15 - Emociones

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Era evidente que se sentían atraídos el uno por el otro, de eso no cabía duda, y el ser humano no ha sido creado para vivir solo. ~Camilla Läckberg.
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Draco ha escapado de su sala en Slytherin con lo que Pansy considera la excusa más inverosímil existente. La experiencia ya le ha enseñado al rubio que si se trataba de Harry su sentido común simplemente huía a toda velocidad y sin mirar atrás. Los chicos no le creyeron, pero aceptaron lo dicho por Draco, este agradecía la amistad y que si lo llegaba a necesitar sus amigos lo cubrirían.

Al llegar al séptimo piso es media tarde, su grupo cuenta con el resto del día libre, los demás estudiantes siguen en clase asi que avanza siempre atento. Se para en el pasillo sin saber muy bien que hacer, pues Harry no le dio mayor indicación que dirigirse al lugar. Una suerte que no sea necesario que invente nada, ya que una puerta se materializa frente a sus ojos. Cruza pensando en lo sorprendente que resulta que la habitación se transforme justo en lo que deseas.

La estancia que pidió Harry es simple, un sofá y una chimenea encendida, rodeado de estantes repletos de libros antiguos, varios llaman la atención de Draco. Camina en busca de Harry, a quien encuentra recostado en el sofá, un libro cubriendo su rostro que Draco reconoce como el de pociones, en la mesita de al lado hay una mochila y objetos regados. La imagen de tranquilidad que proyecta Harry le gusta, considera que es de mala educación despertarlo, así que, recordando las funciones de la sala, imagina un conveniente sillón, este aparece de inmediato, se mueve hasta llegar a él, se distrae mirando a Harry y termina tropezando con una libreta en el suelo.

Harry rápidamente abre sus ojos y se incorpora, el azabache está a punto de sacar su varita, se relaja al identificar a Draco.

—Yo... no quería despertarte, he tropezado —dice Draco en sus ansias de disculparse. Harry le sonríe ya tranquilo y le invita a acercarse. Draco se sienta bastante cerca de invadir el espacio personal del otro chico.

—No importa, he pasado el día aburrido. Me alegra verte —Draco no demuestra lo que le afecta la frase.

—No pude venir en la mañana, las clases y eso.

— ¿Te aseguraste de que no te siguieran?

—Si ¿Qué es lo que pasa?

—Millecent ayuda a Dumbledore, te vigila.

—Pansy tenía razón —suspira Draco y procede a explicarse—, ella ha intentado unirse al grupo, Pansy pensó que era muy sospechoso, ya verá Bulstrode cuando Pansy se entere. ¿Qué interés tiene Dumbledore? ¿Sigo siendo sospechoso de la marca?

—No, ya eso lo ha confirmado —Draco no esperaba ello—. Alguien le dijo, pensé en que podía ser cualquier mortifago, pero mencionaron que no querías ser un mortifago —Draco lo considera, no cree que fuera obvio con el tema, solo sus amigos y padres lo sabían.

— ¿Entonces?

—Digamos que me ha encargado de convencerte para que te unas a la orden.

—Con la pelea de hace rato, dudo que siga queriendo que lo hagas.

—Ese era el plan —el chico le sonríe a Draco.

— ¿Cómo te fue en la reunión con Dumbledore? La última vez que nos vimos no hubo ocasión de preguntarte —el rubio se acuerda que sus labios estuvieron bastante ocupados. El recuerdo le sonroja un poco.

—Me mostró memorias del pasado de mi padre, ha identificado los horrocruxes, incluida Nagini.

— ¿La Serpiente es un Horrocrux? —Harry asiente—. Ignoraba que podían ser animales, tampoco es que conozca el tema ¿un humano también puede serlo?

La Oscuridad del León Where stories live. Discover now