· T r e i n t a & O c h o ·

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Ni en mis mejores sueños hubiese soñado con un final del verano tan espléndido como aquel

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Ni en mis mejores sueños hubiese soñado con un final del verano tan espléndido como aquel.

Estaba en Italia, con sus playas y temperatura increíble. Había ido a Venecia y tenía Roma a un pequeño viaje en coche de distancia.

Había hecho amigos y difrutaba de su compañía.

Y mi mejor amiga del mundo mundial también estaba allí.

Isabella.

Por lo visto ella se había enterado de que ese verano iría a ver a sus abuelos, que vivían más al sur, y en lugar de decírmelo a mí, había hablado con Jax. Entre ambos convencieron a sus padres para que la dejasen quedarse un tiempo con nosotros.

Apenas estaría cinco días, porque al igual que yo, tras las vacaciones debía volver a casa para la universidad, pero era mejor que nada. No dejé de abrazarla en todo momento, mientras Isa me explicaba como Jax había hablado con su padre y mi tía para convencer a la familia de Isa. Después fue con la Nonna, que se puso en contacto por teléfono con los abuelos de Isabella en Italia y les prometió cuidarla bien.

Y luego entre todos organizaron la sorpresa.

Solo quería llorar, pero de felicidad.

Estuvimos riendo y abrazándonos toda la noche. Incluso la Nonna se unió a un rato, pellizcando nuestras mejillas y deseándonos unas buenas vacaciones.

Cuando la celebración terminó Isa subió a mi habitación y nos quedamos hablando toda la noche.

Ella me contó que ya tenía todo listo para la universidad, que su padre se había hecho el duro pero había llorado una noche entera cuando celebraron la despedida familiar, saliendo al cine y a cenar, para luego hacer una post cena en casa. Era una familia que se quería mucho.

También me confesó que no echaría de menos el instituto porque lo odiaba, pero sí a nosotras.

Y yo terminé por decirle lo que había pasado con Jax.

Tenerla allí, delante de mí, no me dejó otra opción. Porque necesitaba hacerlo. Necesitbaa desahogar con mi mejor amiga, y se sintió lo mejor del mundo.

Me aconsejó como solo ella sabía.

Me dijo que no era quien para meterse en nuestra relación, pero que si en algún momento pensaba que lo iba a pasar mal debía hablar con Jax y dejar las cosas claras. Pero que de los errores se aprende y mejor ahora que en el futuro.

Y me abrazo.

Toda la noche hasta el día siguiente.

Y fui la chica más feliz del mundo.

En Italia.

Y con mi mejor amiga.

*****

Una Perfecta Oportunidad © 30/03/2023 EN LIBRERÍASWhere stories live. Discover now