𝟚𝟞- ℍ𝕖𝕝𝕝 ℍ𝕠𝕦𝕟𝕕

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—Hay algo que te tengo que decir sobre ella

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—Hay algo que te tengo que decir sobre ella...

El cuerpo de la pelinegra se tensó al escuchar aquello, sus manos comenzaron a temblar y sintió un vació en su estómago al imaginarse el peor escenario.

—¿Qué pasa?— Se paró en su sitio con todo el cuerpo tenso— ¿Ella está bien? ¿Qué ha pasado?

—Luna necesito que calmes a Samantha...

Samantha sintió un fuerte dolor de cabeza al escuchar aquello y cuando menos lo esperaba, una profunda voz salió por su boca sin tener control de aquella acción.

—No voy a calmarla, ni voy a calmarme hasta que me digas que pasa con ¡mí mate!

La reina se irguió en su sitio y se levantó con cuidado de no golpear su panza con el escritorio al darse cuenta que la voz profunda que provenía de la garganta de Samantha era Luna, muy enojada y asustada.

—Te ordeno que te relajes Luna, regresa a Samantha a su cuerpo.

—¡No te permito hablarme a sí!

Los ojos de la reina se tornaron de un rubí intenso, su expresión dulce cambió radicalmente a una de enfado que hizo que tanto Luna como Samantha se asustaran.

—¡Seas quien seas, soy tu reina y tú me debes respeto, así que te callas de una buena vez y le regresas el control a Samantha!

Sin esperar más, la loba se dio por vencida y dejó que la pelinegra volviera a tener posesión de su cuerpo.

—S-solo dime que le pasa, por favor Thea...

Los azulejos cambiaron de lugar con los rubíes y las dulces facciones de la reina regresaron.

—Solo te pido que te tomes las cosas con calma. El día de tu trasformación su familia fue atacada por un grande grupo de demonios. Su padre, su hermano y su cuñada embarazada estuvieron en aquel lugar, lamentablemente los demonios los superaron en número y fuerza. Los mataron sin piedad alguna...

El corazón de Samantha dejó de latir por unos segundos, causándole un fuerte dolor en el lugar. De solo imaginarse lo que su mate sufrió y sufre la hacen querer salir a cazar a esos malditos demonios de mierda.

—¿Por qué no me lo dijeron antes?

—Te lo iba a decir ayer apenas te dijera lo de tu madre. Pero no salió como esperaba.

—Quiero verla...

—Quiero verla

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EnlazadasWhere stories live. Discover now