Part. 2 Capitulo 8

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Cuando termino la clase Spica se dirigió al Gran Comedor, llegando fue directamente a donde se encontraban sus amigos. Al sentarse junto a Harry, noto como los tres se encontraban tensos, por lo que les pregunto.

-¿Qué sucede chicos?.

-No lo habrán despedido, ¿verdad?-preguntó Hermione, Spica la miro desconcertada, no sabía de lo que hablaba.

-De que hablas, Hermione.

-De Hagrid.

-¿Por qué lo despedirían? ¿Qué sucedió en su clase?

En ese momento noto como Harry, miraba a la mesa de Slytherin, para ser más específicos, a un grupo en el que se encontraban Crabbe y Goyle, sus amigos no tuvieron que decirle nada más.

-Así que algo ocurrió con la bola de Slytherins

-Si, el estúpido de Malfoy, provoco que un Hipogrifo lo atacara, terminando en la enfermería.

-Esa rubia oxigenada... ¿por qué no puede simplemente poner atención en clase?-hablo molesta-. Ahora me arrepiento por no haber elegido Cuidado de Criaturas Mágicas-sus amigos la miraron sin comprender-, así hubiera podido hacer que Malfoy se quejara por algo de verdad.

Ron y Harry le dedicaron una sonrisa, mientras que Hermione la miraba incrédula.

-Bueno, no podemos decir que el primer día de clases no haya sido interesante-dijo Ron con tristeza, luego miro a Spica-. ¿Cómo fueron tus clases?

-Oh, geniales. Con el profesor Lioncourt, estamos viendo a los Ghouls y...

Hermione la interrumpió al escuchar el nombre del profesor.

-Esper Spica, yo e escuchado ese apellido en otra parte-se quedo pensando un segundo pero no recordaba donde.

-No se donde lo hallas escuchado Herms, pero es un excelente profesor y espero con ansias la siguiente lección-miro como Harry seguía preocupado por lo de Hagrid, así que hablo. No creo que lo corran, Hagrid puede ser muchas cosas, pero nunca lastimaría a un alumno con intenciones de dañarlo.

Tras cenar, subieron a la sala común de Gryffindors la cual estaba llena de gente, y trataron de hacer los deberes que les había mandado la profesora Mcgonagall, pero se interrumpían cada tanto para mirar por la ventana de la torre.

-Hay luz en la ventana de Hagrid-dijo Harry de repente.

Ron miró el reloj.

-Si nos diéramos prisa, podríamos bajar a verlo. Todavía es temprano...

-No sé-respondió Hermione despacio, y Harry vio que lo miraba a él.

-Tengo permiso para pasear por los terrenos del colegio-aclaró- Sirius Black no habrá podido burlar a los dementores, ¿verdad?

-Él ira con nosotros, estaremos alertas para que nada nos tome desprevenidos y si vemos algo extraño solo tenemos que volver al castillo-menciono Spica.

Recogieron sus cosas y salieron por el agujero del cuadro, contentos de no encontrar a nadie en el camino hacia la puerta principal, porque no estaban muy seguros de que pudieran salir.

La hierba estaba todavía húmeda y parecía casi negra en aquellos momentos en que el sol se ponía. Al llegar a la cabaña de Hagrid llamaron a la puerta y una voz les contesto:

-Adelante, entren.

Hagrid estaba sentado en mangas de camisa, frente la mesa de madera limpia; Fang, su perro jabalinero, tenía la cabeza en el regazo de Hagrid. Les bastó echar una mirada para darse cuenta de que Hagrid había estado bebiendo. Delante de él tenía una jarra de peltre casi tan grande como un caldero y parecía que le costaba trabajo enfocar bien las cosas.

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