Osito...

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Estuve los dos días que me correspondían con Hilda, a las 16:00pm Chipre la llevo con su padre, yo decidí no ir, no quería verle, ni hablar con el, seguramente me recrimine algo, y no me apetece... en estos dos días tampoco he visto a Georgiy, no me apetece hablar con nadie, Chipre, es el único con el que hablo todos los días, y que remedio, vivimos las 24 horas del dia juntos. Después de que Hilda se fuera, y no escuchar sus gritos de risa jugando con Chipre, o sus risas, o llamarme "mami" era ahogarme en lágrimas, la extrañaba demasiado y solo hacían minutos que no estaba... mi móvil empezó a sonar.

Llamada entrante de Chimb...

-Si?
-La niña ya ha llegado.
-Vale, adiós. -colgué, repito que no quería ni escucharle, me había lastimado, mucho, más que ninguna otra persona, "fulana", esa palabra estuvo estos dos dias dando vueltas por mi cabeza, como podía lastimarme tanto algo que era mentira.
Decidí ir a descansar un poco, hasta que sentí golpes en la puerta. Me asusté, Chipre no estaba, Georgiy tampoco, ni los demás, no entendía nada, no estaban.
Salí y abrí la puerta, al verle comencé a llorar al recordar esos momentos, Serch.
-Buenas amoricito. -intente cerrar la puerta lo más rápido posible...
-No! Déjame! Porfavor!
-Cariño... no va a ser así...
-No estoy con Albert, no quiero nada con el! Porfavor déjame! -dije llorando... empujó la puerta, lo que hizo que me cayera.
-No me extrañaste?
-Pe... pe... pensé... que estabas muerto...
-Eso es lo que le hice creer a medio mundo...
-Porfavor déjame... -dije ahogándome en lágrimas.
-Acompañame, quiero que veas algo...
-No... no quiero ir co... -senti un ardor en mi cara, me había golpeado.
-Creo que no entendiste nada, no te estoy dando a elegir, te lo estoy ordenando. -dijo serio casi gritando. Me levante temblando, y camine delante de él. Nos subimos a un coche, yo iba de copiloto y él conduciendo.
Donde estará Chipre, porque no está aquí... llegamos a un lugar abandonado, había sangre, me asusté pero me empujó y seguí caminando, al entrar, vi a Chipre, tirado en el suelo, con un balazo en el pecho...
-Chipre! No! Porfavor! Aguanta! -dije sollozando.
-Dejame, lucha por ti, te quiero pequeña... -dijo cerrando los ojos, no podía dejarlo morir, no a él, era tan bueno, tan cercano a mi... no podía, no debía, por el, si hace falta me casaría con este desecho social.
-Porfavor... no le hagas daño... -le dije a Serch.
-El daño esta hecho querida, solo necesito que seas completamente mia, para que Albert, Hilda, tus papis, tus papis de Italia y este hombre sigan con vida. -escuché su nombre, Albert.
-Si, si, si! Ahora Porfavor sálvale -me volvió a pegar.
-Aqui las órdenes las doy yo! -dijo gritando.
-Lo, lo, lo siento... -dije levantándome del suelo. Vi el arma de Chipre, Serch se dio la vuelta para llamar a alguien, fui lentamente a Chipre, y le susurre.
-Aguanta osito, no me dejes, no ahora. -le dije llorando mientras cogía el arma. Me levante poco a poco y Serch seguía dado la vuelta, mire si la pistola traía balas, y por suerte tenía tres. Le dispare, el estaba de espaldas, le dispare primero en la cabeza y cuando lo vi tirado en el suelo, le dispare las dos balas que me quedaban, una en la frente, y la otra en el asien, me daba placer verlo lleno de sangre... cogí como pude a Chipre, y lo metí en el coche en el que vinimos, le quité el arma a Serch, y nos fuimos, no sé conducir bien, pero iba con el pedal de el acelerador hasta abajo del todo. Chipre seguía luchando por su vida, y yo lucharía también por la suya, llegamos al hospital, le metieron directamente a la operación.

Dos horas después vino el doctor.
-Señorita, está siendo difícil reanimarle, ha perdido mucha sangre, cuando esté estable le llamaré. -asentí con la cabeza y llame a Albert.

-Que. -dijo seco
-Te necesito.. -dije con lágrimas en los ojos.
-Que ha pasado... estas bien?!
-Yo si, Chipre no, Serch a vuelto...
-Donde estas!
-Estoy en el hospital...
-EN QUE HOSPITAL MICHELLE! -decia gritando, estaba nervioso. Le di la ubicación y en menos de 15 minutos estaba ahí, lo vi, corrí a abrazarle...
-Tranquila mi amor, todo estará bien. -me decía en un susurro. Solo podía llorar, y abrazarle...

-Señorita... -me llamo el doctor y solté rápidamente a Albert corriendo hacia el doctor mientras me quitaba las lágrimas. -está estable, lo hemos conseguido, puede pasar a verle, solo una persona. -sonreí, mire a Albert, se sentó esperando por mi. Mientras entraba a ver a Chipre...
-Pequeña... -dijo débilmente.
-Oso... -dije sollozando mientras le abrazaba lo más fuerte que podía.
-Estás bien? -dijo apartándome de él para verme. Asentí con la cabeza y el sonrío. -Llama a todos los guardias, diles que te protejan como yo no pude, -decia mientras lloraba -lo siento...
-Cállate, no he encontrado a una persona que me haya protegido mejor que tú, así que cállate... -sonrío
-Será la anestesia -dijo mientras reía. -voy a descansar un poco... -asentí, al salir de la habitación llame a todos los guardias, teníamos 10 ¿no? Mitad para cada uno. En este momento me preocupaba más el que yo...

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