004

1.8K 181 3
                                    

__________________________

☀︎ ¦ CHAPTER 004.

" Salsa con siete capas "
__________________________


—Lo entiendo —dije con increíble generosidad—. ¿Nos acompañarás al menos al Campamento Mestizo?

—Eso sí puedo hacerlo.

Percy metió la mano en el bolsillo de su sudadera y sacó un bolígrafo. Por un momento pensé que quería mi autógrafo. No sabes la frecuencia con que me pasa. Entonces me acordé de que el bolígrafo era la forma camuflada de su espada, Contracorriente. Él sonrió, y en sus ojos brilló parte de su antigua picardía de semidiós.

—Vamos a ver si Meg está lista para viajar al campo.





________

La pelirroja era una hechicera capaz de competir con Circe. Había transformado a Meg de una niña de la calle en una jovencita increíblemente guapa. Había restregado su cara redonda hasta dejarla limpia de suciedad. Había pulido sus gafas de ojos de gato de tal manera que los diamantes falsos resplandecían. Saltaba a la vista que la niña había insistido en quedarse sus viejas zapatillas rojas, pero llevaba unas mallas negras nuevas y un vestido hasta las rodillas de distintos tonos verdes.

La chica había sabido mantener la antigua imagen de Meg pero la había retocado ligeramente para que fuera más adecuada. Meg poseía ahora un halo primaveral de duendecilla que me recordaba mucho a una dríade. De hecho... Me embargó una repentina oleada de emoción. Contuve un sollozo.

Meg hizo un mohín.

—¿Tan mal estoy?

—No, no— conseguí decir—. Es solo que...

—Te ves hermosa cariño —dijo la pelirroja tomando un mechón suelto del cabello de la niña y poniéndolo detrás de su oreja.

«Me recuerdas a alguien», quería decir. Pero no me atreví a iniciar esa clase de conversación. Solo dos mortales me habían partido el corazón. Después de todos los siglos que habían pasado, no podía pensar en ella ni pronunciar su nombre sin dejarme llevar por la desesperación.

No me malinterpretes. No me sentía atraído por Meg. Yo tenía dieciséis años (o cuatro mil más, dependiendo de cómo lo mirases). Ella era una niña de doce. Pero con el aspecto que tenía ahora, Meg McCaffrey podría haber sido hija de mi antiguo amor... si mi antiguo amor hubiera vivido lo bastante para tener hijos. Era demasiado doloroso. Aparté la vista.

—Bueno— dijo Sally Jackson con alegría forzada—, ¿Qué tal si preparo algo de comer mientras los cuatro... habláis?

Lanzó a Percy una mirada de preocupación y se dirigió a la cocina, posando las manos en actitud protectora sobre su barriga de embarazada.

La pelirroja miró Sally Jackson con preocupación para después mirar a Percy a los ojos, como si estuvieran hablando telepáticamente.

Meg se sentó en el borde del sofá.

—Tu madre es muy normal, Percy.

—Gracias, supongo. —El chico recogió un montón de manuales para preparar exámenes de la mesita de centro y los echó a un lado.

—Veo que te gusta estudiar— comenté—. Bien hecho.

Percy resopló.

—Odio estudiar. Me han asegurado el ingreso en la Universidad de la Nueva Roma con una beca completa, pero me exigen que apruebe todas las asignaturas de secundaria y que saque buena nota en la selectividad. ¿Te lo puedes creer? Y encima tengo que aprobar la PIPAS.

THE TRIALS OF APOLLO Where stories live. Discover now