La Oscuridad del León

9 - Halloween (Parte 1)

No desperdicies nunca un momento de debilidad de tu adversario. No vaciles en rajar una yugular desprotegida. ~Shannon Kirk.
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El anciano mago camina con prisa a través del abandonado sendero, sus pasos emocionados lo guían a su primera victoria en mucho tiempo, su corazón amenaza con escapar y una sonrisa de terror se extiende en su rostro. A su línea de visión se extiende después de la larga caminata, una pequeña cabaña, poco distinguible en la boscosa zona, el clima muestra intenciones de lluvia y se da prisa a llegar al final del camino. La imagen le recuerda a la casa de los Gaunt, lugar del que obtuvo semanas atrás el anillo, ese con parte del alma de su mayor enemigo, pero más relevante contiene la piedra de la Resurrección, casi pudo llamarse a sí mismo el amo de la muerte.

—Ya era hora que llegase Dumbledore —Escucha apenas toca la vieja madera de la entrada. El anciano voltea hacia el sonido de la voz, su inesperado y valioso aliado esta refugiado entre las sombras.

—Entenderás que tengo obligaciones como director de la escuela.

—Dudo que sus obligaciones tengan mayor importancia que el Horrocrux que he conseguido. —Su voz marcada en burla, ese tono que la experiencia le ha enseñado a Dumbledore es la arrogancia de la juventud, el tambien tuvo ese poder, la sensación de constante adrenalina, el vivir sin miedo a pesar de estar al borde de la muerte.

El más joven avanza unos pasos y la luz que se filtra entre las copas de los árboles da de lleno en su rostro, exponiendo las cicatrices de quemaduras, es raro verlas piensa Dumbledore, usualmente están cubiertas por un Glamour.

— ¿Cómo lo has conseguido? —Dumbledore trata de no sonar como un niño emocionado ante un nuevo juguete, no lo consigue, asi que marcando su lugar evoca su verdadera esencia, no el afable director sino el mago que esta por conquistar el mundo mágico.

—Efectivamente estaba en la antigua casa Black. —Suelta con obvio desprecio el apellido.

— ¿Te ha visto alguien? —Sabe que es casi imposible, pues los únicos que tienen acceso a esa casa es Harry, el heredero de Sirius Black o los miembros de la orden.

—No, solo estaba el viejo elfo, aunque es raro, la casa daba la impresión de que era habitada.

—Quedó al cuidado de un elfo, es normal teniendo en cuenta a la familia que allí vivió.

—Puede ser —Dumbledore entiende la duda, se propone comprobar por sí mismo que la casa esté sola, no es de olvidar que está en el mundo Muggle, y quizás sin un mago que habite alguien la encontró o peor un mago que conociera su ubicación este robando.

—Considerando todo, hemos de suponer que Tom no se ha dado por enterado de la falta de ese horrocrux, las iniciales en el guardapelo son fáciles de descifrar.

—No podemos asegurar eso, sigo pensando que debimos tomar el guardapelo falso, lo fuese despistado por completo perder otro Horrocrux.

—Muchacho veo que no lo entiendes, dejarlo en ese vasija fue de nuestras mejores jugadas, las iniciales solo lo llevarán a un callejón sin salida, ello generará frustración y nos permite una momentánea ventaja.

Dumbledore se rehúsa a reconocer que hace tiempo dejó de comprender los movimientos de Voldemort, sabe que algo o alguien ha influido de tal forma en él, que el anciano ha tirado a la basura todo lo que creía saber de su enemigo, igual siguen existiendo las cosas básicas que molestan incluso a aquellos que perdieron su humanidad.

—Espero este en lo cierto Dumbledore, un fallo más es impensable.

—Ahora lo primordial es encontrar la ubicación del resto. —Es consciente que Voldemort ya debió mejorar las protecciones de su alma, aunque siendo quien es, no las regresará a su cuerpo, así que estas siguen escondidas.