Se acabo?

46 4 0
                                    

Entre enroscada en su cadera, me tumbo en su cama, me beso, me acaricio, y de un momento a otro estábamos durmiendo abrazados. Tengo una habilidad muy buena, que es roncar pero escuchar lo que pasa a mi alrededor...
-No se como haré esto, nos va a doler, por lo menos a mi. -se paró unos segundos y volvió a hablar. -Mi padre, tiene unos negocios que odio con todo mi ser, le debe más de 2 millones de dólares a una banda un tanto peligrosa, hace unos meses hirieron a mi ex-novia, Catherin, por suerte está viva, pero jure que no volvería a poner a nadie en riesgo. Hace una semana para mi eras una más, con la que pasar la noche... pero ahora que noto tu respiración en mi pecho... tengo que alejarme, no quiero que te pase nada. -de un brinco salte y se asustó.
-COMO!
-No empieces a gritar porfavor son las 2am...
-Me estás diciendo, que si me quedo contigo me matarán, y que si me voy me mataré yo... que se supone que debo hacer?!
-Es... espera... quieres quedarte a mi lado?
-No... si... no se... déjame! -se le salió una risa que me dio ternura. -No te rías, no es el mejor moment... -en ese momento sentí sus labio pegados a los míos. No me podía creer que me hubiera dicho todo eso, ósea, ¿que tiene que ver el con lo que haga su padre?... no entendía nada, de un momento a otro me sentí imbecil, le había preguntado algo que seguramente pasaría de mi...
-Y... y que tienes que ver tu con los negocios de tu padre...?
-Yo participe en muchos de ellos... vivir aquí no es sólo estudiar, es sobrevivir, o por lo menos para mi.
-Quieres decir que tú también estás metido en eso? -el asiente con la cabeza mientras se pasa las manos por la cara... -otra pregunta, -el se quita las manos de la cara y alza una ceja. -tu nombre, cual es, como te llamas?
-No me hagas dec... -le interrumpí
-Cállate, dímelo.
-Albert...
-Y porque te lo callas!? Es precioso...
-Mi padre se llama Adolf Albert Schneider... por eso no me gusta mi nombre, porque me recuerda a ese hombre que dice ser mi padre.
-Entiendo... dormimos? -dije animada con una sonrisa esperando que él hiciera lo mismo...
-Claro que si, ven aquí.
Me abrace a él, a su torso desnudo y sentí que este historia sería problemática, pero que juntos saldríamos de esto.

09:10 am
Sonaron golpes fuertes en la puerta, me asusté y salté, a lo que Albert me abrazo más fuerte, abrí los ojos y me acorde de lo que ayer me había dicho, sentí una enorme paz por dentro al saber que era lo que a este chico le atormentaba... se quitó la sábana y el nórdico de encima y fue a abrir la puerta, este chico no tiene vergüenza a nadie... salía en bóxers nada más, iba sonriendo hasta que abrió la puerta, se le borró la sonrisa, le veía como si se sintiera agobiado, como insuficiente para afrontar ese problema, era Melany la chica rubia de ojos verdes, venía con unos churros y con dos tazas de chocolate...
-Buenos días amor. He traído nuestro desayuno, te apetece? -el de giro hacia mi, sentía que sobraba, así que no iba a esperar a que nadie me lo dijera, cuando la vi en la puerta salí de la cama a por mis pantalones. -emmm... puedo venir más tarde no sabía que estabas con Michelle...
-No te preocupes aquí hemos acabado, todo tuyo a partir de ahora, provecho en el desayuno. -le puse mi mejor sonrisa y caminé hacia la puerta apartando a Albert y viendo como Melany se hacía a un lado para dejarme pasar, sentí una fuerte presión en la muñeca que me hizo sentir hasta dolor.
-Te vas? Así? -me decía Albert mientras me seguía cogiendo de la muñeca con fuerza.
-Si, tú tienes compañía y yo necesito un largo baño, después saldré a comer con Serch. Queréis venir? Podemos hacer como una comida de amigos-pareja...
-Por mi encantada -decia Melany con una sonrisa.
-Quieres que vaya? Con ella? -decia Albert.
-Es tú decisión, luego me cuentan, si van a las 13:00pm en el recibidor.
-Okey, bye -me decía agradablemente Melany, ok, no me esperaba que fuera maja...
-Como digas... -decia Albert cerrándole la puerta a Melany en la cara.
Me metí en l ducha, hoy iba a ser un día muy largo, demasiado, tanto que yo misma diría que no podría afrontar esto... tendré todo el carácter del mundo, pero si en algo digo que no seré capaz será por algo. Salí de la ducha con una toalla enroscada en el cuerpo y otra en la cabeza, quería sacar algo para la ocasión... me puse un top blanco de Adidas y unos tejanos...

12:37 pm Me encontraba abajo en el recibidor con Ceci y Marc que venían también, mientras esperábamos a Serch, bajo una chica que dios, no me había fijado, era muy parecida a una princesa, no se cual, pero a una

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

12:37 pm
Me encontraba abajo en el recibidor con Ceci y Marc que venían también, mientras esperábamos a Serch, bajo una chica que dios, no me había fijado, era muy parecida a una princesa, no se cual, pero a una...

Iba vestida con algo casual, pero muy linda, Serch

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Iba vestida con algo casual, pero muy linda, Serch... bajo detrás de ella quedando mirándome mientras sonreía, iba con una camisa que hacía que sus músculos se resaltaran más, que guapo era joder, es que acaso no habría ninguno feo?!

Más tarde apareció Albert, lo único que le diferenciaba de Serch, es que Serch me sonrió pero Albert al vernos juntos de la mano a Serch y a mi, se le saltó la rabia de los ojos, sus nudillos estaban blancos de tanto que se comprimían

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Más tarde apareció Albert, lo único que le diferenciaba de Serch, es que Serch me sonrió pero Albert al vernos juntos de la mano a Serch y a mi, se le saltó la rabia de los ojos, sus nudillos estaban blancos de tanto que se comprimían. Salimos de ahí, Marc, Ceci y Melany iban en el coche de Marc, Albert en su coche, y Serch y yo en el coche de Serch. Llegamos al restaurante, a mi lado estaba Serch que me ponía la mano en muslo y posaba su cabeza en mi hombro, a mi otro lado Ceci y Marc que no paraban de darse picos mientras reían, en frente tengo a Melany y a Albert, que no me quitaba la mirada de encima viendo como Serch ponía la mano en mi muslo, llego la comida y Serch apartó su cabeza de mi hombro, pero su mano seguía en mi muslo, de un momento a otro Ceci me dijo de acompañarla al baño, obviamente le dije que si, nos disculpamos por levantarnos y salimos en busca del baño, mientras la esperaba fuera de este, sentí unas manos en mi cadera, y en cuestión de segundos un beso en mi cuello, hizo que los pelos se me pusieran de punta, sabía quien era, y no, no era Serch.
-Le voy a matar. -me susurró al oído Albert. Me soltó y volvió a la mesa. Cuando llegamos Melany y Albert estaban muy juntos, ya sabía lo que era sentir celos, madre mía que si lo sabía... en un parpadeo salió una pregunta de mi boca.
-Y cuánto tiempo lleváis? -pregunté mirando a Melany y a Albert.
-2 años -contestó Melany. En ese momento sentí que no era nada, esa noche que dormí abrazada a él, los besos, las caricias, no fueron nada, para él aunque diga que si, no lo fueron...

Nuestra adición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora