· T r e i n t a ·

64.9K 6K 3.1K
                                    


Chiara me abrazaba por detrás cuando me desperté al día siguiente

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Chiara me abrazaba por detrás cuando me desperté al día siguiente. Notaba una mano posada en mi cintura mientras su cuerpo se pegaba a mi espalda. Podía escuchar un leve silbido de su respiración tras mi cabeza, casi en el oído. De hecho creo que esa fue la razón por la que me había despertado. La sábana con la que nos habíamos estado tapando había terminado arrugada a nuestros pies por el calor.

Solía dormir abrazada a Isabella en las pijamadas que hacíamos, pero todavía no había desarrollado ese tipo de amistad con Chiara, lo que hacía que no estuviese del todo cómoda. Sin embargo ella dormía como un lirón.

Traté de moverme un poco para separarme de ella. El despertador todavía no había sonado y nos habíamos acostado bastante tarde, pero sentía la urgencia de ir al baño.

Primero tiré de mi cuerpo lejos del suyo hacia el borde de la cama, pero su mano se apresó en mi cintura impidiéndome escapar. Mierda, para ser tan pequeña tenía mucha fuerza.

Decidí cambiar de táctica. Me moví hasta que la espalda chocara contra el colchón. La idea era arrastrarme de nuevo hacia borde, esta vez dejando que la mano de Chiara se escurriera sobre mí.

Pero no funcionó. Chiara me apresaba en sueños como si fuese un oso de peluche.

—Estáis para foto.

Mis ojos se movieron vivaces hacia la voz de Jax. Lo encontré de pies delante de la cómoda, con los brazos cruzados en el pecho y los ojos puestos en nosotras. ¿Cuánto tiempo llevaba observándonos?

—Cállate —escupí molesta hacia él.

—No, en serio. Esto es más sexy de lo que puedas imaginar.

Pensé que lo decía en broma, pero no su voz había sonado bastante trabada y no dejaba de mirarnos. Fue entonces que me di cuenta que ambas estábamos usando unos pijamas muy cortitos de verano para dormir, y que mi camiseta se había levantado casi hasta el pecho por culpa de la mano de Chiara.

—Eres un cerdo —le acusé.

—En estos momentos no pienso negar nada, piojosa.

Sin embargo esta vez una pequeña sonrisa sí tiró de sus labios, y Jax se acercó a nosotras, mirándome exclusivamente a los ojos. Tomó la mano de Chiara y la apartó de mí. Ella murmuró algo en sueños y se giró hacia el otro lado, dejándome finalmente libre.

Le lancé una mirada aguda a Jax mientras él se reía y me fui corriendo al baño. Realmente era una urgencia.

Aproveché para lavarme la cara y cuando salí de vuelta al centro del apartamento encontré a Jax preparando el desayuno en la zona de la cocina.

Chiara y Angelo seguían en sus camas, ajenas al ruido que nosotros hacíamos al estar despiertos.

Caminé hacia él, que estaba de espaldas, mientras el olor a café recién hecho se adueñaba del ambiente. Jax estaba haciendo huevos revueltos en el fuego. Iba sin camiseta, con solo unos calzoncillos que había usado para dormir que se apretaban en sus nalgas.

Una Perfecta Oportunidad © 30/03/2023 EN LIBRERÍASWhere stories live. Discover now