Nuestra adición

La sorpresa

Tenia la sensación de que me seguían todo el rato, pero seguramente seria una de mis tontearías estaba en la playa, estábamos tarándonos arena unos a otro, Sergi, Matthew, Sabrina, Manu, Rocío y Marco, esos éramos, nuestro grupo de amigos. Marco era el típico tío que se tiraba a todas las chicas de su alrededor, en eso me recordaba a Albert, mi Albert, estará buscándome como loco, pero es mejor para ambos. Cambie mi numero telefónico, prefería que nadie supiera de mi, solo tengo dos números, el de Chipre, mi oso... y el de Make, a fin de cuentas, solo ellos dos fueron los que me ayudaron a salir de México. Hablo con Chipre todos los días, para saber como están, resulta que Ceci y Marc, lo dejaron, no se el motivo, pero solo me dijo que lo habían dejado. Con Make hablo solo para saber si Albert ya me ha encontrado, para poder salir lo mas rápido posible de donde estoy ahora mismo.

Llamada entrante de Make...

-Dime papa.

-Sal de ahí, ya saben donde estas. -la vida de una fugitiva es peligrosa ¿no? pues mi peligro es volver con Albert.

Colgué, me despedí, fui al apartamento, hice mis maletas, recogí todo lo que tenia en casa de Sergi, y me fui. Destino a Alemania, Raúl, es mi agente, me acompaña a todos los sitios donde voy, al principio mi grupo de amigos les parecía extraño, pero les dije que estaba de vacaciones en Valencia y que mi padre era un hombre importante, y decidió ponerme un agente privado, se lo creyeron...

Saliendo ya del apartamento vi un coche negro, estaba segura de que era Raúl.

-Menos mal que ya has llegado, Make me llamo y dijo que Albert ya sabia donde estaba. -decía con la mayor inocencia, estaba metiendo las maletas en el maletero, hasta que subí al coche, una voz reconocida me hablo.

-Porque te fuiste... -era Albert, me quede pálida, no sabia a penas ni hablar. Intente bajar pero no tenia fuerzas ni para coger la manilla. Cuando me vi con fuerzas, abrí la manilla y saque las maletas. Albert salió rápidamente del coche. -Contéstame -dijo furioso.

-Déjame en paz Albert, vete -dije sin mirarle a la cara.

-Dime que no me amas, que no me has extrañado como yo a ti, y me ire.

-No te amo, y no te he extrañado.

-No te creo...

-No me importa lo que creas o dejes de creer. -Vi a Sergi y a Marco venir hacia donde estaba yo.

-Te vas? Pensé que estarías una semana mas... -dijo Sergi al llegar.

-Ya, pero mi padre me llamo, de urgencia, así que tendré que ir... -conteste.

-No puedes quedarte ni un día mas? -decía Marco.

-No creo, porq... -me interrumpió Marco.

-Todavía no hemos tenido la cita... mañana prometo llevarte al aeropuerto a primera hora... aceptas? -sonrió, no era el mejor momento para decirlo, Albert, tenia los nudillos blancos de tanto que los apretaba. Asentí, sonrió, Sergi también sonrió, pero Albert, no, el no sonreía, el estaba a punto de matarle. Hasta que hable.

-Si me disculpáis... -cogí del brazo a Albert y yo lleve lo mas lejos que pude, para que no me escucharan.

-Vas a ir? -dijo todavía con furia

-Albert, porfavor, vete.

-No me voy a ir, contéstame

-Albert...

-Que me contestes joder!

-Si...

-Te vas a ir con ese, teniendo un hijo, mío, enserio? tan rastrera eres?

-Albert... no... no es tuyo, es de Georgiy... -su cara cambio, ya no era furia, era decepción, obviamente que era suyo, Georgiy y yo siempre utilizamos protección, además, el ADN, salió positivo en Albert... Se subió al coche, llorando, me miro por ultima vez.

-Te quiero Michelle, se feliz, parece buen chico... -y ese fue su adiós, dejándome llorando, en mitad de la calle, estaba muerta, le ame, amo y amare, para siempre, pero era mejor así, el yéndose, y yo... yo muerta en vida.

2 horas más tarde...

Llamada entrante de  Make...

-Dime... -dije llorando.

-Como que ese niño no es de Albert, Mi, dime la verdad...

-Claro que es de Albert, pero es mejor así, papa, nos matamos mutuamente, solo quiero que se olvide de mi, que conozca a otra chica, y que sea feliz.

-Mira Michelle, no soy nadie para decírtelo, pero lo estas haciendo mal, el te ama, eres la razón de su vida, no te va a olvidar, ni tu a el, si quisieras que fuera feliz, vendrías... -colgó, yo seguía llorando, el tenia razón, toda la razón....

Me disculpe con Marco, me despedí de todos, cogí las pruebas del ADN y salí en busca del amor de mi vida. Horas después, llegue, a casa, me abrió Chipre, me abrazo como nunca, detrás de el vino Make.

-Me alegro de que me hicieras caso... -me dijo en un susurro, me solté de el. Y fui a la habitación de Albert.

-No me molestéis joder! -dijo gritando, estaba mirando por la ventana, de espaldas a la puerta.

-Se puede... -dije

-Tu menos, vete.

-Déjame decirte algo, porfavor...

-Vete!

-NO! JODER! Escúchame!

-No tengo nada que escuchar de ti, vete, vete, vete!

-Toma tus putas pruebas de ADN, imbécil. -Sali de esa habitación, pegando un portazo y derramando alguna lagrima.

-Ya te vas? -dijo Chipre triste.

-Si, pero a nuestra casa -le dije a Chipre -estais ambos, invitados...