La Oscuridad del León

28 - Punto para Dumbledore

Son muchas cosas. Y muchas casualidades las que abren el camino a la maldad. ~Karin Fossum.
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Las miradas de incredulidad y sorpresa siguen a Dumbledore en lo que entra al despacho del ministro. Algunos magos no pueden creer que tenga el descaro de presentarse y otros, los que aún lo alaban ven esperanza en su llegada.

Mantuvo un porte erguido, sus pasos firmes y esa mirada afable tan suya, en ningún momento se permitió flaquear, no cuando sus planes estuvieron casi arruinados. Pero gracias a que su característica principal es ser un excelente estratega, un calculador y manipulador de primera, su alto nivel de inteligencia le permite tomar un nuevo curso de acción.

—Buenos días, Cornelius —su tono de voz es cansado, ahora que está lejos de las miradas inicia su actuación. Él tiene que ser la víctima de la historia.

—Dumbledore —El semblante en apariencia neutra del ministro no consigue disimular su miedo, ahora cree que esta frente a un asesino, y aunque bien es cierto, no es de conveniencia para Dumbledore confirmarlo.

—Concédeme unos minutos, pídele a los aurores que no pasen aun —Sus ojos sorprendidos le demuestran a Dumbledore que estaba en lo correcto, que los aurores ya se han movilizado para capturarle.

—Unos minutos —acepta el ministro, mira constantemente la puerta, Dumbledore ya se aseguró que su asistente estuviese ocupado, no permitiendo que Percy Weasley interfiera con sus planes—. ¿Qué es lo que sucede Dumbledore?

—Harry escapó de casa de sus tíos, ahora mismo se debe encontrar con su padrino, lo que es igual que mortifagos.

— ¿Fue secuestrado? —el rostro del ministro se mostraba nervioso, jugaba con las cosas en la mesa. El puesto sin duda alguna era mucho para él.

Dumbledore considero esa idea, la de inventar un secuestro, pero eso llevaría a un ataque y esas no eran sus intenciones. Sigue siendo prioridad destruir los horrocruxes, pues de nada sirve el ataque si Voldemort puede volver más adelante, de Harry sería fácil encargarse.

—No, y eso es lo de mayor preocupación. Estoy convencido de que Harry está siendo manipulado por Sirius Black.

— ¿Es real lo publicado en el artículo? —una pregunta que Cornelius ansiaba realizar y de la que Dumbledore ya preparaba la respuesta.

—Por supuesto que no, los Potter eran importantes para mí, dedique mucho de mi vida al cuidado de Harry.

—Es todo muy peligroso Dumbledore, las bases de Voldemort están creciendo, parte de la comunidad ha empezado a apoyarlos. Te acusaron de secuestrar al chico Malfoy.

—Esas son patrañas, puedes mandar a Percy, ya que él fue en una ocasión y asi comprobar que el chico está sano y salvo —el ministro consideraba esa idea, eso molesto a Dumbledore pero no lo dejo notar—, Voldemort es inteligente, la jugada del artículo fue una forma de sembrar duda, y lo ha logrado, no podemos permitir caos.

—Pero Black dice que es cierto.

—Se suponía que él estaba muerto, no es confiable la palabra de quien estuvo en Azkaban acusado de asesinato —Dumbledore sonreía pues su plan funcionaba—, ahora tiene más sentido que Black diera la ubicación de los Potter, era un mortifago disfrazado, y no le bastó con contribuir al asesinato de quienes lo creían su amigo, sino que además atacó a muggles inocentes.

— ¿Qué debemos hacer? —el guion siguiendo lo esperado.

—Lo primordial sigue siendo Harry, es el único capaz de destruir a Voldemort para siempre. —Un problema, Dumbledore estaba convencido que esa noche en Godric Hollow una parte del alma de Voldemort se adhirió a Harry, por ello ambos deben morir.