𝐒𝐞𝐧̃𝐚𝐬 ¦ Creek

₂𝟗 .

Los cinco estaban sentados, Butters y Kenny viendo de frente a sus invitados. Se podía notar la tensión en el ambiente, sobre todo por parte del ángel de ojos violetas.

Este estaba con los brazos cruzados con una mueca de clara incomodidad. Butters por otro lado sonreía para tratar de calmarlos. Estaba tan tranquilo que su compañero sospechó algo.

—¿Sabías algo sobre esto? —él de ojos claros desvió la vista a otro lado intentando escapar de su mirada.

—Bu-bueno, sabes que no eres tan perceptivo como yo y... Claramente ese chico olía muy particular...

—¡Pe-pero...!

—¿Qué querías que haga? ¡Tenía que al menos ayudarlo! ¡No quería decirte porque era lo mejor! ¡No eres la persona que razona en ese tipo de situaciones y lo sabes, capaz hubieras inventado algo! ¡No podíamos ponerlos en peligro!

Kenny se encogió en su asiento con un puchero. Los tres amigos no podían creer lo que veían. Un ángel siendo prácticamente dominado por alguien más bajito que él.

—Lo siento, solamente se preocupa por ustedes, de verdad. —les sonrió ampliamente de nuevo como si nada al verlos. —Creo que no nos hemos presentado adecuadamente, me llamo Butters y soy un aprendiz para ser un ángel.

El rostro de confusión tanto como Craig y Tweek le hizo reír.

—Puedes tomarte un tiempo antes de elegir ser un ángel guardián para aprender mejor de alguien que ya lo es. No encontré a alguien en mi caso, ya que es muy difícil que uno esté disponible. —aclaró Wendy.

—Butters, eres muy ingenuo. Sin duda eres más inteligente que yo en ocasiones, pero debes ser consciente en lo que nos estamos metiendo. —intervino Kenny levantándose de la silla.

Craig por reacción se levantó para ponerse al frente de Tweek.

Tanto como Wendy y Butters se levantaron preocupados.

—Kenny... —el oji celeste intentó hacerle entrar en razón.

—Por favor no intervengas, cualquier cosa que sea él puede perjudicarte y ocurrir algo malo aunque tú quieras ayudarlo. —miró fijamente a Craig. —¿Qué es lo que pretendes?

—No... No dejaré que le hagas nada.

—Es gracioso que digas eso cuando es más probable que él te lastime. ¿Acaso utilizó sus poderes para manipularte?

—¡Te equivocas! ¡Todo lo que ha hecho Craig ha sido por su propia voluntad! —defendió Wendy.

El azabache tragó saliva.

—No es como el resto. Te equivocas en lo que dices. Antes de juzgar algo deberías conocerlo. —dijo con molestia. —Confió en Wendy y por esa razón vine aquí en busca de ayuda, en la situación en la cual estamos no ganaremos nada en ponernos en contra. Al ser parte humano y demonio creo que es suficiente prueba de que de alguna manera si puede existir una unión entre nosotros.

Butters estaba que se comía las uñas. La tensión estaba en todo su punto crítico.

Kenny se alejó de él. Su cuerpo se relajó.

—Tienes agallas. —sonrió. —Realmente no tengo una buena experiencia con los demonios como creo que es el caso de la mayoría. Pero estuve mucho tiempo en un punto indefinido donde conocí ambas caras de la moneda y aun siendo ángeles estos son capaces de caer bajo la tentación del pecado. No sé si decirte que eres muy inteligente al venir aquí o muy estúpido... —colocó una de sus manos en su barbilla.

—¿Puedo decir algo? —Tweek tocó el hombro de Craig intentando llamar su atención. —Hola, soy Tweek. Creo que ya no hace falta decirte que soy. Pero no tengo ningún problema de que mi trasero esté en riesgo por proteger a Craig. —levantó su chullo. —Sí, él.