006

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☀︎ ¦ CHAPTER 006.

« Oh, bola 8 mágica. Tus profecías son un enorme fiasco. A Leo le arde la oreja »
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El fantasma flotaba hacia nosotros. Su humor era difícil de discernir, ya que no tenía cara, pero parecía agitado. Me señaló con el dedo y acto seguido hizo una serie de gestos con las manos que no entendí: agitó los puños, entrelazó los dedos, ahuecó una mano como si sujetara una esfera. Entonces se detuvo al otro lado de la mesa de centro.

—¿Qué pasa, Quesito? —preguntó Leo.

Josephine resopló.

—¿Quesito?

—Sí, es naranja —dijo Leo—. ¿A qué se debe? ¿Y por qué no tiene cabeza?

—Leo —lo reprendió Calipso—. No seas grosero.

—Eh, es una pregunta razonable.

Emmie observó los gestos de las manos del fantasma.

—Nunca lo había visto tan excitado. Emite una luz naranja porque... Bueno, la verdad es que no tengo ni idea. En cuanto a lo de que no tiene cabeza...

—Su hermano le cortó la cabeza —contesté. El recuerdo surgió del oscuro amasijo de mi cerebro, aunque no me acordaba de los detalles—. Agamedes era el hermano de Trofonio, el espíritu del Oráculo Oscuro. Él... —Había algo más, algo que me hacía sentir muy culpable, pero no me acordaba.

Los demás me miraron fijamente.

—¿QuéF su hermano hizo qué? —preguntó Calipso.

—¿Cómo lo has sabido? —inquirió Emmie.

No sabía qué contestar. No estaba seguro de dónde había sacado la información, pero el fantasma me señalaba como diciendo: «Ese tío sabe lo que se cuece», o, lo que era más inquietante: «Es culpa tuya». A continuación volvió a hacer el gesto de sostener una esfera.

—Quiere la bola 8 mágica —interpretó Josephine—. Vuelvo enseguida.

Fue corriendo a su taller.

—¿La bola 8 mágica? —Leo sonrió a Emmie. En la etiqueta de su  mono ponía GEORGIE —. Está de coña, ¿verdad?

—Habla totalmente en serio —dijo Emmie—. Sentémonos.

Calipso y Emmie tomaron asiento en las butacas. Leo se sentó de un salto en el sofá al lado de Akira que estaba a mi lado y se puso a dar brincos con tal entusiasmo que sentí nostalgia de Meg McCaffrey. Mientras esperábamos a Josephine, traté de buscar más detalles sobre el fantasma Agamedes en mi memoria. ¿Por qué lo había decapitado su hermano Trofonio y por qué yo me sentía tan culpable? Pero no conseguí nada, solo una vaga sensación de malestar y la impresión de que a pesar de carecer de ojos, Agamedes me estaba lanzando una mirada asesina. Finalmente Josie se acercó corriendo. En una mano agarraba una esfera de plástico negra del tamaño de un melón dulce. Pintado en un lado en medio de un círculo blanco, había un número 8.

—¡Me encantan esas cosas! —dijo Leo—. Hacía años que no veía una.

Miré la esfera con el ceño fruncido, preguntándome si se trataba de un tipo de bomba. Eso explicaría el entusiasmo de Leo.

—¿Qué hace?

—¿Estás de coña? —preguntó Leo—. Es una bola 8 mágica, tío. Responde preguntas sobre el futuro.

THE TRIALS OF APOLLO Where stories live. Discover now