El rescate

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23:30pm —— Albert

Estaba con Make intentando buscar alguna pista, Mi estaba todo el rato nerviosa y mirando el reloj, no entendía nada, no me dejó tocarla, ni acariciarla, ni besarla... nada. Era como si me tuviera asco.

23:45pm
-Amor me voy a descansar, vienes?
-No.
-Okey... -Le voy a dar un beso y se aparta...

No entiendo por qué me trata así, no creo que sea por lo de la niña, solo se que ahora el que está vacío sin sus besos soy yo, tenerla tan cerca y sentirla tan lejos... me duele.

Mi
23:46pm

Salgo rápidamente de casa, y me dirijo a la cafetería, llego lo más ahogada que podría estar...

23:57pm
-Amoricto... has venido...
-Si, vamonos ya y devuelve a su padre es niña.
-Ya empiezas a mandar... -se repente sentí un golpe, me ardía toda la cara, quede hasta sin habla del dolor. -No te equivoques, aquí las órdenes las doy yo.

Unos minutos después me subí al coche, íbamos por una calle, no se cual era, pero se notaba solitaria, de un momento  otro vi un coche, el coche del amor de mi vida, conduciendo lo más rápido posible, por poco casi se mata, pero iba rápido.
-Has invitado a alguien zorra?
-No, no te juro que no.
-Lo veo... -otro golpe, este ya no me dolió, por que si lo vi venir... -acelera, lo mas rápido posible -le decía al conductor. Solo deseaba que no nos alcanzara, este hijo de puta está tan loco que sería capaz de matarlo delante de mi, y luego me mataría, o al revés para hacerle daño a Albert. No podía parar de pensar que si se moría sería capaz de suicidarme, llámenme loca, pero el amor, duele.
Chocamos, no recuerdo mas, solo se que estaba mirando hacia atrás para ver como de cerca estaba Albert, y sentí el impacto. Gritos de Albert, Make llorando... y ya... caí en una oscuridad.

Abro los ojos, estoy rodeada de cables, con un respirador, con 3 hombres en la puerta, Albert durmiendo y Make, mi papá, cogiéndome la mano.
-Cariño!
-Papá?
-Si cariño, estoy aquí, te protegeré como mi preciado valor. -me decía besando mi mano y llorando.
-Albert? Donde está? -le pregunte débil a mi papá. Sentí unos labios pegados a los míos, dios, los conocía tan bien. Que ganas de besarlo, de sentirle.
-Aqui. -me dijo sonriendo
-Lo, lo siento... -dije mientras me ahogaba en el mar de lágrimas que tenía en mi cuerpo.
-Shhh... tranquila... -me volvió a besar.
-Hilda! Donde esta! -dije agitada...
-Mami? -dijo con voz de recién levantada. -MAMI! -corrió hacia mi, no pude no soltar esas lágrimas que tenía guardadas en mis ojos.
-Amor, como estas, ¿estas bien? ¿Como te encuentras? ¿Te trataron bien? -le pregunte nerviosa.
-Mami... estoy bien, si estoy bien, me encuentro feliz al estar contigo, si me trataron bien, sobre todo un chico lleno de tutuajes como los de papi! -sonrío y a mi se me borro la sonrisa, vi como Make se llevaba a la niña.
-Escúchame, tengo algo que decirte -me decía Albert
-Si?
-Ese cabron... está muerto, no sobrevivió al accidente, el chofer tampoco, solo tú, eres afortunada... -asentí y mire hacia otro lado.
-Creo que debería irme, despídeme de Make, de su esposa y de la pequeña...
-Te vas?
-Si
-Definitivo?
-Si
-Esta bien... cuídate, te qui...
-Adiós.

Salí de esa casa, sin rumbo ninguno, llorando como lerda, le amaba, pero si me quedaba aquí, volvería a pasar algo, de momento cogí un vuelo a España, iré a visitar a mis padres, les extraño mucho.

22 horas después.
No he dormido nada, no he podido, extrañaba su tacto, sus besos, pero sería mejor alejarme, no quería seguir en esa vida, secuestros, muertos, peleas, celos... no quería, o no podía, en un abrir de ojos ya estaba en la puerta de la que fue mi casa, toque al timbre, mis padres no sabían como reaccionar, me abrazaron, yo solo derramé algunas lágrimas, no quería esos abrazos, aunque me duela decirlo, no quería los abrazos de mis padres, no de esos, de los que deje en Italia, los extraño tanto... sobretodo a Make...

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