𝟛𝟛- ℙ𝕠𝕕𝕖𝕣 𝕕𝕖 𝕤𝕒𝕟𝕒𝕔𝕚ó𝕟

6.8K 604 40
                                    

Habían pasado unos meses desde que Samantha había salvado a Evanna de su horrible y malvado padre

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Habían pasado unos meses desde que Samantha había salvado a Evanna de su horrible y malvado padre. No habían regresado a la manada Hell Hound, ya que Evanna solo se sentía a salvo lejos de su manada.

La madre de Evanna al fin había logrado salir de aquel shock y le había pedido mil disculpas a su hija por no poder ayudar cuando aquello pasó, pero por supuesto que Evanna comprendía. Sería un monstruo si no lo hiciera, ya que , su madre había perdido a toda su familia a excepción de ella.

Pero Gracias a la Diosa Luna y al apoyo de su manada, al fin había vuelto al mando de Hell Hound, intentando cada día hacer sentir orgullosa a su familia, aun cuando no estén ahí para verla.

Ni la alfa ni sus amigos sabían en donde se encontraban Sam y Evanna, ya que aún debían mantener la identidad de Samantha en secreto, tanto así que Andrómeda tuvo que hacer unos cuantos hechizos para que Iván olvidara a Samantha en su forma real.

Pero no todo era color de rosas, ya que, las cosas entre la pareja no habían estado bien, mucho menos aquel día en el que se enteraron que Evanna había perdido la facultad de auto sanarse.


~Hace unos meses~ 

El entrenamiento estaba haciendo efecto y los músculos de la rizada comenzaban a doler, jamás fue amante del deporte, pero intentaba hacerse más fuerte para sobrellevar mejor su dolorosa transformación, la cual, llegaría dentro de poco.

El ardor en sus brazos comenzó a ser insoportable cuando su entrenador le pidió que hiciera 30 flexiones más.

—¡Me rindo!— Gritó, en un desesperado intento de que el hombre se apiadara de su alma, pero no dio resultado

—¡Diez más, ahora!

La cara de la chica fue un poema al escuchar aquello.

—¡Samantha, ven acá y sálvame!

La risa de su novia a lo lejos la hicieron perder la concentración e irse de narices contra el piso.

—¡Y 10 más!— Gritó el entrenador.

Habían salido de los terrenos del castillo, por petición de la pelinegra, quien quería salir a correr a más lugares que el enorme terreno del castillo.

Sam se encontraba haciendo abdominales a ordenes de su entrenadora, quien estaba viéndola, sentada en una enorme piedra.

—Muy bien, Sam— Dijo mientras se comía una barra energética— ¡Siga así!

La mirada de la pelinegra interceptó a su novia, quien estaba casi llorando, mientras sobaba su nariz roja por el golpe que se había dado recién.

El cuerpo de ambas había cambiado muchísimo, pero sobre todo Evanna había cambiado, su pelo había crecido bastante y lo tenía hasta la espalda. Jamás en su vida el pelo le había crecido tan rápido, pero así era y eso no le desagradaba, había adelgazado y estaba más tonificada, mientras que su novia había crecido unos cuantos centímetros y se había cortado su negro y largo cabello hasta los hombros.

EnlazadasWhere stories live. Discover now