𝟙𝟡- 𝔽𝕦𝕖𝕘𝕠

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¡¡AVISO IMPORTANTE!!

Este capitulo contiene escenas sexuales explicitas, se pide discreción. Si eres menos de 17 años no deberías leerlo, pero todo queda bajo tu responsabilidad. 

Si NO quieres leer este contenido puedes comenzar a leer en el apartado "Evanna".

Gracias y disfruten la lectura.

Atte: Moony Bloom

Las manos juguetonas de Samantha se encontraban acariciándola muy lentamente, estaba a un costado de la rizada y tenía buen lugar para explorar

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Las manos juguetonas de Samantha se encontraban acariciándola muy lentamente, estaba a un costado de la rizada y tenía buen lugar para explorar.

La mano que pasaba de arriba abajo por su espalda ahora estaba ubicada en su espalda baja, justo en esa sensual curva. Los nervios y el deseo comenzaron a florecer en las dos chicas, solo que mientras una se quedaba estática, la otra exploraba.

Una de las manos juguetonas al fin había encontrado el lugar anhelado, aquellas lindas y grandes protuberancias que salían de la parte baja de su sexy novia. Los labios de la rizada se abrieron levemente al sentir aquella caricia y un suspiro salió de lo profundo de su garganta, la excitación estaba comenzando a hacer presencia en la habitación y las dos sabían lo que se venía.

Un fuerte apretón llegó al trasero de la rizada, lo que ocasionó un inesperado gemido que prendió como nunca a la pelinegra, quien estaba comenzando a sentirse lentamente lubricada entre sus piernas.

Quitó la mano que se encontraba en el cuello de la castaña y con ella empujó levemente a la rizada hacia atrás, para apoyarla contra la puerta y poder tener más comodidad para besarla.

La más alta comenzó a besar la mandíbula de la rizada, dejando saliva en los lugares que había besado y al llegar a los labios de la chica se detuvo, antes de poder hacer contacto y con la voz bastante rasposa logró articular.

—Te deseo como la mierda, ricitos, pero si quieres esperar lo haré—Se alejó un poco para mirar aquellos orbes verdes que ahora se encontraban manchados con un profundo negro y un cosquilleo en su parte baja la hizo apretar las piernas.

La rizada se encontraba en las nubes, había imaginado esto tantas veces que no podía creer que en verdad estuviera pasando, que la chica que había sido la protagonista de todos sus sueños húmedos la estuviera tocando de aquella manera y que le dijera que la deseaba la hacía creerlo, la hacía creer que en verdad era deseable.

Ella me desea.

A mí.

Sam desea tenerme, ¿en verdad?...

Y justo cuando sus inseguridades iban a hacer presencia, los recuerdos de la voz de Sam la hicieron callar.

"Por la diosa, he fantaseado infinidad de veces con tenerte de bajo de mí, gimiendo, de hecho, muchas más veces de las que me gustaría admitir."

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