicidarme... por mucho que duela, no podría retenerla a mi lado, pero si podría quitarme la vida si ella no está conmigo... fuimos a la habitación, se durmió y solo reía al pensar que tendría una loca como esposa y otra loca como hija... cerré los ojos, y caí en un sueño profundo. Cuando los abrí ella no estaba, igualmente fui a ver a Hilda, estaba acurrucada a Ceci, las deje dormidas, y seguí bajando las escaleras para llegar a la cocina, y la vi. Es tan hermosa... estaba bailando, con música, con una camiseta mía, y una coleta deshecha, estaba haciendo el desayuno, la abrace por detrás sin que lo supiese, se asustó, pero se dio la vuelta y me beso. Era tan feliz, no pedía más, a ella, a mi lado, a Hilda a nuestro lado, y a la loca de Ceci gritándome o insultándome, me conformaba con eso. Solo con eso...

-Buenos días -le susurré
-Buenos días papá -dijo poniendo mi mano en su estómago, lo que hizo que sonriera, la cogi en brazos y seguí besándola, no podía parar, ver su sonrisa era mi única droga, y la preferida, entro Ceci haciendo un sonido de arcada... ambos nos giramos y la vimos, con el pelo de loca, con un pijama, y frotándose los ojos... Empezó a sonar el teléfono de Mi, así que se soltó de mi y lo cogió

Mi

-Buenos días señorita. Quería decirle que Chipre acaba de despertar del coma, pregunto por usted, y por un hombre, Albert. Dijo que era de máxima urgencia que fueran, estaba realmente asustado, les espero... -mi cabeza solo pensaba "acaba de despertar del coma" empecé a saltar de emoción, viendo como Albert y Ceci me miraban extrañados, salté a los brazos de Albert, y lo bese, este beso era de emoción, Ceci nos seguía mirando pero esta vez si le daban arcadas, yo me reía, fui a vestirme, y detrás venía corriendo Albert.

-Se puede saber que te pasa? -pregunto sonriente.

-Chipre, ha despertado del coma... -sonrei -me llamo la enfermera, dijo que pregunto por nosotros, y que estaba preocupado.

-Amor, no sé si será buena idea que vayas... esta Geo...

-Cállate ya... iré a ver a Chipre, llevo semanas esperando este momento, así que iré.

-Esta bien... déjame hacer unas llamadas...-asentí y salió, ya estaba vestida, me hice una cola de caballo formal y no despeinada, y salí del cuarto. Vi a Make, corrí hacia el, le abrace, le extrañaba...

-Papá... que haces aquí? -dije separándome de él.

-Traje a unos cuantos de los míos, iremos a protegerte cariño... -mire a Albert.

-A mi no me mires... -hizo una mueca de "yo no sé nada, en realidad si, pero no me riñas" me reí, corrí hacia el coche que nos llevaría al hospital. Ya llegando salí corriendo, quería abrazarle, quería decirle lo mucho que me preocupo, pero sentí la voz firme de Albert y pare de correr.
-Mi! -dijo serio, me giré y me echo una mirada de esas de "ven aquí" y yo como buen perro fui hacia el, parecía una niña pequeña, de la emoción que tenía. Vi como Albert cogía dos armas, y ahí, sentí que todo iba a ir mal, me dio una.

-Cógela, porfavor... es por tu seguridad. -la cogí y la guarde detrás de mi pantalón, le di un pequeño beso y nos adentramos, Make estaba conmigo, no se separaba. Llegue a la habitación de Chipre, y lo vi todo.

-Buenos días mi amor -sentí la voz de Georgiy apuntando con un arma a Chipre. Mi corazón se empezó a acelerar, Make estaba apunto de dispararle, hasta que Georgiy habló.

-Tranquilo... no haré nada, a no ser que Michelle no venga conmigo... -le mire, se le veía otra persona, no era Georgiy, no el que quise.

-Porque...  -dije asustada.

-Porque somos pareja amor... -decía Georgiy.

-Lo siento Georgiy pero lo mejo... -sentí un disparo, Chipre, solo podía pensar en el, sentí un quejido, le disparó en la mano.

-No estoy jugando cariño...

-Vale, déjale, vamonos...

-Muy bien amor, nos estamos entendiendo... -Me cogió del brazo y salimos, hasta que recordé a Albert, si nos ve seguramente venga a matarle, y Georgiy lo matará antes. No puedo hacerle eso al amor de mi vida... deje atrás a Make, a mi padre, para que no saliera herido, le di un beso en la cabeza a Chipre y nos fuimos. No podía permitir que le hicieran daño.

-Espera! Albert está en la puerta, si nos ve querrá matarte... -dije

-Le matare antes yo mi vida. -me dijo mientras me empujaba para seguir caminando.

-Estoy embarazada... no quiero mas muertos, porfavor...

-Esta bien, vamos a la azotea... -le seguí, solo esperaba el momento de poder pegarle un tiro. Cuando intento abrir la puerta saque la pistola, pero no estaba cargada, así que sonó, pero no salió la bala... se dio la vuelta, rogué por mi vida, y por la de mi hijo... Me agarro del pelo haciéndome caer al suelo de la azotea.

-Lo sabía, sabía que seguías siendo la puta de la que hablo Albert. -me golpeaba, puñetazos, patadas en el vientre, tirones en el pelo, sentía que moriría en cualquier momento. Escuchamos golpes en la puerta, sabía de quién eran, esa fuerza, sus gritos... solo podían ser del amor de mi vida... se dio la vuelta cargando la pistola para matarle, yo con las pocas fuerzas que tenía cogí el arma que no había cargado la vez anterior, esta vez si la cargué, pegándole un tiro en la pierna, para después hacer una línea de balas, fui desde la pierna, hasta la espalda, después el pecho, y por último la cabeza. Seguía escuchando los gritos de Albert...

-NO! MICHELLE! AMOR MÍO! TE MATARÉ HIJO DE PUTA! -decia gritando a más no poder, mientras lloraba. Intente hablar, pero no tenía fuerzas...

-Alb... Albert... me... caigo -dije intentando abrir la puerta, yo no conseguí abrirla, pero él al escucharme, dio con todas sus fuerzas, hasta romperla por completo, estaba tirada en el suelo, casi inconsciente, me había pegado una buena paliza, pero ¿mi hijo? Seguirá vivo... o no...

-Aguanta cariño, porfavor, aguanta, por mi, por ti, por Hilda, por nuestro hijo... aguanta mi vida -decia entre lágrimas...

Caí inconsciente, en una oscuridad, no recuerdo mas, solo se que no sentía nada.

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