Extra 1 - Embarazo

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7 meses antes del epílogo.

Draco luce la más adorable de las sonrisas mientras repasa los detalles de la sorpresa que le prepara a Harry, su esposo. Ama pensar en el azabache como su esposo, ama su compañía, ama su sonrisa, ama despertar en sus brazos todas las mañanas, ama todo de Harry.

Que Draco tenga las manos en su vientre es un claro indicativo de cuál es la sorpresa, imaginar que en unos meses un pedacito de él y de Harry vendrá al mundo le calienta el corazón. Había hablado con Harry sobre la posibilidad de ser padres y ambos estuvieron de acuerdo en que ya estaban preparados, pero Draco nunca espero que sucediera tan rápido, aun así está muy emocionado, se siente muy feliz.

Harry sigue dormido, lo que le da a Draco el tiempo necesario para arreglar todo. Dara la sorpresa por medio de una pequeña búsqueda del tesoro.

Luego de organizar los peluches Draco repara en la hora, decidiendo que es momento de despertar a su esposo. Entra a la habitación encontrando a Harry enredado entre las sábanas abrazando la almohada que el rubio suele utilizar, a Draco le parece muy tierno que hasta en sus sueños Harry lo busque.

Sube a la cama con suma delicadeza, dejando un beso en la mejilla de Harry antes sacar la almohada, el movimiento hace que la sábana resbale y que Harry haga el vago intento de abrir los ojos, pero falla volviendo a quedarse dormido.

Draco se acomoda completamente sobre Harry, ahora que la sábana no es un obstáculo se deleita con la vista del bien formado cuerpo de su esposo, ya ha perdido la cuenta de las veces que ha recorrido con su boca toda la piel, aún quedan marcas en Harry que lo demuestran.

Posa sus labios en la mejilla de Harry iniciando un recorrido por su rostro hasta bajar a su cuello donde se entretiene un rato. Draco se espanta un poco cuando fuertes manos agarran sus caderas, pero sonríe al escuchar un fuerte jadeo de parte de Harry.

—Esta sí que es una buena forma de despertar amor —dice Harry con un tono de voz ronco que va directo a la entrepierna de Draco—, pero no me parece que te diviertas sin mí.

Con una sonrisa algo malvada Draco sigue bajando, jugando en el pecho de Harry marcando un claro destino.

El rubio ahora sí que grita cuando Harry en un movimiento rápido les da la vuelta cambiando los planes. Draco se acomoda para que Harry quede en medio de sus piernas acercando sus cuerpos.

—Buenos días, señor Potter —susurró Harry en el oído de Draco para luego ser él quien dé inicio a los besos.

—Más que buenos señor Malfoy —respondió Draco en un gemido pues Harry se había encargado de desaparecer su ropa.

Luego todo se compone de sensuales caricias, batallas de lenguas, piel sudorosa y fuertes gemidos provenientes de ambos.

El placer recorre cada centímetro de Draco cuando Harry entra en su cuerpo, estocadas certeras que le hacen gritar el nombre de su esposo, intercepta cada una mientras atrae a Harry a un beso demandante que los tiene al borde del abismo.

La liberación es deliciosa, Draco amando la sensación de la corrida de su esposo dentro de su cuerpo, y Harry por su parte encantado con la mirada perdida, mejillas rojas y el mucho placer reflejado en el rostro del rubio.

—Cuando te desperté no tenía intenciones de acabar así —dice Draco un rato después que han bajado de su orgasmo. Habla desde su posición favorita, ubicado en el pecho de Harry mientras este lo rodeaba con sus brazos—, Y no es que me queje —agregó soltando un risita.

—Entonces cuéntame qué te hizo levantar tan temprano.

—Potter no es temprano, es casi medio día —le corrigió el rubio.

La Oscuridad del León Where stories live. Discover now