CAPÍTULO CUARENTA Y CINCO

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EL OLOR A COCO ES MI NUEVA FRAGANCIA FAVORITA




Después de toda la euforia del año nuevo, nos ponemos en marcha a la fiesta de unos amigos de los chicos, que supongo que son los que estuvieron en la navidad.

Isa va tomada fuertemente de mi mano y sonríe, lo hace, pero se ve tan triste. Lo noto en su mirada, en la manera en la que camina, en el abatimiento de sus hombros.

Y yo la sostengo, porque para eso estoy.

Yo voy de un lado, Dante del otro.

Los chicos caminan delante de nosotros, discutiendo de algún partido del cual no presto atención. Las calles están abarrotadas de gente, de todas maneras por lo que entendí el lugar no quedaba lejos.

Si, no me leas de esa manera, sé que estás esperando que diga algo respecto al beso.

Y hey, no me juzgues, que ya pareces Pimienta.

De todas maneras no puedo decir que el beso me desagrado, ¿vale? Que a ver, que tu y yo sabíamos que iba a caer, pero ninguno se imaginó que sería tan rápido. Pero es que entiéndanme, ¿si? Pierce es como mi criptonita o si quieren verlo de otra manera, es como mi Horrocruxes.

Es los siete en uno y si, estoy haciendo referencia a los libros de Harry Potter.

Asique luego de que me besara, nadie dijo nada, abrace a Dante fuerte, luego a Dean, que lejos de que sea incómodo fue todo lo contrario, me abrazo de esa manera amistosa y me deseo un feliz año nuevo en el oído.

Xander e Isa estuvieron un rato abrazados, hablando entre susurros mientras mi amiga no podía dejar de llorar sobre el hombro de él. Cuando se separaron, Xander la observó por unos cuantos segundos, limpiando las lágrimas bajo sus ojos con dulzura pero con un dolor en su mirada que hizo que algo dentro mío se removiera con violencia. De todas maneras después de unos segundos se recuperó, pellizco su mejilla y dijo algo que la hizo sonreír.

Ahí fue cuando Isa se giró y nos envolvió tanto a mi como a Dante en un abrazo apretado, murmurando con pena lo idiota que la ponían estas fechas, pero si había algo que yo sabía, era de cuando la gente me mentía.

No eran solo las fechas, Isa tenia una valija pesada que venia arrastrando hacia años y había algo que me decía que esa valija tenia que ver con su familia, con esa que no veía nunca, con unos hermanos menores que apenas la recordaban, con una madre que no había peleado por ella lo suficiente y un padre al que no le importaba una mierda.

Pero ella nos tenia a nosotros y aunque no fuéramos lo que necesitaba, éramos también su familia.

La fiesta era en una terraza pija, si, así como lees, tenia todo lo que podía tener una de esas fiestas exclusivas que ves en la serie. Fuimos directamente todos juntos en el ascensor, bromeando, por suerte todos se veían un poco más animados, incluso Xander, que había estado taciturno toda la noche, ahora sonreía y bromeaba y quien no me quitaba el ojo de encima, era Pierce.

Pero yo me dedique a ignorarlo, a decirme que eran cosas mías, que tenia que resistirme un poco más a sus encantos, pero..., cuando el hijo de puta se comportaba de la manera en la que lo había hecho estos últimos días, tratándome como si nos conociéramos de siempre, bromeando conmigo, pues, era difícil, porque habían sido buenos días juntos, como si estuviéramos conociendo y sí, lo dije antes, no le guardaba rencor a Pierce, no podía hacerlo.

La terraza estaba llena de paneles de luz que largaban calor, haciendo que el frio se disipara del todo. Habían ciento de luces colgadas por todos lados y gente a rabiar, la música sonaba por altoparlantes, por supuesto Gina pinchando con un panel de música colorido y unos enormes cascos en las orejas. Thomas, Layla y Mathew llegaron a nosotros, con felicitaciones un tanto superficiales, sin embargo no pude evitar reírme cuando Thomas bromeo conmigo por lo que había hecho la noche de navidad. No me pasó por alto la manera en la que Pierce nos observaba, como siempre no parecía enojado, ni celoso, porque con el tiempo había aprendido que cuando Pierce me dijo que no era celoso, en verdad no lo era, es solo que había veces que le gustaba jugar a su modo, aún más con las cosas que consideraba suyas y si, por más irónico que suene, Pierce me consideraba de su propiedad y si bien la idea de que seamos más de uno en una cama, ya sea hombre o mujer no le molestaba, tenia que ser bajo sus condiciones, y creo que Thomas no estaba en esas condiciones.

Pecado con sabor a chocolate [+21] ©️ LIBRO 1Where stories live. Discover now