En Lunae, se dice que las almas gemelas están destinadas a encontrarse, pero ¿qué ocurre cuando una de ellas sabe exactamente dónde encontrar a su otra mitad, pero el miedo al rechazo la ciega? ¿Y si su alma gemela es una pedante, grosera y seductor...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
El collar de la rizada había pasado a manos de la bruja, quien llevaba un par de minutos moviendo sus manos de un lado al otro, intentando encontrar a la rizada.
Por la cabeza de la pelinegra no dejaba de repetirse la escena en donde Evanna se lanzaba a un río congelado solo por aquel collar que ella ya había entregado a otra persona, ella sabía que eso no le correspondía, pero no había nada que se pudiera hacer y los presentes lo sabían.
Un sonido de molestia hizo que los presentes voltearan a mirar a la bruja, se encontraban los mismos que habían estado en la escuela aquella mañana.
—Hay algo escondiéndola de mí— Dijo con las cejas fruncidas—Magia antigua....
—¿De qué hablas?—Dijo la pelinegra intentando no asustarse—Puedes encontrarla, ¿no es así?
La bruja la miró por unos segundos antes de mirar el oscuro cielo y comenzar a asentir.
—Claro que puedo, la bruja o brujo que esté haciendo esto es inteligente, sabio y muy viejo. Pero yo tengo poder, mucho poder...
Hizo un circulo con sus manos, haciendo que un orbe de fuego dibujado en el suelo apareciera frente a ellos, haciéndolos alejarse del lugar.
—No se alejen, necesito que las personas que tengan un fuerte vínculo con Evanna entren. Sobre todo, tú Sam. Entra al círculo.
Sin esperar un segundo más la pelinegra entró, y aunque un ligero ardor llegó a ella al quemarse con las llamas, lo ignoró al ver que todos los presentes se quedaban en su sitio, volteó a mirar a Carly, quien miraba las llamas con profundo temor.
—¿Qué esperas? ¡Entra!
La peliverde comenzó a negar y se alejó del lugar lentamente.
—Éramos cercanas, pero no sé si lo suficiente como para encontrarla— Comenzó a negar al ver que la pelinegra la veía con furia— L-lo lamento Sam, soy una simple humana, esto me podría matar...
—Ella podría morir si no lo haces, ¡¿eso quieres?!
Una figura pasó rozando a la mundana, intentando ingresar al círculo, pero una barrera transparente lo impidió.
—Necesito que solo personas con un vínculo entren, lo siento Iván. —El pelinegro miró a su amiga pidiendo disculpas y se alejó de allí.
—Tienes que hacerlo, eres su mejor amiga— No importaba que tuviese que hacer, la chica iba a recuperar a su novia.
—Y-yo, n-no...
En ese momento una figura atravesó las llamas, haciendo a la pelinegra voltear con asombro. Era Gally, tenía unas enormes ojeras y se veía realmente mal, pero lo único que le importó a la pelinegra era que se había metido al círculo.
—Gracias...
—Mataría por mi mejor amiga y moriría si fuera necesario.— Dijo con crudeza—Esto no lo hago por ti.
