Golden Years (𝓡𝓸𝓭𝓸𝓻𝓪𝓱)

Capitulo VIII

Capítulo 8:

You Are (Not) Alone.・゜-: ✧ :-　　

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En las profundidades del océano, donde no había más que una absoluta oscuridad junto a una soledad arrasadora que haría a cualquier ser vivo querer salir de ahí por la melancolía. Donde el frío era inevitable y no había recursos alrededor por la presión del mismo ambiente era el hogar de una solitaria criatura. Una la cual siempre estaba dormido y solo despertaba cuando debía, que sobrevivió a grandes transformaciones y floreció junto a las formas de vida en la tierra en los largos periodos de tiempo hasta lo que era. Un ser casi inmortal, en cual había sido nombrado; dios por algunos, monstruo por otros, una fuerza de la naturaleza de quienes vieron la recompensa que dejaba tras batalla, un protector visto por los que salvo, un amigo de quienes tuvieron la oportunidad de pelear a su lado hasta la muerte o un rey a los ojos de la encarnacion de ese angel devastador.

Un guerrero antiguo que se quedó atrás en el tiempo y prefería alejarse de todo o todos, del mundo que ahora había cambiado demasiado y solo tomaba el papel de espectador cada que su deber llamaba y tenía que salir. Alejado, viviendo en la completa nada, aun con los titanes que trataron de acercarse de algún forma los ignoro, indiferente a formar vínculos con cualquier forma de vida parecía que la soledad era uno con él y no de afectaba.

Cosa que no era de todo falsa, a diferencia de otros que estarían cayendo en la locura al ver que constantemente estaban solos en lo negro del abismo. Para él ya era normal, sus ojos se acostumbraron tanto a la oscuridad que cuando subía a la superficie la luz no era más que una molestia.

Despues de todo, desde que llegó a este mundo lo primero que vio fue oscuridad acompañado de silencio, sin padres o alguien que se hiciera cargo recorrió el camino de la vida solo teniéndose a si mismo de apoyo. Aprendiendo a correr, nadar, cazar, morder y pelear por su cuenta al observar a otras criaturas, descubriendo su propósito en la vida sin que nadie lo instruyera aceptó cargar con la pesará responsabilidad sobre sus hombros.

Proteger el balance de la tierra

Una gran carga que aceptó al ser el principal espectador de la vida a su alrededor, al no tener protectores especiales que lo guiará a un solo punto de vista pudo aprender en su lugar la guía todos lo demás. Ver que realmente el mundo era un lugar hermoso así como a la vez cruel.

Así como aprendió a proteger el planeta también a aceptar las pérdidas, saber el precio de los sacrificios.
Justo como ahora. Que emergia del mar hacia una de las costas de florida con una meta bien definida en su mente.
Nisiquiera había salido del agua y ya podía escuchar los sonidos de advertencia que les avisaba a los humanos de que estaba cerca y evacuada del lugar, por que claro, ellos todavía conocían el gran daño que podía causar... Y que les estaba por causar.

En cuanto salió del agua y estuvo en tierra firme apartó todo pensamiento de su mente y sin dudar dejó que la energía subiera por su cuerpo, iluminando tanto sus picos de su cola y espalda hasta ciertas venas en su cuerpo y al final lanzo su energía de la boca al lugar. Destruyendo todo a su paso pero seguían sin ser suficiente, así que incremento la intensidad, tenía que asegurarse de hacer esto bien, de acabar con la amenaza que sentía quería regresar a la tierra. Podía sentir que solo poseía odio y deseos de venganza, no sólo hacia él, sino a sus súbditos que tuvo que mandar a dormir a la fuerza con tal de protegerlos.

En cuanto acabó con la masacre evitó ver mucho más en el lugar, sobre todo el suelo, donde sabía que se encontraría con un puñado de humanos sin vida o al borde de esta por su causa, pero entonces recordaba algo...

Si se preocupada por las hormigas que aplastaba bajo sus pies, nisiquiera podría seguir caminando

Sin querer darle importancia regreso una vez más a las profundidades del océano, donde tenía otro problema que solucionar, esta vez de una plaga del pasado.