En Lunae, se dice que las almas gemelas están destinadas a encontrarse, pero ¿qué ocurre cuando una de ellas sabe exactamente dónde encontrar a su otra mitad, pero el miedo al rechazo la ciega? ¿Y si su alma gemela es una pedante, grosera y seductor...
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El cuerpo de la rizada comenzó a temblar como si le estuviera dando un ataque, sus fuerzas la dejaron de inmediato y cayó al suelo sin previo aviso.
Las personas a su alrededor corrieron a ayudarla, preguntándole si se encontraba bien, si necesitaba algo.
Como si ellos supieran.
Sus ojos se encontraban abiertos de par en par. El cuerpo de la chica estaba paralizado mientras oía los gritos y rugidos de aquella persona que tanto amaba.
Esto no puede estar pasando.
Frente a ellas se encontraba su madre, destrozada. Tenía las garras y colmillos fuera, al igual que sus rubíes resplandecientes. Sus alaridos eran destrozadores, todos los presentes se encontraban temerosos por lo que podría pasar.
La alfa estaba fuera de sí y la pequeña hija de esta estaba paralizada.
Un fuerte rugido por parte de la alfa hizo que Evanna volviera en sí y comenzara a llorar y a gritar junto a su destrozada madre.
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Los presentes se encontraban de rodillas ante tal escena, todos y cada uno de ellos llorando.
Todos destrozados por la perdida.
Tirado en el suelo se encontraba el padre de Evanna, con golpes en todo su rostro, y con un hueco que lo atravesaba justo en el lugar en el que estaba su corazón. Tenía su boca abierta y por sus bordes había charcos de sangre aún húmeda.
A su lado el cuerpo sin vida de la veela se encontraba con un profundo corte que iba desde el cuello hasta su cara, dejándola casi irreconocible, sus ojos color ámbar se encontraban sin aquel brillo que los caracterizaba y tenían un aspecto horrorizado mientras que sus manos se encontraban tomando su abultada barriga con mucha fuerza, como si estuviera protegiéndola.
Si todo eso ya hacía a la rizada gritar y rogar a la diosa que eso fuera solo una pesadilla, el ver el cuerpo que se encontraba al lado de la veela hizo que el vómito saliera de su cuerpo. El cuerpo de su querido, protector y amado hermano, Ethan, se encontraba con las garras y colmillos al aire, tenía todo el pecho abierto y el interior de su pecho se podía ver a simple vista, faltaban sus ojos oculares, aquellos brillantes y felices orbes eran sustituidos por unos profundos y sangrientos hoyos negros.
