El reencuentro

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Así pasaron los días, Hilda viniendo cada dos dias, y algún que otro fin de semana, yo con un hombre que quería pero no amaba, así es, le di una oportunidad a Georgiy, pensando que me olvidaría de Albert. Casi no hemos hablado, llevamos 2 semanas así, la última vez que hablamos teniendo una conversación fue el día que Georgiy le apuntó con el arma.

-Cariño... -entro Georgiy al cuarto abrazándome por detrás. Me dio un tierno beso y volvió a hablar.

-Hoy tenemos una cena muy importante, vístete lo más hermosa que puedas, si es que es posible. -sonreí y me soltó, busqué en el armario... solo encontré dos vestidos de gala pero no me convencían, llame a Ceci, para que me ayudara. Sono el timbre.

-Pase señorita...  -le decía Georgiy a Ceci.

-No me jodas Gregory, somos cuñados, llámame Ceci...  -le decía ella.

-Georgiy -corregí mientras bajaba las escaleras...

-Que es eso tan importante? -me decía entrando a la habitación.

-Uno, tengo una cena importante, y no se que ponerme, y dos, tengo un retraso.

-Ya, desde que naciste -decía ella mientras buscaba en el armario.

-No idiota! Un retraso de mi periodo... -se giró para mirarme con los ojos como cuevas...

-De quien.

-Ojala saberlo...

-Tuviste sexo con Albert!?

-Cállate IMBECIL! y si.

-No hombre no, dime que usasteis protección... -negué con la cabeza. -se fue... en ti...? -asentí con la cabeza. Me soltó una bofetada.

-Auch. -dije pasando mi mano por la cara.

-Eres idiota o que, PROTECCIÓN!

-Que no grites joder.

-Y con Georgiy?

-La primera vez si, y la segunda también, y la tercera y la cuarta y...

-Vale, no me interesan los detalles querida... -se echó las manos a la cabeza...

-Ahora lo que importa es esa cena...

-LA CENA!? Tienes un niño o niña en tu vientre que seguramente sea de ese hombre, que prefiero ni decir su nombre, así que lo que importa ahora es el retraso, y el tuyo mental también. -me reí y ella hizo lo mismo. Después de unas horas bajaba por la escalera, como una verdadera princesa... nos decidimos por uno dorado-rosado, que tiene una abertura en la pierna, con un maquillaje sencillo.

Bajaba las escaleras, Georgiy sonrió al verme, el iba con un traje hermoso, me encantó como iba, aunque todos los días le viera en traje

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Bajaba las escaleras, Georgiy sonrió al verme, el iba con un traje hermoso, me encantó como iba, aunque todos los días le viera en traje. Me cogió del brazo y nos íbamos  a el coche, hasta que sentí a mi hija.

-Mami! Vas hermosa! -me decía corriendo hacia mi.

-Gracias cariño, hazle caso a Ceci, cualquier cosa llámame a mi o a papi. Te amo.

-Y yo mami. -se soltó y fue de nuevo con Ceci, ahora si. Entramos al coche, estábamos llegando al lugar, cuando vi que el coche de Albert nos adelantaba, iba rápido, recibi una llamada. Era un número largo, aun así conteste.

-Si dígame?

-Muy buenas señora.

-Quería hablarle sobre el Señor Chipre. -al escuchar su nombre se me paró el mundo, llevaba 2 semanas en observación, y aun así, no le dejaban salir. -acaba de entrar en un coma temporal, no se que ha sucedido, si no le importara venir, para poder hablar acerca de él, ya he avisado al Señor Albert, gracias y perdone las molestias.-mi corazón latía, lloraba, sufría, mi oso, estaba en coma...

-Síguele -le dije a Georgiy.

-No vamos a llegar...

-Que lo sigas joder! -el asintió, llegamos al hospital y le vi, tan hermoso como siempre, corrí hacia él mientras Georgiy me llamaba.

-Michelle! Amo... -me abrace a Albert, sentía insuficiencia, el me abrazo igual, pero cuando vio que Georgiy estaba en el auto me soltó.

-Vayamos... -dijo, le seguí, llegamos a  una habitación, estaba ahí, mi oso, estaba lleno de cables, nos sorprendió el doctor asustándonos.

-Buenas tardes, les llame para comunicarles que tendrá que pasar a la UCI, aun no sabemos que le ha hecho entrar en coma, así que será mejor tenerlo en vigilancia las 24 horas, al llevarlo a la UCI, solo podrá recibir visita diarias pero de  30 a 45 minutos, lamento lo ocurrido, con permiso. -y se fue, mi corazón estaba roto, tanto habíamos luchado estas semanas... para que pudiera salir... y ahora está... está en coma. Llore, grite, le abrace, acariciaba su cara, no podía permitirle que me dejara sola, no podía...

-Vamos... -me decía Albert

-No, me quedaré aquí.

-No puedes, se lo llevarán...

-Pues me quedaré en la sala de espera, no me voy a ir, avisa a Georgiy, dile que se vaya, tiene que ir a una cena.

-Lo se, yo iba en camino cuando el doctor me llamo.

-Porque siempre me alejan o me alejo de las personas que amo... -le decía entre lágrimas.

-Te alejas por qué quieres, nadie te obliga,
al menos no yo... -le abrace, este fue un abrazo titulado "te extrañe", entro Georgiy viéndonos abrazados, y me cogió de la muñeca, me estaba haciendo daño.

-Vamonos -me dijo con la mirada inyectada en celos.

-No me voy a ir, Chipre esta en... -me interrumpió.

-Nos vamos. -me seguía apretando.

-Sueltame! Déjame en paz! -senti que él caía al suelo, Albert le pego un puñetazo, dejándolo inconsciente.

-Estás bien? -se acercó a mi. Asentí con la cabeza al ver la escena, vi como Georgiy me lastimaba por celos, y como Albert le pego un puñetazo dejándole inconsciente.
Albert llamó a una enfermera.

-Perdona... lléveselo, se ha desmayado. -la enfermera asintió y se lo llevó en la camilla.
Albert se acercó a mi.

-Vámonos, ya vienen por el.

-Y a donde voy a ir Albert... a mi casa a esperar a este bestia? Que con los celos me hizo daño?, no mejor, a casa de mis padres para ponerlos en alerta, o no... -me interrumpió con un beso, le necesité tanto tiempo, mi droga, solo mia.

-Te vienes a la mía. -dijo levantándome de la silla en la que estaba. De camino a su casa me acorde de las dos mujeres de mi vida...

-Espera, Ceci y la niña están en casa, vamos por ellas, no quiero dejarlas solas. -asintio y fuimos camino a mi casa.

-Mami! Papi? -dijo extrañada mi princesa.

-Coge las cosas de la niña y las tuyas. -le dije a Ceci.

-No iré a ningún sitio con este c... -le interrumpí.

-Cecilia, Porfavor, hazme caso, cuando vuelva Georgiy no querrás estar aquí. -ella asintió asustada. Al llegar a casa de Albert fui a su cuarto, a cambiarme.

-Te ayudo? Niñata... -dijo haciéndome sonreír.

-Vale, pero sin tocar... -dije riendo, el me siguió. Me beso, me acarició, dejó pequeñas marcas en mi cuello, haciendo que soltara algún que otro gemido. -dije sin tocar... -le decía mientras intentaba coger aire del beso.

-Y yo no te respondí... -dijo sonriendo y volviendo a besarme.

-Espera -le aparte y él estaba confundido.

-Todo bien? -pregunto extrañado.

-No... creo que estoy...

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