Le amo, por eso le odio.

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Después de esa tortura, en el hospital, el doctor nos comunico.

-Pueden irse, esta estable, pero igualmente se quedara en observación, buenas noches.

Asentimos, y Albert en el camino a casa hablo.

-Preferiría que vinieras conmigo en vez de quedarte sola...

-No estaré sola, estarán los 5 guardias a los que llame.

-El de la noche pasada también no? así podéis echar otro, para quitar el estrés... -dijo mientras aceleraba.

-Albert, lo que viste, no fue n... -intente hablar, pero me interrumpió.

-No importa, lo que vi fue la realidad, usar condón. -dijo mientras paraba enfrente de mi casa, me dolía verlo tan distante...

-Albert porfav -me volvió a interrumpir.

-Joder Michelle, entiéndelo, dices que soy el amor de tu vida, desde que nos conocimos no me has ni tocado, ahora aparece el Gregory este y te lo tiras... -decía furioso.

-Georgiy. -le corregí.

-Como cojones se llame! -decía gritando.

-Te he echado en cara con cuantas mujeres has estado? no, porque no somos nada, así que haz el favor y no vuelvas a meter a Georgiy en nuestras discusiones.

-No es lo mismo, vi como disfr -le interrumpí.

-Ah vale, que tu cuando te las tirabas hacías masa de pan, perdona eh, no tenia ni la menor idea...

-No, pero ver como disfrutaste mas con ese hombre que conmigo... debes entenderlo.

-No! No entiendo nada! no entiendo porque te pones así, ni porque usas a Georgiy para discutir, ni porque eres tan celoso, ni porque actúas cariñoso y luego seco... no entiendo nada de lo que haces. NADA! -dije gritando

-Cállate

-N... -me interrumpió besándome, le extrañaba, tanto que no fui capaz de apartarlo, no quería, sus besos eran mi medicina para poder seguir con vida.

-Ahora, porfavor, ven conmigo y con tu hija. -asentí, sus besos eran droga, la cual te dejaba sin palabras, sin movimientos, sin nada. Al llegar nos abrió la asistente, Mari,
con Hilda de la mano.

-¡Mami!

-Amor... -decía mientras corrió a mis brazos. nos adentramos al interior de la casa, vi el sofá, donde el mismo hombre que ahora me esta dando un pico, me llamo ¨fulana¨. Subimos a su cuarto, me cogió en brazos, haciendo que mis piernas cruzaran su cadera. No se porque pero se me vino a la cabeza la noche que pase con Georgiy, eso hizo que quisiera ir mas rápido, quite su camiseta, el la mía, su pantalón, él el mío, quedamos en ropa interior, seguía besándome, mientras se deshacía de la poca ropa que tenia puesta, seguía pensando en Georgiy. Entro suave, no me estaba dando el placer que me había dado Georgiy.

-Mas rápido... -le susurre al oído, y así fue, mis deseos, fueron ordenes, ahora si estaba sintiendo el verdadero placer, cuando por fin llegamos ambos al clímax, se recostó a mi lado, yo me eche en su pecho desnudo, me acariciaba la espalda, y hablo.

-Me habías dicho que eras virgen... la perdiste con Gregory?

-Georgiy, y si... -eso hizo que me empujara de su lado.

-Que haces? -le pregunte mientras vi que se estaba vistiendo

-Vestirme, no lo ves?

-Si lo veo, pero no se porque te vas...

-No me apetece dormir aquí. -dijo frio

-Es por lo que acabas de preguntar?

-No. Es porque ya disfrute, me voy con la niña. -y así fue, salió del cuarto, no podía creérmelo, me había utilizado, y ahora se va... La rabia me consumía, me vestí y salí de la habitación.

-A donde vas mami? -me pregunto Hilda al verme salir.

-A mi casa mi amor. -ella asintió con cara triste pero igualmente se fue a su cuarto, el que no le parecía bien que me fuera fue a Albert. Me agarro del brazo haciéndome daño, y cada vez apretaba mas.

-Por que te vas. -dijo apretando mas, con furia en los ojos.

-Porque no me has dado el placer que necesitaba, me voy para que me lo de Georgiy. -sentí una bofetada, sentía mi cara dolorida, pero me dolió mas los gritos de mi pequeña.

-¡PAPI! -corría hacia mi para ver si estaba bien y me dio un pequeño beso en la zona roja. -Mami, estas bien? -me decía entre lagrimas.

-Por supuesto que si mi amor, mañana nos iremos de compras, vale amor? -asintió con la cabeza y Mari se la llevo.

-Si antes habías conseguido recuperarme, ahora me perdiste por completo, basura, que eres una completa basura, y da gracias que no te denuncio, porque te quitarían a la niña, mierda, que eres pura mierda. -dije y salí de ahí, llame a Georgiy para que viniera a recogerme, no tardo ni un solo minuto. Bajo del coche rápido y vino a mi.

-Estas bien? -dijo poniendo sus dos manos en mi cara, sonaba preocupado, en cuanto vio lo rojo de mi cara, vi que sus ojos cambiaron, me dio miedo, pero cuando volvió a mirar mis ojos me beso. Y en ese momento apareció Albert, gritando.

-Te voy a matar hijo de puta! -gritaba, mientras corría hacia nosotros. Sentí un impacto sobre mi, me había empujado, para apartarme de Georgiy. Lo que hizo que Georgiy le pegara un puñetazo.

-No la toques. -dijo Georgiy retándole con la mirada.

-Eres una puta, una completa puta, no se en que puto momento me enamore de alguien como tu. -decía Albert lleno en furia y celos. Parece ser que a Georgiy se le acabo la paciencia, tenia su pistola, apuntándole.

-Mátame! me harías un favor así me olvidaría de esta. -dijo con asco hacia mi, sentí el cargador de la pistola.

-Para -le dije a Georgiy. -QUE PARES JODER!. -el bajo el arma y me miro. -Mañana vengo a por la niña, esa será la única razón que nos unirá a partir de hoy. -me subí al coche, cosa que detrás de mi fue Albert, pero Georgiy acelero mas. Al llegar a casa me miro.

-Lo siento. -dijo con la cabeza baja.

-No importa, pero no a el, a el no le dispares nunca, ni aunque yo te lo pida, ni aunque me mate. -asintió y subí a mi cuarto, necesitaba una ducha, la cual dejara que mis lagrimas se fueran por el desagüe. Salí lentamente de la ducha, recordé esos momentos que fui tan feliz con el, con el hombre que no podía sacar de mi cabeza, llore mas, no aguantaba mas, no podía estar lejos de el, pero tampoco cerca. Le amo tanto... que por esa razón es que le odio. Me tumbe en la cama, seguía llorando, necesitaba su olor, su tacto, sus besos, sus caricias, su sonrisa, estaba muerta en vida. Le amo...

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