𝐒𝐞𝐧̃𝐚𝐬 ¦ Creek

𝟑𝟓.

Craig despertó. Al abrir los ojos estaba tendido en el suelo.

Cuando pudo observar a su alrededor la Iglesia estaba siendo incendiada. La figura de alguien al frente de él le hizo retroceder.

Sin embargo, cuando pudo observar mejor se trataba de Hellen.

—Craig... ¿Recuerdas cuando me dijiste que no veías maldad en mis ojos? Mencionaste con tanta seguridad que era una buena persona que por un momento me lo creí. Pero no es así. Mate a muchas personas, asesiné a los míos. Todo por proteger a mi familia.

Sonrió con cierta tristeza.

—Sé que no podré hacerlo de nuevo. Al menos no será como antes. Por eso te pido esto. Perdóname por poner tanto peso sobre tus hombros. Es mi momento de recompensártelo.

No entendía a qué se refería. Aún tenía un grave dolor de cabeza.

Intentó detenerla. Alzó su mano para alcanzarla.

—¡Tenemos que irnos de aquí! —la voz de Butters apareció a su lado. Le ayudó a levantarse.

Cuando encontraron un lugar seguro Craig intentó recordar.

—¿Qué fue lo que paso...?

—Alguien los atacó, pero Hellen los protegió. Kenny está con Tweek, están bien. Token con Stan y Cartman nos están apoyando.

Suspiró aliviado. Intentó ponerse de pie pero sus músculos le dolían.

—No te esfuerces demasiado. Todo se va a solucionar. —sonrió. —Tricia llegó a salvo.

Pronto escucharon unos gritos desgarradores.

Sintió terror al reconocer la voz de la cual provenía. El rostro de Butters palideció y ambos corrieron hacia dónde provenía.

La escena era desgarradora. El cuerpo de Hellen se encontraba en el suelo mientras Tweek hacía todo lo posible por hacerla reaccionar.

Craig tenía intenciones de acercarse sin poder creerlo pero Butters tuvo un mal presentimiento. Impidió que se acercara.

Pronto las alas de Tweek empezaban a salir rasgando su camisa mientras mantenía las manos tapando su rostro con sangre en ellas. 

Un rugido muy profundo lanzó mientras los cuernos terminaban de aparecer. El azabache no podía creer lo que estaba pasando, quería que se detuviera.

Los brazos de Butters lo mantenían en su lugar a duras penas. Apena podía sostenerlo para evitar que se fuera.

—¡Craig no lo hagas! ¡No puede reconocerte ahora! ¡Por favor! —sus súplicas eran desesperadas. El cuerpo del blondo de ojos celestes temblaba del miedo que le ocasionaba.

—¡No lo entiendes! ¡Le dije que no lo dejaría solo!

Lágrimas se asomaban por sus ojos al pensar en la mínima posibilidad de que ocurriera algo. Logró zafarse y correr hacia él.

Butters gritó su nombre.

Craig logró seguirlo mientras atacaba sin piedad a cualquiera que se encontraba en su camino. Fue tan rápido que no se dio cuenta de que su chullo se cayó en un punto donde buscaba no  perderlo de vista.

Justo al doblar la esquina Tweek pareció darse cuenta de su presencia.

Este le observó inclinando un poco su cabeza mientras dejaba a una persona en el suelo. No lo había notado pero había crecido notablemente tanto como las alas como sus garras.

De solo verlas no pudo evitar tragar saliva al ver cómo estás escurrían sangre.

Movió sus manos aunque estás no dejaban de moverse ya que estaba muerto del miedo aunque no quisiera admitirlo.