𝟙- 𝕄𝕚 𝕙𝕖𝕣𝕠í𝕟𝕒

13.4K 934 53
                                    

-Hace 11 años-

Los pequeños alumnos de la señorita Green se encontraban jugando en el enorme patio del jardín de infantes, la joven profesora se encontraba agotada de decirles que tengan cuidado en sus actividades, y por si fuera poco, su enorme barriga no le permitía hacer las mismas actividades que antes hacía con facilidad y rapidez, como correr detrás de los niños y cuidarlos de caídas.

La mujer se acariciaba su abultada barriga mientras trataba de hacer que un niño dejase de aventarle la pelota a unos cachorros de segundo grado, pero el pequeño de solo 5 años se negaba a hacerle caso y corría una y otra vez alejándose de la cansada joven.

-¡Frey, deja esa pelota y ven aquí ahora mismo jovencito!- El cansancio se hacía notable en su voz. 

Al ver que el niño no le hacía caso, decidió ir tras él (por quinta ocasión), pero al sentir un jalón en su vestido de flores, paró. Al bajar la cabeza, vio a una pequeña niña castaña con bellos rizos y unos profundos ojos verdes que brillaban muchísimo mientras la veía con adoración. Tenía sus mejillas muy rojas e infladas.

-¿Qué pasa linda?- La pequeña levantó su mano y le tendió una pequeña flor amarilla que ella misma había recolectado en su hora de juego con mucho esfuerzo. Había tardado unos largos minutos en encontrar la flor perfecta para su adorada maestra y ahora la mostraba con orgullo-¿Eso es para mí?

La pequeña asintió con una leve sonrisa en los labios y salió corriendo lejos de la maestra. Estaba muy avergonzada pero feliz por haber logrado sacar una sonrisa en el rostro de su querida profesora, quien momentos antes se veía triste y cansada.

Mientras corría y corría con una sonrisa en sus labios, un pequeño pie se interpuso en su camino, haciéndola caer hacia el césped. Esto provocó que sus rodillas y manos se raspasaran en el proceso y que tragara un poco de tierra.

Una risa chillona se escuchó a unos centímetros de ella. Levantó la cabeza y vio a una de sus compañeras, Melanie, una niña rubia que amaba molestarla y que, cada vez que la encontraba, le quitaba sus materiales o las galletas que hacía su mami.

-¡Gordana se ha caído!- Gritó la pequeña rubia, provocando que las dos niñas detrás de ella comenzaran a reír como si hubiera dicho el mejor chiste del mundo. -No te pongas a llorar Gordana, seguro que la señorita Green va a venir y te ayudará a pararte, es la única que podrá hacerlo porque está igual de gorda que tú, ¿verdad que sí?

El par de niñas asintió con la cabeza ante la pregunta de la niña malvada, mientras se agarraban el estómago de tanto reír.

Los ojos de la pequeña rizada se cristalizaron y un triste puchero salió de sus labios, aún sin comprender por qué aquellas niñas la trataban tan mal.

Su mami le había enseñado a tratar a todos los miembros de la manada con amabilidad y cariño, justo por eso no sabía que era lo que ocurría.

El miedo recorría su pequeño cuerpo cada que tenía a esas niñas malas tratándola de esa forma tan horrible.

Quería a su mami.

¿Dónde estaba su mami?

Al ver que la niña mala levantaba un pie para patear su barriga (como hacía siempre que la tiraba al suelo), cerró muy fuerte sus ojitos, provocando que las lágrimas resbalaran por sus redondas mejillas, pero sorprendentemente el golpe nunca llegó.

Lentamente abrió sus ojos y lo que encontró fue un panorama completamente diferente.

Delante de ella ya no estaba Melanie, sino que se encontraba la niña nueva, aquella con el pelo más negro y largo que la pequeña castaña hubiera visto en su corta vida. Sus ojos grises se encontraban fijos en Melanie, quien curiosamente ahora estaba en el suelo con los ojos brillantes, intentando retener el llanto.

-No vuelvas a hacer eso o yo te castigaré. ¿Entendiste o te lo repito?- La calma en la voz de la pequeña pelinegra hizo temblar a la rubia, quien asintió lentamente mientras sorbia los mocos que salían de su nariz.

La rubia se levantó con ayuda de sus amigas y salió corriendo de allí.

El estómago de la pequeña de ojos verdes se removió cuando se encontró con una mano delante de ella, ofreciéndole ayuda para levantarse.

Con los nervios a flor de piel, tomó la mano de su salvadora y bajó la cabeza cuando estuvieron frente a frente, aún sin soltarse de las manos.

-Hola, soy Samantha, pero mis amigos me dicen Sammy. Acabo de llegar a la manada hace poco con mi padre, él antes vivía aquí. ¡Así que también soy de esta manada! - Sacudió sus manos entrelazadas con emoción al decir aquello, al no recibir respuesta alejó su mano y preguntó -¿Y tú cómo te llamas?

Los nervios invadieron a la rizada, quien no podía dejar de mirar sus pequeños pies, evitando aquellos grandes ojos grises.

-Ev-vanna- Tartamudeó mientras su estómago seguía revolviéndose.

-Oh, que bonito nombre, ¿quieres..-
Sammy estaba lista para invitarla a jugar cuando sus amigos llegaron corriendo junto a ella y se la llevaron lejos, sin permitirle terminar de invitar a su nueva "amiga" a jugar, dejando sola a la confundida niña.

La cabeza de la pequeña rizada comenzó a doler en cuanto la pelinegra le dio la espalda. Al intentar ir hacia la maestra, la niña cayó en el césped por segunda vez, dejándose llevar por la inconsciencia.

Sin saber, que ese día era el primero de muchos en los que esa pelinegra de ojos grises no saldría de su cabeza.

¿Qué era eso brillante que salía del pecho de Sammy y se unía al de ella?

¿Qué era eso brillante que salía del pecho de Sammy y se unía al de ella?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Hola!

Por fin estoy preparada para comenzar a escribir esta historia jeje :))

Estaba procesando que acabé mi primera historia y andaba en el cielo, pero no quería dejar de escribir la complicada y bella historia de estas dos.

Espero que les guste mucho, y prepárense por que en el siguiente capítulo vamos a conocer a estas dos niñas en su adolescencia, ¿Cómo crees que sean de mayores?

No olviden votar y comentar si el capítulo les gustó.

Besos en donde quieran ;)

Atte: Moony Bloom

EnlazadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora